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Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Dom Sep 15, 2013 10:28 pm
por Shé
Cómo votar en las elecciones alemanas siendo español
Electoral Rebellion pone en contacto a alemanes dispuestos a ceder su voto con personas de todo el mundo.- Sus organizadores quieren centrar su mensaje en España porque saben que las políticas económicas "afectan especialmente a los españoles"

JAVIER PÉREZ DE LA CRUZ Berlín 14/09/2013 20:34 Actualizado: 15/09/2013 09:25
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Algunos de los participantes en la campaña Electoral Rebellion.- FACEBOOK
"Creo que no es aceptable que la política alemana decida sobre las vidas de personas que no han votado este gobierno". "Pienso que no es justo que a la gente de fuera de Alemania le afecten las medidas que se toman aquí pero no tengan ninguna voz". Estos son dos ejemplos de los argumentos que claman algunos de los ciudadanos alemanes que el próximo día 22 acudirán a las urnas para elegir el próximo canciller germano. Sin embargo, su voto no será resultado de su propia decisión, sino de la petición previa de una persona extranjera. Es una rebelión electoral.

Egality Berlin es un pequeño colectivo de la capital alemana formado por gente joven, activista y utópica. Ellos son los impulsores de Electoral Rebellion, una campaña con la que quieren poner en contacto a alemanes dispuestos a ceder su voto con todo aquel que lo quiera tomar. Pelean por una democracia global, lejos de los límites de las fronteras nacionales. "Este sistema ya no tiene sentido; se ha globalizado todo menos la democracia", explica Sonja Wyrsch en un céntrico café de Berlín.

Sonja es una de las organizadoras de la iniciativa, en la que está trabajando para encontrar a votantes potenciales de todo el mundo. Aunque según confiesa, España, los españoles, mejor dicho, son uno de los grandes focos de la campaña. "Estamos expandiendo el mensaje a través de organizaciones como el 15-M de Berlín. Pensamos que allí va a ser fácil encontrar a gente interesada en participar porque las políticas económicas de Alemania os están afectando a los españoles especialmente".


Pelean por una democracia global, lejos de los límites de las fronteras nacionales
"En Alemania se han aplicado medidas neoliberales durante los últimos 10 años, y le está yendo bien, pero a costa de los países del Sur de Europa, que no han tomado esas mismas medidas y que ahora están forzados a hacerlo". Así, y en español, se expresa Filip Nohe, originario del rico Estado de Baden Württemberg y trabajador en la ONG Intermón Oxfam. No obstante, para él el poder germano va mucho más allá de la economía: "también tiene mucha influencia en el cambio climático o en la venta de armas", añade antes de recordar que Alemania es el tercer exportador de armas del mundo, por detrás de Estados Unidos y Rusia. Por todo esto Filip ha decidido donar su voto al israelí Shimri Zameret. Está dispuesto a renunciar a un derecho fundamental para "protestar contra un sistema global no democrático y mostrar su solidaridad a los afectados por la política alemana "

Sin noticias de Europa en la campaña
Sin embargo, de ninguna de las preocupaciones de Sonja o Filip se habla durante estos días en Alemania. A apenas una semana de las elecciones federales, temas como la crisis de la Unión Europea y la austeridad impuesta a los países del sur están pasando completamente desapercibidos en la campaña electoral. Ninguno de los dos grandes partidos, ni la conservadora CDU de la actual canciller Angela Merkel, ni los opositores socialdemócratas de la SPD, parece que quieren poner el asunto sobre la mesa. A esto se une la más absoluta indiferencia que a muchos alemanes les producen estos comicios. Se espera tan poca participación que desde la televisión se está animando al voto a través de personalidades del mundo cultural y deportivo con la coletilla de "no se queje, vote".

Según los expertos, que haya una alta abstención favorece la reelección de Merkel, una reelección que, de todas maneras, las encuestas dan por hecha, con casi un 40% de intención de voto. Sin embargo, su presumible victoria no le permitiría gobernar en solitario. En la actualidad, comparte el poder con los liberales del FPD, pero estos se han desplomado tanto desde las últimas elecciones que muchas encuestas incluso les dejan fuera del Bundestag, el Congreso de los Diputados germano. ¿Con quién se aliará Merkel? Ahí está la duda y el posible matiz de las futuras políticas alemanas.


El voto de los españoles
Aun así, la sensación de que todo será siendo igual después del día 22 está muy extendida. También entre alguno de los españoles que gracias a la rebelión electoral de Egality va a poder participar en la elección de la nueva o nuevo canciller, como el catalán Joan Marc Simon. "Yo es que no creo que las cosas vayan a cambiar mucho con la CDU ni con la socialdemocracia", cuenta desde Barcelona. "Lo que nos encontramos es que gane quien gane, lo que tiene que hacer es defender los intereses de los alemanes, aunque sus decisiones afecten directamente los intereses de España".

Es un acto de protesta que en Alemania utilizan para dar voz y voto a quien no lo tiene
A pesar de ese pesimismo omnipresente, Joan Marc fue de los primeros en entrar en la página de Facebook de Electoral Rebellion y comentar en una de las publicaciones que ciudadanos alemanes habían escrito en el muro y con la que anunciaban su intención de ceder el voto. De esta manera es como funciona la iniciativa y así es como él consiguió que Luisa Seelbach se comprometiera a poner en la urna la papeleta del partido que él decida. Pero ¿y si la persona extranjera pide que vote a un partido extremista como el NPD, abiertamente neonazi? Sonja Wyrsch, de la organización, pone cara de póquer y dice que en teoría no debería haber negativa, pero que al final todo depende de cada persona, que es quien físicamente va a introducir el sobre.

Egality se limita a ser una plataforma que pone en contacto a personas que piensan que la democracia es mucho más grande que un país o una nación. Son un movimiento todavía pequeño, que sigue la senda de proyectos similares que se realizaron en las elecciones de Gran Bretaña en 2010 y en las de Israel del pasado enero. Es un acto de protesta que en Alemania utilizan para dar voz y voto a quien no lo tiene y que españoles, como Joan Marc sostiene, quieren utilizar "para poner de relieve que en España la democracia es limitada".
Público, 14 de octubre 2013

Re: Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Lun Sep 16, 2013 12:33 pm
por skeptic
Lo malo es que podría pasar que una panda de fachas terminara usando esa iniciativa para votar a Merkel. Mejor que voten ellos y se dejen de rollos utópicos.

Re: Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Lun Sep 16, 2013 3:01 pm
por Shé
Ya ves que no eres el primero en tener esa idea.

Pero como lo están circulando a través del 15M, no creo que ocurra.

Lo que sería estupendo es que esos estadounidenses que no se molestan en votar, nos cedieran el voto a los europeos. Seguro que saldría Nader, si es que se sigue presentando. :lol:

Re: Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Mar Sep 17, 2013 8:33 pm
por skeptic
O mejor, el 50% que dicen que se van a abstener en España, que le den su voto a los cubanos.

Re: Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Sab Sep 21, 2013 8:41 pm
por Shé
Está claro que en el Sur de Europa deberíamos tener derecho a votar en Alemania. Al margen de que se nos dé la oportunidad de hacerlo mediante la cesión individual de algunos alemanes.

No sé qué habilidad tienen los líderes de países poderosos para transformar el hecho de vivir a costa de otros países en ayudar a esos países. El día en que los ciudadanos de unos y otros países sepamos desbrozar la verdad que esconden estos discursos, esos líderes estarán acabados.
Merkel despide la campaña exigiendo más reformas al sur de la UE
"Ni eurobonos ni emisiones de deuda conjunta”, asegura la canciller en un multitudinario mitin en Berlín a 24 horas de la votación
ESPECIAL Elecciones alemanas 2013


LUIS DONCEL Berlín 21 SEP 2013 - 16:40 CET
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Merkel durante el mitin. / REUTERS LIVE!
Angela Merkel parecía estar entre amigos esta mañana. El último mitin masivo un día antes de las elecciones, celebrado en el centro del Berlín, se ha convertido en un gran homenaje a la líder que tiene todas las papeletas para seguir gobernando Alemania cuatro años más. Mientras los simpatizantes democristianos ondeaban sus carteles naranjas con la palabra “Angie”, Merkel desplegó un discurso europeísta pero al mismo tiempo duro con los países del sur. Habrá ayudas, sí, pero la solidaridad no basta. Hace falta continuar con las reformas, por duras que sean.

Fuerte (un mandato fuerte para cuatros años más, una Alemania fuerte, una Europa fuerte…) y amistad (con el resto de países) fueron algunas de las palabras más repetidas por la canciller. Merkel destacó la importancia que tiene para Alemania el que Europa (a donde se dirigen el 60% de sus exportaciones) vaya bien. Pero no solo echó mano de la cartera. La líder democristiana recordó que el año que viene se conmemorará el aniversario de la I Guerra Mundial, y que esta es la primera vez en muchos siglos que Europa vive 70 años de paz continuada.


Si aumentamos los impuestos y las tasas, no tendremos más ingresos, sino menos; no habrá más puestos de trabajo, sino menos",
Así que la Alemania de Merkel echará una mano a los países del sur. Pero no a cualquier precio. Estos deben seguir con las reformas, como las que la propia Alemania hizo cuando era “el enfermo de Europa”. La canciller citó como ejemplo la decisión de elevar la edad de jubilación a los 67 años. Pero la ayuda, avisó, tiene un límite: “Ni eurobonos ni emisiones de deuda conjunta”, aseguró entre incondicionales que asentían con la cabeza. Pero cuando los asistentes irrumpieron en aplausos –quizás el mayor de todo el acto- fue cuando Merkel recordó los ataques y críticas que sufre desde países como Grecia o Portugal. “Me alegro. Porque puedo viajar por un continente que disfruta libertad de opinión, de movimientos o religiosa”, aseguró.

El Tempodrom, el lugar elegido, cercano a la céntrica Postdamer Platz, estaba hasta la bandera. Pero los mítines en Alemania no son tan multitudinarios como en España. Esta mañana en el centro de Berlín se habrían reunido entre 1.000 y 2.000 simpatizantes de Merkel. Como Katrin Steinbrenner, funcionaria berlinesa, que no tenía ninguna duda de la victoria de la actual canciller.

“[El candidato socialdemócrata Peer] Steinbrück se ha equivocado de campaña. No ha hablado de los temas que nos interesan y solo ha sabido criticar. Ella va a ganar”, sostenía estas funcionaria berlinesa, que ve con buenos ojos la política de “ayudas al sur de Europa a cambio de reformas”. O Felix Kayser, director de ventas de una empresa informática, que alertaba del riesgo de que la irrupción del partido antieuro Alternativa para Alemania acabara dando la mayoría a un Gobierno de coalición entre socialdemócratas, verdes y los izquierdistas de Die Linke.

Además de Europa, Merkel destacó la importancia de continuar con su política interna, que ha permitido crear puestos de trabajos y reducir la tasa de paro a mínimos. La líder de la CDU avisa de que un Gobierno de centroizquierda destruiría el clima de confianza subiendo impuestos. También descartó la creación de un salario mínimo interprofesional, una de las propuestas estrellas de Steinbrück. Al lado inverso de los carteles con el nombre de “Angie”, se podía leer el eslogan electoral: “Juntos ganaremos”.
El País, 21 de septiembre 2013

Re: Quieres votar el domingo en Alemania? Puedes.

Publicado: Dom Sep 22, 2013 10:47 am
por Shé
A veces pienso que, para evitar abusos por parte de los poderes fácticos desde países poderosos como EEUU, Rusia, Alemania o el Reino Unido, o de Brasil, China o India, habría que aplicar en política algo parecido a la Ley Antitrust, obligando a países demasiado grandes o demasiado ricos a escindirse.

Los países más poderosos no garantizan en absoluto el bienestar ni el progreso social de sus ciudadanos. Pero sí permiten que su aplastante maquinaria financiera, política, económica y social, al servicio de intereses privados, adquiera la fuerza suficiente como para controlar el devenir de la humanidad. En la actualidad, todo ello vestido de democracia, y ante nuestras impotentes narices.

La reunificación de Alemania ha hecho de ella un país más fuerte, pero también ha hecho de los alemanes ciudadanos más débiles, y ha convertido el resto de la Europa del euro en un tablero de juego en el que nosotros, sus ciudadanos, no valemos nada porque hemos cedido la soberanía.

Me refiero, claro, a la Ley de Estabilidad Presupuestaria cuya promulgación pronto hará dos años, requirió un cambio importantísimo de la intocable y sagrada Constitución Española, su artículo 135, cambio realizado con toda urgencia y prácticamente sin debate, ante la presión europea alemana del Deutche Bank.
Alemania se engaña y engaña a Europa

22 sep 2013

Juan Torres López

Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

En los últimos meses se ha dado gran importancia a las elecciones alemanas de hoy domingo, considerándolas precursoras de un cambio de políticas en Europa pero creo que no la van a tener, pues me parece que la situación política y económica no variará mucho allí ni en Europa, sea cual sea su resultado.

Una nueva victoria de los conservadores no sólo no modificará la política de Merkel, sino que incluso es posible que lleve a debilitar el impulso que su gobierno había dado a la economía en los últimos meses para mejorar su imagen ante el electorado y a reforzar su fundamentalismo. Y no cabe esperar ni siquiera alguna tímida reformulación del discurso europeo si no se endurece con firmeza la posición de otros socios de la eurozona.

Tampoco cambiarían mucho las cosas con una victoria socialdemócrata, a estas alturas poco previsible, o incluso de Los Verdes. Aunque en sus programas tratan siempre de diferenciarse de los democristianos y ahora proponen la puesta en marcha de una especie de nuevos planes Marshall para reactivar las economías, si llegaran de nuevo a gobernar no se alejarían de lo que ha hecho y volverá a hacer Angela Merkel.

Así será porque los partidos políticos gobernantes en Alemania son materialmente esclavos desde hace mucho tiempo de la clase empresarial y financiera que es quien de verdad marca el paso de la política en aquel país. No se olvide que fueron los socialdemócratas quienes pusieron en marcha las reformas reaccionarias que han originado el gran incremento de la desigualdad y del deterioro actual de las clases trabajadoras alemanas, y es bien sabido que sus posiciones sobre Europa, el euro o la estrategia del Banco Central Europeo no difieren prácticamente en nada de las que mantiene la derecha más recalcitrante.

Y no habrá cambios porque lo que los grandes poderes económicos han puesto sobre la mesa aprovechando la crisis económica y lo que ahora se dilucida en Alemania y en toda la Unión Europea no es otra cosa que el cambio radical del modelo social, es decir, una alteración profunda del equilibrio de fuerzas sociales y, por tanto, una redefinición de los derechos económicos e incluso políticos de los ciudadanos.

Es un objetivo muy distinto a las preferencias ciudadanas mayoritarias, tal y como demuestran todo tipo de encuestas, y eso hace que las instituciones representativas en donde puedan reflejarse resulten cada día más incómodas para los grandes poderes económicos. Es por eso que éstos últimos vienen impulsando por todos los medios a su alcance el desmantelamiento de la democracia en toda Europa, como ha denunciado entre otros el gran filósofo alemán Jürgen Habermas, pues sólo así se pueden imponer las políticas que llevan a ese cambio de modelo y que son tan contrarias a las que desea que se apliquen la inmensa mayoría de la población.

No caben, pues, grandes cambios tras la contienda electoral en Alemania.

Los grandes grupos de presión se han cuidado mucho de impedirlo sobre todo generalizando un discurso político cargado de mentiras que poco a poco cala en toda Europa y particularmente en Alemania para ir conformando una ciudadanía sumisa y convencida de que lo que proponen para su beneficio los grandes grupos financieros es justo lo que más interesa a los de abajo.

Las elecciones generales que hoy se celebran en Alemania tienen mucho que ver con todo ello porque son precisamente las grandes corporaciones y grupos financieros de ese país los que más combativamente impulsan ese cambio de modelo social y porque la población alemana ha sido especialmente bombardeada y convencida por las mentiras y engaños en las que se envuelve su puesta en marcha.

Si hay europeos que están siendo especialmente engañados son los alemanes y si alguien engaña más que otros a los demás europeos son los dirigentes políticos y económicos alemanes.

Se engaña a los alemanes al hacerles creer que Alemania es la que financia al resto de Europa, cuando resulta que sus grandes empresas y bancos han sido desde hace años los grandes beneficiarios de una construcción europea y del euro mal diseñados por haberse hecho a su medida. Alemania no es generosa sino que aprovecha su inmenso poder para tratar de someter a los demás, otra vez, en un espacio económico que sus grandes grupos económicos consideran suyo en toda Europa.

Se les engaña cuando se les hace creer que el despilfarro y la irresponsabilidad de los ciudadanos de otros países han sido los que han producido la crisis y los males que se sufren, cuando la verdad es que han sido los bancos alemanes quienes han financiado sin miramiento ni medida las burbujas y los excesos que han destrozado las economías para engordar durante años, eso sí, sus cuentas de resultados.

Se les engaña cuando se les hace creer que son otros países quienes se aprovechan del esfuerzo y los ingresos de los trabajadores alemanes cuando en realidad son sus propios grupos de poder económico y financiero los que han impuesto a su favor políticas que crean creciente desigualdad y más pobreza y los que han colocado fuera de Alemania el colosal excedente que han obtenido de sus trabajadores en los últimos años.

Se engaña a los alemanes cuando se les dice que su modelo social es insostenible por culpa de Europa y del coste de la solidaridad con otras naciones cuando en realidad si hay problemas de financiación es por la cada vez menor contribución de los propietarios de capitales alemanes a la financiación de los intereses colectivos y por la colocación de los excedentes que obtienen fuera de Alemania.

Se les engaña cuando se les dice que han de trabajar más que los trabajadores de cualquier otro país cuando las estadísticas muestran que si bien pueden ser más productivos en los sectores de vanguardia por el mayor avance de sus economías, trabajan menos, afortunadamente para ellos, aunque por cierto, cada vez en peores condiciones de trabajo e ingreso.

Se engaña a los alemanes y los dirigentes alemanes están engañando a los ciudadanos europeos cuando se les dice que las políticas de austeridad son la mejor forma de salir adelante y que además son necesarias por la deuda de otros países, cuando Alemania la ha tenido siempre más elevada que muchos de ellos y cuando es una evidencia clamorosa que estas políticas empobrecen a toda Europa y, a la postre, a los propios trabajadores alemanes y cuando sólo están sirviendo para justificar la privatización y la desaparición de servicios públicos y derechos sociales.

Se engaña a los alemanes y los dirigentes alemanes engañan a toda Europa cuando se les dice que la deuda que hay que reducir deriva de excesivo gasto público dedicado al bienestar social cuando en realidad procede de los intereses gigantescos que se pagan a los bancos privados al imponer un banco central en Europa que no lo es y que sólo sirve para apoyar y salvar a los bancos privados.

Se engaña a los alemanes y los dirigentes alemanes engañan a los europeos normales y corrientes cuando se les dice que países como Grecia, Portugal o España requieren ayudas o rescates multimillonarios para sacarlos adelante cuando en realidad esos rescates sólo sirven para salvar a los bancos alemanes o a las grandes empresas que viven de hacer inversiones imperiales en el resto de Europa, en muchos casos promoviendo y financiando todo tipo de prácticas corruptas.

Se engaña a los alemanes y los dirigentes alemanes engañan a los europeos cuando se les dicen que hay que rebajar salarios para crear empleo y de esa forma sólo se consigue que aumente el beneficio empresarial y la pobreza; o que hay que flexibilizar los mercados laborales, cuando eso sólo se traduce en mayor poder de negociación de los grandes empresarios pero no en más sino en peor empleo; o que hay que reducir el gasto público cuando cada vez son mayores sus aventuras y gasto militares o los gastos financieros que graciosamente se pagan a los bancos privados.

Se engaña a los alemanes y los dirigentes alemanes engañan a todos los ciudadanos cuan se presentan como justos y eficientes reclamando estrictas condiciones de pago a los ahora sus deudores. Ocultando que países como Grecia fueron generosos con Alemania cuando era ésta quien tenía que pagar su deuda.

No cabe esperar grandes cambios de estas elecciones alemanas porque se están celebrando en medio de un cinismo institucional gigantesco, en el marco de una colosal estafa intelectual y política que no se puede combatir en el seno de instituciones que han dejado de ser democráticas o por gobiernos que son marionetas de los grupos financieros y grandes empresarios.

La estrategia de la mentira triunfa, y desgraciadamente de forma muy particular en Alemania, gracias al poder inmenso que han acumulado las clases más ricas. La riqueza del 10% más rico de Alemania, por ejemplo, pasó del 45% del total en 1998 al 53% en 2008, la del 40% siguiente del 46% al 40% y la del 50% más pobre del 4% al 1%.

Eso es lo que explica que a pesar de que el 70% de los alemanes afirma ser consciente y repruebe la injusticia que conllevan las actuales políticas económicas y laborales vuelva con toda probabilidad a votar en su gran mayoría a los partidos que las llevan a cabo.

En Alemania, como en los demás países europeos, han conseguido convertir a los ciudadanos y ciudadanas titulares de derechos en los “súbditos dóciles” de los que decía el gran Thomas Mann en La Montaña Mágica “que demuestran en toda oficina y en todo local de servicio el respeto debido a la autoridad”.

Cuando los votantes hayan dejado de ser dóciles e ingenuos como vienen siendo la mayoría de los alemanes y europeos en general, y cuando se enfrenten antes con decisión a las autoridades corruptas y totalitarias que nos gobiernan, las elecciones empezarán a tener otro significado y entonces sí que abrirán paso a verdaderos cambios políticos.
Público, 22 de septiembre 2013