El Vaticano critica que Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Publicado: Sab Ene 19, 2013 10:37 am
El Vaticano critica que Tribunal Europeo de Derechos Humanos falle contra el derecho a discriminar a parejas del mismo sexo
Fuente...http://www.dosmanzanas.com/2013/01/el-v ... -sexo.htmlLa reacción de la cúpula vaticana a las recientes sentencias del Tribunal de Estrasburgo, que protegen el derecho de los ciudadanos a no ser discriminados por razón de su orientación sexual, no se ha hecho esperar. El arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, se ha mostrado contrario a las resoluciones del tribunal en una entrevista concedida a Radio Vaticano.
Como ya informamos desde dosmanzanas, dos de los casos resueltos recientemente por el alto tribunal europeo están referidos a sendos trabajadores que, en el ejercicio de sus funciones, discriminaban en razón de la orientación sexual. Lillian Ladele, una funcionaria, rechazaba registrar las uniones civiles de parejas del mismo sexo. Gary McFarlane, un terapeuta sexual y de pareja, se negaba a tratar también a este tipo de parejas. Ambos fueron despedidos, ambos perdieron sus recursos y ambos han visto cómo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha apoyado inequívocamente la decisión del a justicia británica de proteger el derecho de las parejas del mismo sexo a no ser discriminadas por razones de orientación sexual.
Refiriéndose a estas dos sentencias, el secretario de Asuntos Exteriores del Vaticano, Dominique Mamberti, estimaba el pasado miércoles en Radio Vaticano que “las cuestiones relativas a la libertad de conciencia y de religión son complejas, en particular en una sociedad europea marcada por el incremento de la diversidad religiosa y el correspondiente endurecimiento de la laicidad”. Sin embargo, a pesar de esa complejidad, el arzobispo cree que “en cuanto a temas morales polémicos, como el aborto o la homosexualidad, la libertad de conciencia debe ser respetada”.
No dudó el arzobispo en calificar las sentencias de “erosión de la libertad de conciencia”, situando a esta por encima de cualquier otra consideración al argüir que “todas las personas, sin importar sus creencias, tienen, por medio de su conciencia, la capacidad natural de distinguir entre el bien y el mal, y deben actuar en consecuencia. Ahí está la fuente de la verdadera libertad“.