Después de un breve paso por este foro hace un año, mi vida ha cambiado. En ese entonces me presenté como agnóstico, pasaba por un complicado momento en mi vida, preso de mis juegos mentales, uno de ellos era mi agnosticismo
. Durante el 2009 la confusión y el exceso de pensamientos que venía arrastrando hace años han sido simplificados y ordenados paulatinamente, hasta que hace dos meses pude expresar clara y firmemente que soy ateo. Ahora ya sé la gran diferencia que existe entre estos dos conceptos: siendo agnóstico no se cree en dios (un avance si alguna vez se fue creyente), pero no se descarta, se sigue dando crédito al 0,000...1 % de probabilidades que supuestamente este "presidente del universo" o cualquier forma que tome sí exista, por tanto, la fe y la esperanza en él no se acaba, y en algunos momentos puede reavivarse y crecer y el agnóstico puede en unos momentos ser un creyente, en otros un ateo, en otros un panteísta, etc...tanta humildad (al decir que el entendimiento humano no alcanza para aseverar si dios existe o no) provoca una gran confusión y el peligro de que el apetito por lograr y avanzar en el conocimiento se esfume. En cambio el ateo es más racional al decidir, de acuerdo a las evidencias actuales, por la opción de que la afirmación más fantástica e inverosímil que ha hecho alguna vez el ser humano simplemente no se sostiene por si misma, porque no tiene lógica ni argumentos válidos, no hay biblia, ni fe, ni "visión" que acredite la existencia de tan omnisciente, omnipresente, todopoderoso, absoluto y magnánimo "ser"...por tanto, se desecha, así de simple (y tanto que cuesta hacerlo 
) y uno vive más libre y clarificado, como lo estoy siendo yo ahora 
.Saludos, los leo y debato con ustedes cuando pueda conectarme, será un placer. Hasta pronto.
