Hola, soy nueva en este Foro :)
Publicado: Sab Nov 08, 2008 1:52 pm
¡Hola!, mi nombre es Nancy, soy Mexicana, atea desde los 16 años, provengo de una familia ultracatólica, y he sido discriminada de muchas áreas de la sociedad por ser Atea, en mi caso muy particular me fue muy difícil salir de la religión ya que recibí mucha presión de todos cuantos me rodeaban; me considero una persona muy abierta a cualquier idea, soy Atea Fuerte, de corte Liberal, y pensamiento Transhumanista, Soñadora y extremadamente cariñosa, muy sentimental (demasiado) y sufriendo, desde que tengo uso de razón, de hiperempatía crónica, aunque sinceramente gracias a ella pude comprender más a la vida... y a la muerte.
A lo largo de mi vida me han pasado todo tipo de crisis existenciales, he sufrido muchos decesos de amigos y hace relativamente poco: el de mi padre, fue lo peor que me ha pasado, y he caído varias veces en retornar "al buen camino" de dios y al final me doy cuenta que no se puede ocultar una misma de su propia mente, irremediablemente siempre acabo por volverme mucho más atea que antes; lo acepto, he vacilado en mis ideas, pero en realidad esas caídas me han hecho más fuerte para afrontar la vida crudamente, como es, con sus momentos buenos y con sus momentos malos, tal cual es. Siento que esas experiencias, más que ser vergonzosas, son las que me han forjado más en mi filosofía atea.
Creo firmemente en el amor, ese sentimiento inexplicable, producto quizás del miedo a la pérdida, del miedo a la no existencia, del miedo a la soledad… por que en el amor y con el amor me siento realmente viva, porque desde mi punto de vista la razón es terriblemente aplastante y salvaje y no le importa a quién o qué se lleva a su paso, y es por ello que yo trato de razonar y analizar TODO, pero… sin olvidar el amor, esa es la única forma en la que he podido sobrevivir en esta vida que en lo particular ha sido muy dura para mí; sé 100% que el amor no es racional, sé que quizás el amor me ciega en mis análisis y en mis conclusiones, pero… seamos sinceros, ¿Que sería de una filosofía que no cuida amorosamente de quien la creó?, sería una filosofía trágica, sin retorno, una filosofía desprovista de todo instinto de conservación, sería una filosofía suicida y créanme que cualquier ser vivo, sea de carbono o de silicio tiene que tener, al menos un instinto de conservación básico que le permita sobrevivir, ese amor por sí mismo (y por los demás) que le permitirá lograr sus metas, tanto particulares como en conjunto, hasta el límite de su existencia material. Y es por ello que así como las cicatrices hacen patente que el pasado fue real... así siento al amor, como el ingrediente existencial esencial para la vida… es el único sentimiento irracional que creo vale la pena y es por ello que como una rosa trato de hacer florecer, creo firmemente que es un sentimiento constructivo, agradable, depósito de la felicidad y alimento de vida. Quizás diciendo estas palabras piensen que soy una persona irracional pero no es así, conforme me vallan conociendo verán que soy una persona en extremis racional pero al final todos y cada uno de mis comentarios irán orientados, inexorablemente al amor, ese pensamiento completamente irracional pero necesario, que nos hace ser, a todos nosotros, ser HUMANOS.
Obviamente, como en cualquier esfera de lo humano tendré amistades y enemistades, sé que seré duramente criticada mucho más aquí que allá “afuera”, debido al nivel cultural más alto de este foro… pero mi entrenamiento diario de 19 años de ateísmo ha dado sus frutos y me ha dado las herramientas y el temple para ser, como mínimo un hueso difícil de roer.
He de confesar que en un principio entraría con un sobrenombre para así ocultar mi identidad pero siento que eso no es real y pues al final he decidido entrar con mi verdadero nombre y afrontar las cosas sin rodeos.
Sientase libre y en confianza toda aquella persona que quiera formar una bonita amistad o tener una plática amena y cordial conmigo por medio de mensajes privados y/o contactar por medio del messenger.
Disculpen lo extendido de esta presentación, suelo leer mucho y escribir mucho, así que personas lectoras de folletos absténganse en lo sucesivo de leerme.
Aclaro que valoro muchísimo la amistad y el cariño, y en cuanto a las personas non-gratas suelo pasar de lado y sumergirlas en el olvido.
Esto es todo, (por el momento… jeje ), besos y abrazos a toda la comunidad
A lo largo de mi vida me han pasado todo tipo de crisis existenciales, he sufrido muchos decesos de amigos y hace relativamente poco: el de mi padre, fue lo peor que me ha pasado, y he caído varias veces en retornar "al buen camino" de dios y al final me doy cuenta que no se puede ocultar una misma de su propia mente, irremediablemente siempre acabo por volverme mucho más atea que antes; lo acepto, he vacilado en mis ideas, pero en realidad esas caídas me han hecho más fuerte para afrontar la vida crudamente, como es, con sus momentos buenos y con sus momentos malos, tal cual es. Siento que esas experiencias, más que ser vergonzosas, son las que me han forjado más en mi filosofía atea.
Creo firmemente en el amor, ese sentimiento inexplicable, producto quizás del miedo a la pérdida, del miedo a la no existencia, del miedo a la soledad… por que en el amor y con el amor me siento realmente viva, porque desde mi punto de vista la razón es terriblemente aplastante y salvaje y no le importa a quién o qué se lleva a su paso, y es por ello que yo trato de razonar y analizar TODO, pero… sin olvidar el amor, esa es la única forma en la que he podido sobrevivir en esta vida que en lo particular ha sido muy dura para mí; sé 100% que el amor no es racional, sé que quizás el amor me ciega en mis análisis y en mis conclusiones, pero… seamos sinceros, ¿Que sería de una filosofía que no cuida amorosamente de quien la creó?, sería una filosofía trágica, sin retorno, una filosofía desprovista de todo instinto de conservación, sería una filosofía suicida y créanme que cualquier ser vivo, sea de carbono o de silicio tiene que tener, al menos un instinto de conservación básico que le permita sobrevivir, ese amor por sí mismo (y por los demás) que le permitirá lograr sus metas, tanto particulares como en conjunto, hasta el límite de su existencia material. Y es por ello que así como las cicatrices hacen patente que el pasado fue real... así siento al amor, como el ingrediente existencial esencial para la vida… es el único sentimiento irracional que creo vale la pena y es por ello que como una rosa trato de hacer florecer, creo firmemente que es un sentimiento constructivo, agradable, depósito de la felicidad y alimento de vida. Quizás diciendo estas palabras piensen que soy una persona irracional pero no es así, conforme me vallan conociendo verán que soy una persona en extremis racional pero al final todos y cada uno de mis comentarios irán orientados, inexorablemente al amor, ese pensamiento completamente irracional pero necesario, que nos hace ser, a todos nosotros, ser HUMANOS.
Obviamente, como en cualquier esfera de lo humano tendré amistades y enemistades, sé que seré duramente criticada mucho más aquí que allá “afuera”, debido al nivel cultural más alto de este foro… pero mi entrenamiento diario de 19 años de ateísmo ha dado sus frutos y me ha dado las herramientas y el temple para ser, como mínimo un hueso difícil de roer.
He de confesar que en un principio entraría con un sobrenombre para así ocultar mi identidad pero siento que eso no es real y pues al final he decidido entrar con mi verdadero nombre y afrontar las cosas sin rodeos.
Sientase libre y en confianza toda aquella persona que quiera formar una bonita amistad o tener una plática amena y cordial conmigo por medio de mensajes privados y/o contactar por medio del messenger.
Disculpen lo extendido de esta presentación, suelo leer mucho y escribir mucho, así que personas lectoras de folletos absténganse en lo sucesivo de leerme.
Aclaro que valoro muchísimo la amistad y el cariño, y en cuanto a las personas non-gratas suelo pasar de lado y sumergirlas en el olvido.
Esto es todo, (por el momento… jeje ), besos y abrazos a toda la comunidad