Presentación y anécdota
Publicado: Lun Jun 15, 2009 4:08 pm
Hola, me alegro mucho de que haya foros como éste para que podamos unirnos y luchar juntos.
Os comento que yo desde niño he dudado mucho de dios y las religiones me parecían más que sospechosas. Me sobornaron para hacer la comunión, el cura en la catequesis echaba monedas para quien se supiese las oraciones. En el colegio me querían expulsar por criticar a la profesora cuando intentaba lavarnos el cerebro. En el instituto tuve que tragarme 3 asquerosos años dando religión porque si no lo hacía me ponían en un grupo de gamberros.
En 4º de ESO me cambié de instituto con un amigo y marcamos los dos "alternativa" en la matrícula en lugar de religión. Pues bien, fuimos el primer día a alternativa y resulta que no estábamos en la lista, se lo dijimos al profesor y lo corrigió. Pero al volver a nuestra clase, aún estaba allí el profesor de religión. Cuando nos vio se puso furioso diciendo que qué hacíamos de novillos. Le dijimos que no dábamos religión, sino alternativa. Pero sin hacernos caso, nos dejó un montón de hojas "lava cerebros" Yo es que no me lo podía creer.
Después de eso, he estado en una actitud un tanto pasiva, pero desde que sucedió lo que os voy a contar, todo ha cambiado.
Resulta que el sábado pasado fui a Madrid al concurso de matemáticas Puig Adam. Mi madre (no me preguntéis por qué) buscando residencias universitarias y colegios mayores, había oído alguna cosa sobre el Opus Dei y tuvo la grandiosa idea de quedar con uno de los cabecillas (pudo hacerlo a través de otro contacto). Pues bien, el examen de matemáticas comenzó a las 10, y hasta las 11.30 estuvimos con 2 problemas. Dejaban media hora de descanso hasta las 12 y después otra hora y media de examen.
Salí y me acerqué a las máquinas de bebidas para comprarme alguna. Y cual fue mi sorpresa cuando vi a un cura con la sotana negra allí, en mitad de toda la gente, al lado de mi madre y saludándome con una falsa sonrisa. No sé ni lo que sentí en ese momento, quizás una vergüenza, odio e incredulidad mezclados. El caso es que intentó lavarme el cerebro desde el primer momento para meterme en su secta Primero empezó por asustarme: que si en la carrera de Aeronáutica suspenden todos, que si lo había pensado bien... que jamás llegaría a ser astronauta... (pues creo que es más probable que llegue a ser astronauta a que exista dios ), que podría volverme loco de tanto estudiar (más que ellos?), que debía ser feliz en la tierra para ir al cielo...
Luego empezó a darse superioridad (una vez te ha quitado las ilusiones y te ha metido miedo) que si conocía a tal y cual empresa, que si tenia tal y cual contacto... luego me entraron las prisas del examen, y me cogió la mano un buen rato (no me soltaba ), cuando la soltó me dice: te suda la mano, veo que estás en tensión...
En fin, que llegué tarde a la segunda parte del examen y no me salió ninguno de los dos problemas. Eso ha colmado el vaso pero del todo. A partir de hoy voy a mantener una actividad constante para eliminar por fin este virus que es la religión, que se lo imponen a los niños lavándoles para siempre el cerebro.
Un saludo y encantado de estar con vosotros.
Os comento que yo desde niño he dudado mucho de dios y las religiones me parecían más que sospechosas. Me sobornaron para hacer la comunión, el cura en la catequesis echaba monedas para quien se supiese las oraciones. En el colegio me querían expulsar por criticar a la profesora cuando intentaba lavarnos el cerebro. En el instituto tuve que tragarme 3 asquerosos años dando religión porque si no lo hacía me ponían en un grupo de gamberros.
En 4º de ESO me cambié de instituto con un amigo y marcamos los dos "alternativa" en la matrícula en lugar de religión. Pues bien, fuimos el primer día a alternativa y resulta que no estábamos en la lista, se lo dijimos al profesor y lo corrigió. Pero al volver a nuestra clase, aún estaba allí el profesor de religión. Cuando nos vio se puso furioso diciendo que qué hacíamos de novillos. Le dijimos que no dábamos religión, sino alternativa. Pero sin hacernos caso, nos dejó un montón de hojas "lava cerebros" Yo es que no me lo podía creer.
Después de eso, he estado en una actitud un tanto pasiva, pero desde que sucedió lo que os voy a contar, todo ha cambiado.
Resulta que el sábado pasado fui a Madrid al concurso de matemáticas Puig Adam. Mi madre (no me preguntéis por qué) buscando residencias universitarias y colegios mayores, había oído alguna cosa sobre el Opus Dei y tuvo la grandiosa idea de quedar con uno de los cabecillas (pudo hacerlo a través de otro contacto). Pues bien, el examen de matemáticas comenzó a las 10, y hasta las 11.30 estuvimos con 2 problemas. Dejaban media hora de descanso hasta las 12 y después otra hora y media de examen.
Salí y me acerqué a las máquinas de bebidas para comprarme alguna. Y cual fue mi sorpresa cuando vi a un cura con la sotana negra allí, en mitad de toda la gente, al lado de mi madre y saludándome con una falsa sonrisa. No sé ni lo que sentí en ese momento, quizás una vergüenza, odio e incredulidad mezclados. El caso es que intentó lavarme el cerebro desde el primer momento para meterme en su secta Primero empezó por asustarme: que si en la carrera de Aeronáutica suspenden todos, que si lo había pensado bien... que jamás llegaría a ser astronauta... (pues creo que es más probable que llegue a ser astronauta a que exista dios ), que podría volverme loco de tanto estudiar (más que ellos?), que debía ser feliz en la tierra para ir al cielo...
Luego empezó a darse superioridad (una vez te ha quitado las ilusiones y te ha metido miedo) que si conocía a tal y cual empresa, que si tenia tal y cual contacto... luego me entraron las prisas del examen, y me cogió la mano un buen rato (no me soltaba ), cuando la soltó me dice: te suda la mano, veo que estás en tensión...
En fin, que llegué tarde a la segunda parte del examen y no me salió ninguno de los dos problemas. Eso ha colmado el vaso pero del todo. A partir de hoy voy a mantener una actividad constante para eliminar por fin este virus que es la religión, que se lo imponen a los niños lavándoles para siempre el cerebro.
Un saludo y encantado de estar con vosotros.