jasimotosan escribió:(...)
El tema es: "Alá existe", demuéstralo.
Puede parecer una obviedad pero me ha costado lo mio darme cuenta... y es efectivo.
Recuerdo una conversación interesantísima habida con Tontxu hace ya tiempo en la que muy acertadamente él aducía que pedir la demostración de la existencia de un concepto indefinido o de un absurdo no tenía sentido.
Estoy totalmente de acuerdo con aquella apreciación. Porque lógicamente, antes de pedir la demostración de nada, hay que exigir la definición de lo que se pretende demostrar. Y ahí siempre termina la conversación radicalmente, cosa que, por cierto, nunca importa nada al creyente porque los términos en que se produce suelen ser percibidos por éste como una "simplificación" de algo "indescifrable" que el "siente" y de lo que, por tanto, está "seguro" y "no necesita".
Yo sigo pensando que lo único sensato ante este tipo de afirmaciones es encogerse de hombros y decir "no tengo ni idea de lo que usted me está hablando", mirando al sujeto en cuestión con una mezcla de cristiana compasión y racional temor.
Volviendo al asunto del trato dispensado a los agnósticos y demás creyentes, habría que definir lo que se entiende por
amabilidad. Porque me temo que la única percepción de amabilidad que estos aceptan es precisamente la aceptación directa de sus pretensiones y cualquier discrepancia es percibida como agresión.
Éste que os escribe suele -o, mejor dicho, solía- empezar en estos casos con una demanda de definición nunca respondida; por cuestiones de economía continuaba con una sugerencia de lectura de discusiones anteriores que nunca se realizaban; seguía con una manifestación del porqué sucedía todo esto y acababa siendo tildado sistemáticamente de dogmático e intolerante. Siempre sucedía igual.
Y me parece que todo esto no tiene que ver con la cortesía, sino con la identificación de la contundencia en los argumentos con el dogmatismo y, sobre todo, con la de la intolerancia con el repudio a la "cómoda indefinición" y "respeto a las ideas" (?) habituales.
Por ello, sigo opinando que los creyentes NUNCA aportan absolutamente nada a este foro de ateos y no debían ser admitidos en él. Pienso que el objetivo del foro es precisamente la profundización en el pensamiento derivado de la increencia en un mundo cincelado por la superstición, profundización en la cual los creyentes no pueden aportar nada por definición. Y opino que lo demás es perder miserablemente el tiempo y gastar inútil y contumazmente adrenalina para nada.