Foro de Iniciativa Atea

No son brindis al sol. Es cabreo generalizado, y todos podemos contribuir a canalizarlo de forma útil.

Si sumamos a la acción neoliberal de los "mercados" -apoyados por políticos europeos democristianos y "socialistas"- encaminada a destrozar el actual sistema social, el enaltecimiento de la CORRUPCIÓN institucionalizado por nuestro propio gobierno con sus medidas "anticrisis", lo tenemos servido en bandeja.

Podemos esperar en casa a que vengan a llevarse hasta la última bombilla -o la mismísima llave de la puerta- en nombre de la ley, o salir a la calle a apoyar a los que ya están perdiendo parte o todo, o están a punto de perderlo.

DECLARACIÓN DE EUROPA LAICA

Europa Laica rechaza el ataque ideológico a derechos sociales y cívicos, por parte del Gobierno, mientras que deja libre de los recortes y las prebendas a la Iglesia Católica y a las grandes fortunas.

Europa Laica rechaza el deliberado ataque ideológico que se está produciendo en España y en el conjunto de Europa, contra los derechos civiles y sociales conquistados, con enorme esfuerzo y durante décadas por la ciudadanía, esgrimiendo como coartada una denominada crisis, montada por una brutal codicia mercantil y política, que ha tenido diversidad de cómplices.

Europa Laica llama la atención de la ciudadanía ante la decisión del Gobierno de cargar los recortes sobre los sectores más castigados y débiles de la población, como consecuencia de una situación provocada deliberadamente, con la finalidad de eliminar derechos cívicos y sociales, mientras que las grandes corporaciones y las finanzas han aumentado sus beneficios en 2011, algunas de forma escandalosa. Todo ello en un intento de aprovechar la actual situación, para desmantelar el sector público y arrasar las conquistas sociales de las clases trabajadoras, así como los derechos sociales e individuales de la ciudadanía, que tanta lucha y esfuerzo han supuesto a lo largo de la historia.

Europa Laica rechaza que el gobierno haya apostado por garantizar -sin ninguna merma- los cuantiosos recursos que recibe la iglesia católica: Más de 11.000 millones de euros a lo largo de este año, entre subvenciones directas, beneficios fiscales y desgravaciones. Cantidades que paliarían una parte importante de los brutales recortes en Educación, Sanidad y Servicios sociales públicos, rebajas salariales o las subidas de impuestos directos, a sabiendas que todo ello afectará, fundamentalmente, a los más débiles.

Sin embargo, la iglesia católica sigue viviendo en un paraíso fiscal. La propia asignación tributaria en el IRPF que se acaba de realizar, ya sería suficiente para resolver el actual problema de la minería u otros similares. Las múltiples exenciones de las que disfruta la iglesia en IBI, ICO,... serían suficientes para eliminar muchos de los recortes sociales que se están produciendo.

Es inadmisible que el confesionalidad del gobierno y de algunos sectores políticos liberen del más mínimo esfuerzo a la iglesia católica, propietaria -mediante la usurpación- de un enorme patrimonio rústico y urbano, de importantes recursos financieros, de empresas encubiertas… al igual que eximen a otras grandes fortunas financieras y patrimoniales, imponiéndolo a la mayoría social, como si de un cataclismo natural se tratara y no de actuaciones de responsables económicos y políticos que siguen viviendo y actuando con total impunidad, o incluso aprovechando la crisis para aumentar sus patrimonios.

Europa Laica lleva en este momento recogidas más de 70.000 firmas reclamando un cambio radical en la financiación de las religiones, con el fin de exigir una modificación de la Ley de Haciendas Locales y de la Ley de Mecenazgo, para que tanto la iglesia y sus numerosas organizaciones, las demás confesiones religiosas, así como otras entidades, fundaciones u organizaciones que se valen de esta norma para verse exentas de impuestos (sociedades, patrimonio, IBI,...) los paguen y contribuyan a aumentar los ingresos del Estado, en vez de subir impuestos directos y recortar servicios públicos, que sólo conduce a más crisis y más paro.

Resulta inadmisible que el gobierno no haya planteado este tipo de medidas, así como el fraude fiscal, la lucha contra la corrupción o la imposición progresiva como elementos para superar la crisis, en vez de unos recortes o unas subidas de impuestos que traerán más recesión y pérdida de derechos.
Tan inadmisible como mantener unos catequistas designados por los obispos, adoctrinando en las escuelas y haciendo proselitismo a propuesta de los obispos, mientras que quedan sin trabajo miles de docentes interinos y se ataca al conjunto del funcionariado.

Europa Laica ante esta situación llama a la ciudadanía a movilizarse contra este brutal "golpe de Estado", para defender las conquistas y para mantener un sector público potente, que garantice la igualdad y la solidaridad, base fundamental de una sociedad libre y justa, por la que apuesta el laicismo y la emancipación laica, al luchar por las condiciones jurídicas, sociales, políticas, económicas y de todo tipo, que permitan garantizar la libertad de conciencia y la dignidad como seres humanos y sujetos de los derechos, proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Completamente de acuerdo con esto, aunque está claro que ninguna firma, manifestación o protesta va a cambiar nada, sólo las urnas traerán el cambio, siempre que no manipulen el sistema electoral, como ya hemos visto en otros países.

Lo único positivo que le veo a todos estos recortes, ideológicos la mayoría, es que dudo mucho que el PP pueda renovar el apoyo de los ciudadanos durante muchos, muchos años, así que más les vale aprovechar ahora que pueden seguir implantando una dictadura fascista, les quedan poco más de 3 años.

Espero que los que vengan detrás puedan reparar el daño que han hecho, aunque para muchos pensionistas será tarde, habrán muerto por falta de medicamentos en las próximas elecciones, muchos de ellos maldiciendo el día en el que creyeron las mentiras del PP cuando les votaron.

Yo diría que, tal y como van las cosas, el PP no agotará el plazo de la legislatura y habrá elecciones anticipadas -puede que sean las ganas, pero me parece más que probable-. Claro, que tampoco hay políticos de altura entre los que elegir, y no hay tiempo -a menos que haya por ahí algún parto a la vista- de generar algo nuevo. Pero al menos ver a estos en la oposición, y a parte de ellos y de sus protegidos en los juzgados, no debería ser un sueño utópico a estas alturas.

El "que se jodan" de la hija de un delincuente en un hemiciclo pretendidamente democrático, o el "no permitiré que conviertan Madrid en otro Atenas" de la esposa de un perseguido por la justicia en paradero desconocido son una vergüenza añadida, por si fuera poco todo lo demás.

Pero, al igual que ocurre con los exabruptos eclesiásticos, ese es el PP que a mi me gusta ver en la prensa, radio y televisión. Porque así y en las actuales circunstancias, veo muy difícil que puedan aguantar tres años ni mucho menos.

Por otro lado, el peligro real está fuera. En eso que se ha dado en llamar "mercados" y que no son más que gente con un increíble -y más que probablemente ilícito- poder económico empujando por todos lados para acabar con la democracia incipiente que se estaba consiguiendo en Europa. No gritan como locos contra la democracia como gritaron en su día contra el comunismo, porque los tiempos han cambiado, sería contraproducente y quedaría fatal como lema. Pero en el fondo temen tanto a la democracia hoy -germen de una democracia real- como en su día temieron al comunismo.

Ya hemos visto, de refilón, las maniobras de los directivos del Barclays para alterar el valor del Libor y del Euríbor. Vimos de forma igualmente fugaz en febrero que se estaba investigando a seis directivos de la banca mundial de élite por los mismos motivos.

Y las maniobras de Goldman Sachs con el carbón en Gijón, a sumar a todos los anteriores desmanes cometidos por este grupo financiero.

En cambio, estas noticias -y muchísimas otras- no son titulares a toda página ni noticia de apertura de los telediarios, sino algo a buscar buceando con lupa.

Lo que necesitamos es justicia: una que sea capaz de aplicar las leyes existentes. Alterar el precio de las cosas artificialmente en beneficio propio es un delito, pero se comete cotidianamente en nuestro perjuicio en total impunidad.

Y necesitamos poderes legislativos que dejen de promulgar leyes para proteger a los ricos y desplumar a los parados, niños -nuestro futuro- y jubilados -como si no les debiéramos ya bastante-, como si estuviéramos en la Edad Media, y que sean eficientes construyendo una legislación democrática que evite que se puedan hacer ese tipo de maniobras en impunidad, sin dejar gateras ni trucos a disposición de los delincuentes.