ENTRE LA SEDA Y LA PIEL (POEMA)
Publicado: Mié Nov 25, 2009 1:35 am
ENTRE LA SEDA Y LA PIEL
Soy dócil
Como una cinta de raso
Que sobre un tibio pavimento que evaporas
Se encuentra,
Que serpenteante y rasante se desnuda de alma,
Hacia ti se desliza,
Va hacia ti lentamente
Y aunque la premura le invade
Toma su tiempo,
Espera.
De ojos que no sean los tuyos se esconde,
Es tu mirada la que busca, seduce, alimenta y alienta,
En ansias y deseos su alma depura,
Con cortas miradas de tu ser se apodera.
A esta cinta que suave se mueve, tú
Parece no notas
Pero inquieta te muestras cuando a tu lado
Candente aparece,
Ya te es imposible evitarlo,
Su presencia ya es cierta.
Con suave textura su voz te acaricia,
Lentamente tu oído
Junto al cuello se crispa.
Tu mirada se enciende,
Sutilmente la mía con su piel invisible por tu piel se desliza,
Los hilos de seda que formaban mi ser
Se hacen fibras y tejidos de carne
Con sangre calida y deseos de morder.
Te exploro con un roce firme,
Delicado,
Que se extiende por tu cuerpo como un fiero tornado,
Te tomo en mis manos,
Tu cuerpo rodeo
Con mis brazos, mis dedos,
La piel del cuerpo entero,
Mi boca, mis dientes,
Tras un intenso cortejo
Se adueñan de tus labios,
Devoran tus pechos.
Mi piel ya esta henchida,
Ardiente al deseo se entrega,
Te da a comer de mi fuego
Que devoras, y me hundo
En tu boca que me sabe y me quiere tragar,
Yo, entero, alma y cuerpo,
Te deseo un goce intenso que me haga temblar.
Mi lengua profunda te extrae el aliento,
Recorre tus formas y se mete en tu cuerpo
Tu deseo,
Deleito mi boca con tus labios ardiendo,
Te muerdo el deseo y te hago gritar,
Tu cuerpo se abre y el mío va a entrar,
Me elevo profundo
Sin piel sin tocar,
No dejo un aliento sin profundo sacar,
Me baño en tus fuentes,
Me retuerzo en tu cuerpo
Me hundo a matar
Inclemente flagelo con desquicia
A ese tu mar,
Arde en vapores,
Arde en deseos,
Arden los gritos que desgarran tu cuerpo,
Te doy mis entrañas con ya temblorosa pasión,
Con ya poco aliento te digo “mi amor”,
Te aprieto en mis brazos,
Te miro,
Te beso,
La tímida cinta es un hombre en tu cuerpo.
KOVSKO
Soy dócil
Como una cinta de raso
Que sobre un tibio pavimento que evaporas
Se encuentra,
Que serpenteante y rasante se desnuda de alma,
Hacia ti se desliza,
Va hacia ti lentamente
Y aunque la premura le invade
Toma su tiempo,
Espera.
De ojos que no sean los tuyos se esconde,
Es tu mirada la que busca, seduce, alimenta y alienta,
En ansias y deseos su alma depura,
Con cortas miradas de tu ser se apodera.
A esta cinta que suave se mueve, tú
Parece no notas
Pero inquieta te muestras cuando a tu lado
Candente aparece,
Ya te es imposible evitarlo,
Su presencia ya es cierta.
Con suave textura su voz te acaricia,
Lentamente tu oído
Junto al cuello se crispa.
Tu mirada se enciende,
Sutilmente la mía con su piel invisible por tu piel se desliza,
Los hilos de seda que formaban mi ser
Se hacen fibras y tejidos de carne
Con sangre calida y deseos de morder.
Te exploro con un roce firme,
Delicado,
Que se extiende por tu cuerpo como un fiero tornado,
Te tomo en mis manos,
Tu cuerpo rodeo
Con mis brazos, mis dedos,
La piel del cuerpo entero,
Mi boca, mis dientes,
Tras un intenso cortejo
Se adueñan de tus labios,
Devoran tus pechos.
Mi piel ya esta henchida,
Ardiente al deseo se entrega,
Te da a comer de mi fuego
Que devoras, y me hundo
En tu boca que me sabe y me quiere tragar,
Yo, entero, alma y cuerpo,
Te deseo un goce intenso que me haga temblar.
Mi lengua profunda te extrae el aliento,
Recorre tus formas y se mete en tu cuerpo
Tu deseo,
Deleito mi boca con tus labios ardiendo,
Te muerdo el deseo y te hago gritar,
Tu cuerpo se abre y el mío va a entrar,
Me elevo profundo
Sin piel sin tocar,
No dejo un aliento sin profundo sacar,
Me baño en tus fuentes,
Me retuerzo en tu cuerpo
Me hundo a matar
Inclemente flagelo con desquicia
A ese tu mar,
Arde en vapores,
Arde en deseos,
Arden los gritos que desgarran tu cuerpo,
Te doy mis entrañas con ya temblorosa pasión,
Con ya poco aliento te digo “mi amor”,
Te aprieto en mis brazos,
Te miro,
Te beso,
La tímida cinta es un hombre en tu cuerpo.
KOVSKO