Foro de Iniciativa Atea

es curioso que nos opongamos (me incluyo) a creer que existe un ser divino o demás, pero quiero reflexionar un poco sobre porqué el ser humano cree en Dios, se podría decir que es el "opio del pueblo" o que es una forma de dominación impuesta por una clase a otra (quien es muy maxsista lo pensaría) pero bien es cierto que donde existan seres humanos nos inventamos algún tipo de Dios, ya sea en la antiguedad cuando los grandes imperios tenían sus Dioses llamese agipcios, griegos y demás hasta las tribus más pequeñas los tenían y los siguen teniendo por lo que no cabe duda que creer en un dios es inerente al ser humano, que sea bueno o malo eso no me lo pregunten a mi, lo que quiero saber es porque? tratando de responderme esta pregunta noté algo en el ser humano reflejado en todas las religiones: el miedo a lo desconocido, y por lo tanto el miedo a la muerte, no importa que religión sea siempre se toma como un hecho que hay algo despúes de la muerte, para no extenderme mucho me voy directo al final y les hago esta pregunta:
tomando como premisa que creer en un Dios es algo natural del ser humano, ¿qué consecuencias trae creer aunque no sea real? si son consecuencias positivas ¿es mejor creer en Dios?, o si son negativas ¿porqué el ser humano siempre ha buscado creer y para qué?

Precisamente por ese miedo a lo desconocido, el ser humano busca respuestas. En función a su nivel de conocimiento buscará las mejores respuestas, pero siempre hemos preferido una mala respuesta a no tener ninguna.

Los dioses y, en general todo lo sobrenatural, fue la mejor hipótesis en su momento. Por ejemplo, si observas el cielo verás que los astros se mueven hacia el oeste y parece evidente que todo gira alrededor de la Tierra. Sin embargo, algunos de ellos (los planetas) en apariencia no mantienen una velocidad constante e incluso se paran y retroceden de forma caprichosa. Para nuestros antepasados eso fue razón suficiente para suponer que tenían voluntad o estaban gobernados por seres con voluntad. De la misma forma, nuestros sueños y los estados alterados de conciencia eran la evidencia de que existía otro mundo "más allá".

Bienvenido Rodrigo.

No, la premisa «creer en un Dios es algo natural del ser humano» es falsa, y es falsa precisamente por el análisis que haces.

Si bien es cierto que en todas las culturas humanas nos encontramos alguna idea de dios, o dioses (aunque esas ideas concretas de dios son tan diferentes entre sí que son mutuamente irreconocibles, de manera que un cristiano no podría reconocer como dios a los dioses grecolatinos, por ejemplo, o a los de los animistas, y serían supersticiones), la función de ese dios y de su teología, como bien dices, es rellenar el vacío de conocimiento con alguna explicación, aunque sea falsa. Pero resulta que tenemos, al menos desde el siglos XIX, un método preciso para acceder al conocimiento (el método científico) que nos libera de tener «conformarnos» con las respuestas falsas de la religión.

¿Qué consecuencias puede tener creer en un dios, aunque no sea real? Pues esa, que conformarnos con las respuestas no científicas de la religión nos desincentiva para buscar las respuestas verdaderas a las que se llega con la ciencia. Y además, ¿qué dios? ¡Existen tantos dioses y religiones, y todas ellas exactamente con los mismos méritos para ser «verdaderas»! Este es el gran fallo de la apuesta pascaliana.

No es que el ser humano siempre haya buscado creer, es que hasta hace poco no disponía de un método perfectamente estructurado para conocer la verdad sobre la naturaleza y el mundo, aunque hubiera aplicaciones científicas en la antigüedad que dieron grandes logros. Y ya con esos logros grandes filósofos dejaron de considerar válidas todo tipo de explicaciones que no se atuvieran a los principios científicos de la época.

Y es que si algo nos hace humanos es ese ansia irrefrenable por saber, nuestra curiosidad innata que necesita dar respuestas a qué y cómo es el mundo; y ya no nos sirven las respuestas conformistas de las religiones, queremos más y sabemos cómo obtener más.

P.D.: Por cierto, que según la Biblia el pecado original es precisamente ese: desobedecer a Dios comiendo del «árbol de la ciencia del bien y del mal», es decir del conocimiento.