445.000 políticos cobrando del dinero público

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skeptic
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445.000 políticos cobrando del dinero público

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Los 445.000 políticos criticados por Pérez Reverte cuestan más de 14.000 millones de euros al año

El informe elaborado por tres asesores del Gobierno, y publicado en exclusiva por Diario El Aguijón tiene una segunda parte de análisis. La polémica acerca del informe ha aumentado en los últimos días al ser sus datos utilizados por el popular escritor Arturo Pérez Reverte en twitter quien ha generado toda una oleada de comentarios, especialmente tras enfrentarse con el no menos polémico dirigiente del PNV Iñaki Anasagasti. La pregunta ¿cuánto nos cuestan esos 445.000 políticos que el informe señala? está en boca de todos. Dos economistas han puesto para nuestro diario la cifra del coste: Unos 14.000 millones de euros al año.

Javier Gallego del Haya. 24.07.12. Por primera vez, un informe desveló uno de los secretos mejor guardados, como era saber que España tiene 445.000 políticos, que pagamos todos los ciudadanos, y que esta cifra era de 280.000 más que Alemania, 215.600 más que Italia y 202.500 más que el centralista Francia. La noticia, publicada en exclusiva por Diario El Aguijón por nuestro compañero Javier Fonseca dio la vuelta a toda la geografía nacional, y a favor del citado informe y en contra se han levantado numerosas voces. La última polémica ha sido levantada en twitter por el popular escritor Arturo Pérez Reverte quien opina, como una amplísima mayoría de los ciudadanos en las redes que antes de recortar o subir impuestos debe aminorarse de forma importante ese número de políticos. Casualmente, es la misma conclusión a la que llegaron los tres asesores de la Moncloa que elaboraron el informe a lo largo de más de dos meses y que tiene más de 600 páginas.

Las conclusiones del polémico informe

Hoy Diario El Aguijón, les muestra en exclusiva las conclusiones del polémico informe, en el que los tres asesores señalan la necesidad de reducir ese número de políticos, y ejemplifica casos de despilfarros absolutamente prescindibles. Especialmente críticos con él han sido algunos articulistas, en su inmensa mayoría políticos en activo de diferentes partidos, que intentaron atacar la información y de paso al informante, no sin ocultar en muchos casos su intención de defenderse de lo que consideran una grave acusación, y que consiste en el análisis de tres expertos que aseguran que España tiene una estructura política que no podemos pagarnos. Curiosamente ninguno de los críticos parece haberse dignado en llamar a Presidencia del Gobierno para saber sobre el informe, como también resulta curioso que de no ser cierto el informe tal y como afirman los críticos, desde Presidencia del Gobierno no se negara o rectificara la información en ningún momento, lo que demuestra la certeza de la información publicada por nuestro diario. Este ataque directo a la información, en la técnica habitual de matar a mensajero, basado en supuestos desajustes de cifras sólo evidencia el nerviosismo ante la creciente corriente de opinión que pide que se eliminen privilegios, de los que disfrutan la mayoría de quienes han escrito en contra del estudio. Polémicas aparte sobre pequeñas diferencias de datos aparte, lo que nadie duda ya tras conocer los datos sacados a la luz por este informe es que España tiene un número insostenible de políticos, y la ciudadanía pide que los recortes comiencen por los políticos antes de llegar a los servicios públicos.

Un informe elaborado a lo largo de más de dos meses con el que se sigue trabajando

El informe que fue finalizado el 29 de marzo de 2012 y consta de más de 600 páginas, constituyó uno de los documentos de trabajo que destapó la existencia de empresas públicas inactivas desde hace muchos años, algunas desde los Juegos Olímpicos y la Expo de Sevilla en 1992. En las conclusiones puede observarse que se destaca la existencia de una empresa dedicada al fomento de la tortilla de la patata, que fue el ejemplo puesto por Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del 16 de marzo en la que se anunció el plan para eliminar 80 empresas públicas. La Vicepresidenta llegó a denunciar en la rueda de prensa que “hay empresas con más miembros en el consejo de administración que personal”, y que no por casualidad coincide con el análisis repetido a lo largo de todo el informe por los tres asesores.

En la elaboración del informe que fue encargado por Hacienda, participaron no sólo los tres asesores que dependen de las áreas de Hacienda, Administraciones Públicas y la Oficina Económica, sino que estuvieron trabajando en su elaboración al menos otras 15 personas y se tardó unos dos meses en terminarlo. El informe se está utilizando ahora mismo en una comisión sobre duplicidades, además de haberse tenido en cuenta en los análisis de las deudas de las comunidades autónomas.

El ejército de políticos nos cuesta más de 14.000 millones como “coste mínimo”

En este punto y para aclarar la polémica, Diario El Aguijón ha querido saber cuánto nos cuesta esa inmensa cantidad de políticos, además de analizar y contrastar las partidas señaladas por los críticos del informe. Para ello Diario El Aguijón ha pedido a dos importantes investigadores de la economía que realizaran esas valoraciones. Un encargo que ha sido aceptado por Luis Huete, Economista del Estado y jefe del servicio de estudios y análisis de la Asociación Profesional de Directores de Recursos Humanos y por el editor del diario económico más antiguo de España, El Mundo Financiero.com, José Luis Barceló, profundo conocedor de la realidad política nacional, y que estos días es noticia al ser el medio de referencia económica sobre la situación de España para la prensa china y taiwanesa.

El coste calculado por ambos expertos es de uno 14.000 millones de euros. Para ello han tomado como base el dato que la Agencia Estadística Europea estableció en 2010 del salario medio de 31.230€ al año para los cargos públicos españoles. A este sueldo medio se le ha aumentado el IPC de 2011, lo que lo sitúa en unos 32000 euros anuales, es decir unos 2285 € brutos mensuales con dos pagas extraordinarias. Luis Huete advierte, que “es difícil creer que los políticos o sus cargos de confianza cobren 1500 o 1600 euros netos al mes, y para eso sólo hay que darse una vuelta por los sueldos publicados en la prensa o por las administraciones madrileñas, pero dado que no existen otras comparativas, hemos preferido utilizar este dato para establecer el coste mínimo. A partir de ahí, la cifra real siempre estará por encima”. Esta cifra, multiplicada por los más de 445.000 políticos que refleja el informe nos da un resultado total de más de 14.258 millones de euros y siempre teniendo en cuenta que como explica Luis Huete se trataría de la cantidad mínima.

Los datos controvertidos no alterarían el resultado final.

Ambos coinciden en señalar que algunos de los cargos señalados en el informe no tienen coste para los contribuyentes o lo tienen en cantidades pequeñas. Por ejemplo la mayoría de los concejales de unos 5000 municipios no suelen tener una retribución fija, aunque sí es común cobrar por la asistencia a plenos y alrededor de un 45% de los liberados sindicales lo son a cargo de empresas privadas por lo que su coste no es sostenido por el presupuesto. Aún así ambos señalan que dado que el informe refleja un margen de error de un +-6%, estos pequeños colectivos no influirían en el resultado total del coste, dado el gran volúmen final señalado. Ambos coinciden en señalar que parece haber pequeños desajustes en algunas cifras del informe como el total de diputados y senadores donde hay un pequeña variación que no coincide con el dato actual, aunque ambos señalan que puede deberse a la inclusión de ese grupo a algunos de los cargos de confianza existentes en el Congreso y el Senado o a alguna otra variante. Por el contrario, si el informe señala algunos diputados y senadores de más, los dos analistas han señalado a Diario El Aguijón que también en el listado no encuentran a los cargos políticos que desarrollan su labor en las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno. Luis Huete señala que “cuando se hace un informe tan complicado como éste, es normal que parezca que existen desajustes, pero normalmente suele ser debido a que se contabilizan en unas partidas u otras a determinados colectivos, lo cual sólo se ve cuando se estudia pormenorizadamente el informe. Por ejemplo en la tabla no vemos a los Delegados y Subdelegados del Gobierno, que evidentemente son cargos políticos”. Por su parte José Luis Barceló indica que “el informe se nota que está muy trabajado y sus autores explican en las conclusiones las dificultades que han tenido para elaborarlo. Para mí la síntesis es que la cifra final que arroja está muy afinada y aunque ellos mismos reconocen que pueden tener un margen de error de un 6%, este tema hay que tomárselo muy en serio porque un tamaño de políticos o de colocados por designación política de estos volúmenes es insostenible para cualquier país, y sólo hay que verlo en comparación con el resto de Europa”.

Las partidas controvertidas del informe y la crítica a la existencia de múltiples duplicidades en trabajos para los que ya están contratados funcionarios.

Como señala José Luis Barceló, el estudio elaborado por los tres asesores de Presidencia del Gobierno, y destinado uno de ellos en la Oficina Económica del Gobierno, el otro en asesoramientos relacionados con la administración pública y el tercero en Hacienda, señala en sus conclusiones un margen de error de un +- 6% sobre el total de los 445.568 políticos empleados en todas nuestras administraciones. Este margen de error, según señala el propio informe es debido a “la dificultad para acceder en algunos casos a los datos concretos” y en ningún caso se han incluídos funcionarios o empleados públicos sino exclusivamente aquellos que son cargos electos o que han sido elegidas, designadas o nombrados por estos, y que por tanto cumplen una función política en la administración.

. En esas conclusiones indican que estas dificultades les han llevado incluso a tener que extraer datos de personas externas de la propia administración. Además en el informe, que no duda en calificar a la “administración pública sobredimensionada hasta extremos elefantiásicos”, señala que esta sobredimensión se debe principalmente a los políticos que realizan funciones para los que ya existen funcionarios a un menor coste, elemento que está en la base de las críticas que ha recibido el informe y que casi han sido lanzadas unánimemente por personajes que viven o han vivido una parte importante del erario público.

Precisamente uno de los datos que recoge el artículo y que más duramente ha sido criticado ha sido el poner número a los liberados de los sindicatos y la patronal. Los autores del estudio señalan que aunque no eran objeto del estudio han preferido incluirlos porque era un dato que nunca se había aclarado y que lo hacen “a mayor abundamiento” y porque estos delegados “realizan una función de representación institucional y por tanto política, y que son financiadas con fondos públicos”.

Otro de los puntos más controvertidos del informe es la crítica a las inversiones en los medios de comunicación, en el que se destacan la enorme cantidad de personas dedicadas al control político de los tareas administrativas de todas las administraciones señalando casos en los que destacan la presencia de políticos encargados de funciones de comunicación y prensa incluso en ayuntamientos que no cuentan más que con un solo policía local.

Como podemos ver, la realidad es que la denuncia de Arturo Pérez Reverte tiene una sólida base, mientras que los críticos al informe, simplemente han demostrado o no conocer la realidad, o estar exclusivamente defendiendo sus intereses y sueldos personales mostrando su nerviosismo por unos datos que siempre se habían intentado tener a resguardo de la opinión pública.
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skeptic
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¿Quienes son los tres juntaletras que negaron que existan 445000 políticos?

Por César Román

Hace unos días surgió la polémica a cuenta de las declaraciones de Arturo Pérez Reverte en twitter sobre la existencia de 445.000 políticos en España, cifra que pedía disminuir de forma importante. La cifra fue publicada por Diario El Aguijón, en una magnífica y solvente información elaborada por Javier Fonseca en la que nos hacíamos eco de un informe elaborado por tres asesores de La Moncloa. Cuando alguien con el potencial mediático de Pérez Reverte hace unas declaraciones comoe estas, rápidamente se lía en las redes sociales. Sin embargo, en esta ocasión varios componentes más hicieron que la polémica tomara tintes kafkianos, cuando no carpentovetónicos, como se decía en La Codorniz. Y es que tres “señores” dedicaron sesudos artículos en blogs y en un digital para negar la mayor, llegando a la conclusión de que nuestra información era un bulo. Las hordas de partidarios y estómagos agradecidos a los políticos ya tenían con qué intentar argumentar contra el escritor. Y ahí que se lanzaron. No criticaban el trabajo elaborado por los asesores de La Moncloa que es el que da la cifra, sino que dedican sus dardos al medio que se hizo con el informe y que lo publicó. Se ve que les va eso de intentar matar al mensajero, y de entender de esa forma tan peculiar lo que es el derecho de la información. Parecen echar de menos la antigua ley de prensa, o simplemente son de los que les gusta andar con la manida manía de echar la culpa siempre al periodista. ¡Que malos son estos periodistas, que sacan lo que a mí no me gusta! ¡Como jode la información cuando no sirve a mis intereses!

El tiro les ha salido por la culata, y tras la publicación de las imágenes del informe en nuestro diario, la tortilla se ha vuelto y la pregunta que ahora todo el mundo se hace es ¿por qué dijeron sin prueba alguna que era un bulo? ¿Intentó alguno de estos ilustres opinadores comprobar más allá de sus suposiciones lo que decían? Claro que no. Era mucho más fácil decir que era mentira, y punto. Muerto el perro, se acabó la rabia. Pero claro, la verdad sólo tiene un camino, y al final siempre sale a la luz. Desde que las imágenes del informe se publicaron, lo que ha quedado en evidencia son quienes negaron la información. Y es que a lo largo del tiempo que nuestro diario lleva trabajando, nunca hemos recibido ni una queja, ni una nota de rectificación a ninguna de nuestras informaciones. A esta tampoco, lo que dice mucho a favor de todos los profesionales de nuestra redacción.

Sin embargo, lo más interesante para saber porqué realizaron tal acusación es ver quienes son los tres personajes de marras y seguramente nuestros lectores sabrán, a renglón seguido, cuáles son los motivos que les llevan a asegurar tales acusaciones.

El primero de ellos es un tal Enrique Bethencourt, que parece que fue el primero en publicar en su blog “La tiradera” un artículo diciendo que los 445.000 políticos eran un de bulo. ¿Qué argumentos esgrime para llegar a semejante conclusión? Pues nada más y nada menos que a él le parecen muchos, y que algunos datos no le cuadran. No ha visto el informe, no sabe cómo se gestaron los datos, pero concluye que los datos no cuadran, y de ahí pasa a asegurar que es falso. Tremenda objetividad. Pero sobre todo se basa en que él no considera políticos más que a los que han sido elegidos por las urnas. Si aplicamos su “lógica aplastante” resulta que no hay más políticos que los diputados y los concejales.Vamos, que va a ser, según el tal Bethencourt, que los partidos no colocan a los suyos en la administración, y que a los colocados, no se les tiene que calificar de políticos. Parece que quiere que les llamen funcionarios o empleados públicos, para que así pasen más desapercibidos, y que cuando lleguen los recortes, echen a los interinos a la calle, en lugar de a ellos. El tremendo analista va más allá en todo un alarde de “objetividad” y se atreve a señalar que en realidad no son 445.000 sino 100.000. ¿Y porqué? Pues porque sí. Así sin ningún dato más. Él, que se erige en censor de la información de los demás y exije rigor y datos contrastados, se permite dar una cifra sin el menor contraste, sin la menor fuente, y sin nada. Lo ancho para ti, lo estrecho para mí.

Pero lo mejor llega cuando nos vamos a su blog y miramos a ver quién es este individuo que se permitirt subir al púlpito y dictar qué es verdad y qué es mentira. Resulta, ¡qué casualidad!, que Enrique Bethencourt ha sido el jefe de prensa del tumultuoso Gobierno de Canarias entre 1999 y 2003 con Román Rodríguez, y anteriormente fue el jefe de prensa de la Consejería de Educación también en Canaras entre 1993 y 1999. Vamos que fue el que durante 10 años, en uno de los gobiernos con más escándalos por corrupción ha tenido Canarias, se dedicaba a dar las versiones oficiales y defender ante las cámaras a los políticos, además de repartir a los medios la tartita de la publicidad institucional. Ante el dato, me da por levantar el teléfono y llamar a algunos compañeros de medios canarios para ver qué tal es este tipo, y ¡que casualidad de nuevo! que me dicen de todo de él, menos bonito, sobre todo en lo relacionado con el reparto de subvenciones a periódicos, y demás. ¡Claro que no le gusta la información! ¿Cómo le iba a gustar siendo él uno de esos 445.000 políticos?, ¿o prefiere llamarle cargos politizados, o nombrados a dedo o mamporreros del partido de turno?

Pero lo mejor de todo, es que se permite presentase como periodista. Curioso. Sobre todo, si tenemos en cuenta que según él mismo cuenta, es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Vamos que de periodista, nada de nada. Y este bocachanclas agradecido a los políticos nacionalistas canarios, que ha navegado entre las más gráciles corruptelas isleñas, y que practica el, llamémoslé, intrusismo en el periodismo, es quien se permite el lujo de criticar el trabajo de un profesional de la comunicación como Javier Fonseca, con más de 30 años de profesión a sus espaldas, y que ha sido profesor de periodismo en tres universidades diferentes. Como siempre, habla el que más tiene que callar, y el que más tiene que agradecer.

A este oscuro personaje, le sigue otro que tal baila. Se trata de Iñigo Saez de Ugarte, que en otro blog se limita a casi copiar y pegar la misma argumentación sin suelo de Enrique Bethecourt. Esto de los periodistas de corta y pega, que ya es una plaga, es una técnica depurada para los más ociosos y sectarios de la profesión. Sólo por eso debería ser más que suficiente para dejar de leerlos, al menos hasta que dejen de aplicar técnica tan avanzada que debió aprender en un curso de periodismo de CCC. Este señor, como el anterior, ni comprueba nada, ni hace la menor gestión para saber nada, y se pliega a repetir como una cotorra en celo lo que ha leído al otro, sin aportar nada nuevo. ¿Por qué hay que creerlo si no aporta ni un solo dato que demuestre su aseveración? ¡Porque yo lo valgo también, oiga! Saez de Ugarte, ex empleado de Berlusconi, y al que nunca tuvo bemoles de criticar cuando cobraba y comía de él como tantos y tantos valientes de esto de la tecla y la cámara, viene siendo desde hace ya muchos años uno de esos ejemplos evidentes del periodismo parcial y sectario. Ya lo demostraba en sus crónicas, bastante malas por cierto, desde Oriente Medio en las que los malos siempre eran unos y los buenos otros. Ante el tweet de otro corresponsal de guerra como Pérez Reverte, bastante más profesional que él por cierto y con muchas mejores crónicas, debió darle un ataque de caspa porque llevaba la contraria a sus intereses sectarios de defensa de la casta política y sus negocios, incluída la siempre bien regada repartición de publicidades varias entre los medios para los que siempre ha trabajado. De ahí, que sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, se lanzó a intentar matar al mensajero, sin contraste de información alguna.

Y para completar el circo, para poner la guinda del despropósito en este desfile de la estulticia, sólo faltaba que apareciera la cabra de la Legión mediática, o lo que es lo mismo uno de esos abrazafarolas del digital dirigido por el siempre “imparcial” Federico Jiménez Losantos. Tan imparcial como los dos anteriores sujetos, dicho sea de paso, y para que nadie se confunda. Se trata en esta ocasión de un tal José García Domínguez, que debe ser muy conocido en su casa a la hora de comer, o en la de Esperanza Aguirre, que para el caso es igual. Este cretino, dicho sea con todos los respetos para los habitantes de Creta, se presenta diciendo que “de pequeño era de izquierdas”. Cuando leí semejante presentación en twitter, me froté los ojos, y tras una carcajada, sólo pude soltar ¡coño, como Mussolini! no si antes recordar que todos los genocidas del siglo pasado anduvieron antes o después por esa acera. Alguien que se presenta de esa forma no demuestra estar muy en sus cabales, o no haber tomado la medicación ese día, máxime cuando a continuación dice que es liberal. No sé que pasa ultimamente, pero aquí es liberal hasta el tato. Claro que serán liberales de los de los intercambios de parejas, porque del carro de la subvención y la publicidad institucional de la Comunidad de Madrid no se apean, ni para atrás. Y por eso ladran, precisamente. Para defender el plato de lentejas, que les pagamos todos con nuestros impuestos.

Este gañán de las letras patrias se permite insultar a nuestro compañero y a nuestro diario, y una vez más con el mismo argumentario sin argumentos de los dos anteriores. Se ve que la estupidez no sabe de ideologías, sobre todo cuando las ideologías se guardan en un cajón para defender, bien prietas las filas, a quienes les dan de comer, y que en este caso son esos 445.000 políticos que quieren ocultar como sea. Es perfectamente comprensible que este lacayuelo de la clase política, busque defender a quienes pagan mediante publicidad institucional a su medio, y por tanto sus emolumentos, incluso dejándoles tener antenas en suelo del Canal de Isabel II por las que tendrían que pagar como todo hijo de vecino. Incluso entiendo que le ofenda que exista un medio como el nuestro, que no acepta por principios ninguna publicidad institucional, lo que nos autoriza a sacarles los colores a todos los correligionarios del tal García Domínguez en esto del liberalismo egipcio que practican. Es normal, dentro de la anormalidad que supone que alguien lo tome como fuente de información, para algo más que para saber la temperatura de las enaguas que les arropan bajo las faldas de la lideresa que les echa de comer.

Como decíamos al principio, siempre habla quien más tiene que callar, o quien más prebendas tiene que justificar. Tres eran tres, los lacayuelos del poder.
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Shé
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Re: 445.000 políticos cobrando del dinero público

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Seguimos con el aguijón clavado, eh? 8-)

Caer en la cantilena de que hay que reducir el número de políticos... al fin y al cabo son los que nos representan.

Otra cosa es que se les critique, denoste, lleve ante la justicia o eche a los leones por no cumplir con su mandato o por corruptos.

Pero no reducir su número, que por cierto parece la última idea de la Cospedal. Me recuerda otra luminiscente parida que he oido en la radio estos días, que se le ha ocurrido a no sé quién -algún otro iluminado facha neoliberal, probablemente- de que los políticos no deberían cobrar y acreditar que se pueden ganar la vida con otra actividad paralela.

Qué fácil es calentar el ambiente y llevar a la gente a tierras movedizas. Los políticos son malos, quitémoslos de enmedio, que no cuesten dinero al erario público. Suena bien, verdad? Pero es suicida.

Ojo con César Román y su curioso historial, por si no fuera suficientemente mosqueante el planfleto que dirige llamado diario el Aguijón:
César Román Viruete, un curriculum politico impresionante:
FALANGE ESPAÑOLA - Expulsado
PLATAFORMA POR MADRID - Expulsado
CENTRO DEMOCRÁTICO Y SOCIAL - Expulsado
EL CENTRO (su propio partido) - Expulsado
Por cierto, también es subdirector del periódico digital de la Guardia Civil, César Román. Si es que no lo han echado aún.
Por un mundo más libre y con menos hipocresía, asóciate: https://iatea.org.es/asociarse.php

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Shé
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Re: 445.000 políticos cobrando del dinero público

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Por cierto, y sin entrar en si hay 445.000 políticios, si cuestan 14.000 millones de euros al erario público salen a menos de 31.500 euros anuales de media.

La iglesia nos cuesta más de 11.000 millones de euros al año.

Puestos a cuestionar realidades, el problema no está ni en el número de políticos ni en lo que cuestan, sino en lo mal que lo hacen. Por ejemplo, mantienen los privilegios de la iglesia, permiten y/o practican la corrupción a todos los niveles, no permiten a los inspectores de los distintos ministerios cumplir con su misión, no entienden que su trabajo es representar a los ciudadanos y un largo etcétera que sí son auténticos problemas.

Esto, en cambio, sí que es un escándalo, que no parece que el diario Aguijón vaya a explotar:
Por otra parte, España es el país que tiene menos inspectores de Hacienda en relación a la población tributaria. Hay un inspector por cada 1.680 contribuyentes, tres veces inferior a la media de los países de la OCDE y cinco veces inferior a Franca y Alemania.
Fuente

Y, en general, un número de funcionarios por habitante inferior a otros países europeos.
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Pastranec
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Re: 445.000 políticos cobrando del dinero público

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Evidentemente la cifra esa es mentira y solo hay que buscar un poco en Internet para demostrarlo.

Políticos electos en España hay 68.462 (alcaldes y concejales, de los cuales la mayoría no cobran)+1.268 («diputados autonómicos»)+350 (diputados nacionales)+266 (senadores) = 70.346 políticos elegidos.

Luego están los no electos, ministros, consejeros de comunidades autónomas, delegados y subdelegados de gobierno, secretarios de Estado y demás calaña. Tiremos por lo alto, y pongamos que hay 100 de estos por provincia, lo que hacen un total de 5.000 «altos cargos» ¡Ni aunque fueran mil!

En total tendríamos 75.346 políticos cobrando de las arcas públicas.

Venga, subamos la cifra e incluyamos a los sindicalistas que cobran del sindicato, porque los sindicalistas que cobran de la empresa no cuestan al erario. ¿Cuántos queréis poner? ¿100.000? Muy lejos aún de los 445.000
Alcaldes, concejales y asesores cuestan en España más de 300 millones al año


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Cuestión a parte es la de si hay o no demasiados políticos en España. Yo creo que sí. No entiendo qué hacen 1.268 diputados autonómicos. Para mí sobran todos. Las autonomías deberían de ser, como mucho, una suerte de «diputaciones» de provincias con el fin de coordinar inversiones.

También me parecen exagerados los 68.462 concejales. Los ayuntamientos se parecen al parlamento, con un grupo mayoritario que gobierna y una oposición, pero en sus funciones son un gobierno, donde solo pinta el alcalde y los concejales. Yo suprimiría todos los concejales, y se elegiría solo al alcalde (y teniente alcalde). Y luego, en función de la población podría nombrar un equipo, que debería salir (al menos mayoritariamente) de los trabajadores del ayuntamiento.

Eso sí, esto supone que los partidos pequeños se quedarían sin representación política.

Por cierto, que el PP ha hecho una modificación en los ayuntamientos y ha suprimido las pedanías. Yo creía que las pedanías existían en toda España, pero parece que no, que es una cosa de León y algunas zonas de Castilla. Las pedanías son con un gobierno de cada pueblo y aldea. Un ayuntamiento que tiene varias poblaciones tiene en cada una un alcalde pedáneo (o presidente del pueblo) que gestiona los montes, pastos, aguas y varias cosas más. Generan recursos propios, prácticamente ninguna está subvencionada, y con lo que sacan mejoran el pueblo. Ninguno de estos alcaldes pedáneos cobra un duro, así que suprimirlos no constituye ningún ahorro, pero eso sí, el ayuntamiento se va a hacer con los recursos económicos que generaban. Es un auténtico expolio.
Interroga mundum. Nulla vita sine scientia, nulla vita sine studium.
Carpe diem
Sapere aude

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