Cuánto tiempo perdí creyendo cosas raras.
Publicado: Mar Sep 20, 2011 7:50 am
Pasé la mitad de mi vida creyendo una sarta de tonterías que me da vergüenza reconocerlo. En mi juventud me vi envuelto en cuestiones religiosas que nos predicaron, a mi familia y a mí, jóvenes de camisa blanca, corbata y pantalones obscuros, que nos hablaron de muchas maravillas de su religión: profetas, libros sagrados, bendiciones, el poder de la oración, paraísos múltiples, matrimonios eternos, elaborados ritos en elegantes templos, nos invitaron a reuniones sociales, deportivas y devocionales, muy agradables por cierto. Muy pronto y sin darnos tiempo a enfriarnos nos conminaron a efectuar un rito de iniciación consistente en ser sumergidos en una pila con agua mientras un conmovido y emocionado joven decía unas palabras que, se supone, un sujeto llamado Dios (una especie de Supermán) escuchaba y le daba el visto bueno (tal vez disponía de un sofisticado sistema de espionaje), posteriormente, algunos hombres nos pusieron las manos en la cabeza y dijeron palabras conmovedoras y, según ellos, nos dieron algo misterioso que nos protegería, el cual nos haría sentir bonito en lo referente a cuestiones religiosas. También nos hablaron de un carpintero que se hizo "pescador de hombres", que hacía maravillas, que era una especie de superhéroe con poderes mágicos, que no trabajaba pero se la pasaba bien, que les lavó el cerebro a sus seguidores y los convenció de que él era hijo del sujeto con el sofisticado sistema de espionaje. Después nos dijeron que él sufrió mucho por nosotros, que por cierto, éramos malos por naturaleza, que deberíamos estar agradecidos por su sacrificio a favor nuestro y, cómo muestra de agradecimiento, deberíamos ser obedientes a sus mandamientos, todo parecía lógico, pero entre los llamados mandamientos había cosas tan ridículas como el no tomar café o cerveza, evitar las fiestas o el trabajo en domingo, dar una buena parte de nuestro dinero, ayunar y orar muchas veces no fuera que se ofendiera el sujeto del sofisticado sistema de espionaje. (Orar es algo así como cuando un niño le pide algo a santa clos y espera que él le escuche). Y así comenzó mi relación fantasiosa con este trío de sujetos que, se supone, forman un equipo bien entrenado. Uno es el papá, otro es el hijito y el sujeto invisible es algo así como el compadre del papá, no se ve ninguna mujer en escena, si es que ignoramos el caso de que el papá, o su compadre, aprovechándose de sus superpoderes y los servicios de un ángel alcahuete, violaron a la novia de un pobre e iluso mortal y la embarazaron con su supersemilla, lo cual no evitó que el novio de la violada mantuviera al superbebé, aun sabiendo que no era hijo de él, sino de un supergandalla aprovechado que trabaja de astronauta (porque dicen que vive en las alturas). Después el crío se hizo carpintero pero, al parecer, padecía delirios de grandeza, así que les lavó el cerebro a un grupo de seguidores crédulos y supersticiosos que vieron en él al líder que les redituaría algún bien, pero, ¡oh sorpresa!, golpeaba comerciantes y mataba árboles que no daban fruto por no ser temporada ¿? y aseguró que no vino a traer paz sino espada y que por su causa hasta los familiares se iban a enemistar y, por cierto, su familia no era tan importante para él. ¡Waw!, que gran mensaje de cordura y de valores familiares. Hablaba máximas morales que eran un refrito de lo que ya se había manejado en culturas previas, pero introdujo algo novedoso, ¡El infierno! una herramienta de poder y control basado en la amenaza, el miedo y la ignorancia de sus escuchas. ¡Oh! que sistema de control mental tan eficiente, Un Supergandalla con un equipo sofisticado de espionaje que nos vigila todo el tiempo (algo así como Big brother en grande, eso si, le falla el micrófono, porque si habla no lo escuchamos, aunque hay varios que dicen que lo escuchan de una forma tal que sólo ellos se dan cuenta, sospechoso ¿no?), bueno, decía, el supergandalla, para sentirse vigilados, el infierno para sentirse amenazados, la promesa de un paraíso para ilusionar y chantajear a las mentes fieras y hacerlas dóciles como borregos, un carpintero mago, que era una especie de flautista de hamelin al que debíamos seguir tal como los ratones del cuento y, por si fuera poco, el misterioso ser invisible, una especie de fantasma santo, que pretende ser la fuente y origen de algunas de nuestras actitudes más humanas como son el sentimiento de maravilla, de empatía y de inspiración.
¡Cuánta fantasía! casi al estilo de Guerra de las Galaxias, El Señor de los Anillos o las Crónicas de Narnia.
Lamentablemente, para mucha gente, es más fácil creer que dudar e investigar, lo veo con tanta frecuencia que estoy convencido de que "La fé es mala y la duda es buena", porque la fé te hace creer sin apelar a las evidencias y eso te puede convertir en víctima de los mercaderes de religiones, en cambio dudar te hace investigar y eso te acerca más a la verdad de las cosas, es más trabajoso, pero es lo correcto. Yo sé que los religiosos, de inmediato, apelan al sentimentalismo, "un hermoso sentimiento de convicción y paz en el pecho", pués con todo y eso, el hombre evolucionó, la muerte ya existía millones de años antes del, dizque tiempo de adán, por lo que, si la muerte no entró por un tal adán, entonces el carpintero mago se equivocó de planeta o le faltaba un tornillo, porque aquí no se le necesitaba.
Si alguien te propone que creas algo de poca importancia pídele pruebas de lo que asegura, aunque sean pequeñas, en cambio, si te propone que creas cosas grandiosas, pídele pruebas también grandiosas. Así que, si te piden que creas en un Dios, lo cual se supone que es grandioso, pídele pruebas grandiosas, etc...¡Oh!, pero te van a decir: "es pecado tentar a Dios..., o aquello de: "bienaventurados los que no vieron y creyeron...", (¿lo ves? se castiga a la curiosidad que es el motor del conocimiento y se premia la credulidad, la cual fue la causa de que la civilización occidental se hundiera en un pozo de obscuridad intelectual por más de 1000 años, la edad media, pués). pero ten cuidado, si temes perder tu testimonio, entonces no dudes, la duda es sólo para los valientes, los que aceptan retos y buscan la verdad, no porque alguien con autoridad te diga lo que debes creer, deberías creer, haz preguntas difíciles a tus líderes religiosos como: ¿la edad de la tierra?, ¿la teoría de la evolución?, ¿una serpiente y un burro que hablan? ¿un diluvio mundial? ¿cómo le hizo el oso polar para llegar al arca antes y después del diluvio? ¿y los marsupiales de australia? ¿Un dios que tiene miedo de unos albañiles que construyen una torre? ¿qué? ¿que les confundió el lenguaje? ¿el sol detenido por josué? ¿la matanza de los primogénitos de los egipcios? ¿la matanza de pueblos palestinos, hombres mujeres, niños y niños de pecho por los ejércitos israelitas enviados por moisés y su paranóico, esquizofrénico y enojón dios, que después nos quieren hacer creer que ahora es bueno?, ¡Que ofensa al intelecto!
Me libré de ese mundo de fantasía, soy un hombre más libre y, aunque no lo crean, más felíz, no espero paraísos, éste es mi paraíso, no temo a infiernos, éste podría serlo y a veces lo es, ¿Qué no se puede vivir sin dios?...¡Claro que se puede, y muy bien...! ¿Qué por rechazar la religión no podremos experimentar exaltados sentimientos de gozo? ¿y Desde cuándo el sentido de maravilla, los sentimientos de empatía, bondad y caridad son exclusivos de una u otra religión? En escencia soy el mismo, sólo que ya no soy crédulo...y les aseguro, tengo una paz interna, esa paz que sólo da la honestidad intelectual. No es como la paz de un bendito, sino que es una paz que me motiva a encontrar el porqué de las cosas hasta sus últimas consecuencias, sin compromisos, ataduras, chantajes o amenazas.
¡Cuánta fantasía! casi al estilo de Guerra de las Galaxias, El Señor de los Anillos o las Crónicas de Narnia.
Lamentablemente, para mucha gente, es más fácil creer que dudar e investigar, lo veo con tanta frecuencia que estoy convencido de que "La fé es mala y la duda es buena", porque la fé te hace creer sin apelar a las evidencias y eso te puede convertir en víctima de los mercaderes de religiones, en cambio dudar te hace investigar y eso te acerca más a la verdad de las cosas, es más trabajoso, pero es lo correcto. Yo sé que los religiosos, de inmediato, apelan al sentimentalismo, "un hermoso sentimiento de convicción y paz en el pecho", pués con todo y eso, el hombre evolucionó, la muerte ya existía millones de años antes del, dizque tiempo de adán, por lo que, si la muerte no entró por un tal adán, entonces el carpintero mago se equivocó de planeta o le faltaba un tornillo, porque aquí no se le necesitaba.
Si alguien te propone que creas algo de poca importancia pídele pruebas de lo que asegura, aunque sean pequeñas, en cambio, si te propone que creas cosas grandiosas, pídele pruebas también grandiosas. Así que, si te piden que creas en un Dios, lo cual se supone que es grandioso, pídele pruebas grandiosas, etc...¡Oh!, pero te van a decir: "es pecado tentar a Dios..., o aquello de: "bienaventurados los que no vieron y creyeron...", (¿lo ves? se castiga a la curiosidad que es el motor del conocimiento y se premia la credulidad, la cual fue la causa de que la civilización occidental se hundiera en un pozo de obscuridad intelectual por más de 1000 años, la edad media, pués). pero ten cuidado, si temes perder tu testimonio, entonces no dudes, la duda es sólo para los valientes, los que aceptan retos y buscan la verdad, no porque alguien con autoridad te diga lo que debes creer, deberías creer, haz preguntas difíciles a tus líderes religiosos como: ¿la edad de la tierra?, ¿la teoría de la evolución?, ¿una serpiente y un burro que hablan? ¿un diluvio mundial? ¿cómo le hizo el oso polar para llegar al arca antes y después del diluvio? ¿y los marsupiales de australia? ¿Un dios que tiene miedo de unos albañiles que construyen una torre? ¿qué? ¿que les confundió el lenguaje? ¿el sol detenido por josué? ¿la matanza de los primogénitos de los egipcios? ¿la matanza de pueblos palestinos, hombres mujeres, niños y niños de pecho por los ejércitos israelitas enviados por moisés y su paranóico, esquizofrénico y enojón dios, que después nos quieren hacer creer que ahora es bueno?, ¡Que ofensa al intelecto!
Me libré de ese mundo de fantasía, soy un hombre más libre y, aunque no lo crean, más felíz, no espero paraísos, éste es mi paraíso, no temo a infiernos, éste podría serlo y a veces lo es, ¿Qué no se puede vivir sin dios?...¡Claro que se puede, y muy bien...! ¿Qué por rechazar la religión no podremos experimentar exaltados sentimientos de gozo? ¿y Desde cuándo el sentido de maravilla, los sentimientos de empatía, bondad y caridad son exclusivos de una u otra religión? En escencia soy el mismo, sólo que ya no soy crédulo...y les aseguro, tengo una paz interna, esa paz que sólo da la honestidad intelectual. No es como la paz de un bendito, sino que es una paz que me motiva a encontrar el porqué de las cosas hasta sus últimas consecuencias, sin compromisos, ataduras, chantajes o amenazas.