Presentacion
Publicado: Lun Nov 15, 2010 8:01 pm
Hola, legión de condenados, soy jasimotosan, nací en la Sevilla del Cardenal Segura y me educaron, es un decir, en los HH. Maristas. Debería ser un producto puro del nacional-catolicismo, como veis, pero nunca cumplí con las espectativas que tenían de mi.
Puedo decir que soy ateo desde que tengo recuerdo, en realidad nunca me convencieron. No puedo achacar mi ateísmo al mal ejemplo de la jerarquía y fieles, no fué necesario. Recuerdo las interminables horas de doctrina cristiana y que aquello no me lo podía tragar de ninguna manera. Lo peor es que como era tonto se me notaba y "comulgaba" ¡Vaya que si "comulgaba"!
Paradojas de la vida, aunque estoy excomulgado por el 1398 y a pesar de haberlo manifestado así, el obispado de Sevilla no me ha "borrado" de su lista, no ha habido manera. Soy un apostata frustrado. Digo yo que si voy a ir al infierno de todas formas, al menos que me den un papelito para reirme con los amigos. Pues nada, si quiero, tengo que ir al notario canónico -pagando supongo- La verdad es que no me merece tanto esfuerzo el asunto.
Aunque ahora estoy pensando convertirme al pastafarismo (Monesvol es dios y Mosey y Henderson sus profetas) considero que los ateos y librepensadores del mundo -que, como los homos, siempre ha habido, aunque sólo ahora podamos salir del armario sin demasiados problemas- hemos sido los que hemos logrado -por el simple hecho de existir- que la sociedad avance y sea más libre, que la medicina cure, que las mujeres y los homos sean tratados como personas, al menos en los paises más civilizados, etc. No quiero echarme flores.
En fin, no quiero alargar el tocho pero si decir una cosa. Familiares y allegados me dicen que si no quiero creer, bien, pero ¿Por qué he de manifestar mi ateísmo como una bandera o una reivindicación? Y la respuesta es clara: Porque si no luchamos contra -iba a poner un montón de adejetivos, ponedlos vosotros- somos cómplices de sus desmanes.
Saludos. Nos vemos... en el infierno.
Puedo decir que soy ateo desde que tengo recuerdo, en realidad nunca me convencieron. No puedo achacar mi ateísmo al mal ejemplo de la jerarquía y fieles, no fué necesario. Recuerdo las interminables horas de doctrina cristiana y que aquello no me lo podía tragar de ninguna manera. Lo peor es que como era tonto se me notaba y "comulgaba" ¡Vaya que si "comulgaba"!
Paradojas de la vida, aunque estoy excomulgado por el 1398 y a pesar de haberlo manifestado así, el obispado de Sevilla no me ha "borrado" de su lista, no ha habido manera. Soy un apostata frustrado. Digo yo que si voy a ir al infierno de todas formas, al menos que me den un papelito para reirme con los amigos. Pues nada, si quiero, tengo que ir al notario canónico -pagando supongo- La verdad es que no me merece tanto esfuerzo el asunto.
Aunque ahora estoy pensando convertirme al pastafarismo (Monesvol es dios y Mosey y Henderson sus profetas) considero que los ateos y librepensadores del mundo -que, como los homos, siempre ha habido, aunque sólo ahora podamos salir del armario sin demasiados problemas- hemos sido los que hemos logrado -por el simple hecho de existir- que la sociedad avance y sea más libre, que la medicina cure, que las mujeres y los homos sean tratados como personas, al menos en los paises más civilizados, etc. No quiero echarme flores.
En fin, no quiero alargar el tocho pero si decir una cosa. Familiares y allegados me dicen que si no quiero creer, bien, pero ¿Por qué he de manifestar mi ateísmo como una bandera o una reivindicación? Y la respuesta es clara: Porque si no luchamos contra -iba a poner un montón de adejetivos, ponedlos vosotros- somos cómplices de sus desmanes.
Saludos. Nos vemos... en el infierno.