Porque, si bien la Monarquía como poder emanado del Ser Inexistente es claramente incompatible con un Estado laico -y con una democracia real en último extremo-, mucha gente la defiende como un sistema político estabilizador meramente pragmático, desproveyéndola de ese aspecto medieval. Por tanto, es habitual encontrar gente que defiende ambas cosas. Véase la Gran Bretaña, por ejemplo.
Que conste que soy antimonárquico por cuestiones democráticas -lo otro es que ni lo considero-. Pero unir laicismo y República es vincularse a un sistema político determinado que, por muy deseable que sea, supone una interferencia en la vía de penetración del Laicismo en la sociedad más lógica y probable como SISTEMA TRANSVERSAL a cualquier sistema político concreto que sólo pretende reglas de juego limpias en un contexto positivista de lo público.
Buscar la congruencia absoluta a lo peor nos condiciona hasta la parálisis y nos deja sin nada.
Me gustaría leer vuestras opiniones al respecto.Los laicistas promueven recuperar la legalidad republicanaLa asociación Europa Laica celebró el pasado fin de semana unas jornadas de trabajo en las que participaron trescientas personas para tratar la relación entre el franquismo y la iglesia con la actual monarquía española
La asociación Europa Laica (que agrupa a laicistas de todo el país) considera que el momento actual de España es el mejor para recuperar la legalidad de la República, interrumpida por el golpe de Estado que dio origen al franquismo y del cual surge la reposición de la familia Borbón en el trono de Madrid, en la persona de Juan Carlos I.
Europa Laica celebró el pasado fin de semana unas jornadas de trabajo dedicadas al laicismo y la república. En ella participaron trescientas personas, la mitad de ellas procedentes de fuera de la región.
El exdiplomático Gonzalo Puente Ojea -que fue embajador de España ante la Santa Sede, hasta que el papa Juan Pablo II pidió su destitución- participó en el acto inaugural explicando los contenidos de su libro La Cruz y la Corona, un volumen publicado el año pasado cuyo subtítulo es: "Las dos hipotecas de la historia de España".
Puente Ojea explicó que el laicismo como ideario defiende la libertad de conciencia. En su opinión, sólo las personas tienen conciencia y, por tanto, posición ideológica; nunca los colectivos. Por tanto, es una falacia la tesis que sostiene que la sociedad española es católica y por eso hay que financiar a la Iglesia de ese credo con dinero público. Las personas tienen conciencia, pero no las sociedades.
Según se puso de manifiesto en las jornadas, la Iglesia católica recibe al menos 13.000 millones de euros anuales del Estado español, además de no contribuir a su sostenimiento mediante impuestos porque está exenta de la mayoría de los tipos impositivos. Curiosamente, la católica es la única religión que hay en España que no renuncia a las ayudas del Estado para su sostenimiento; el resto se financian sólo con aportaciones de sus fieles.
Esta situación convierte España en el país de Europa que más dinero da al Vaticano. Y ello como consecuencia de la privilegiada relación de Roma con el régimen de Franco. Esa relación se estableció con el Concordato de los años cincuenta y se prorrogó con los acuerdos posteriores a la proclamación de Juan Carlos I como rey. Esos acuerdos son preconstitucionales, según documenta el libro de Puente Ojea.
El libro insiste también en la conocida tesis de que el golpe de Franco se produjo porque la II República Española creó un sistema público de Educación que le quitó a la Iglesia católica la capacidad de moldear la conciencia de los escolares.
La casilla de fines sociales es "la coartada" para mantener la destinada a la Iglesia en la declaraciónd e la renta Durante las jornadas, los laicistas pusieron de manifiesto su preocupación por el retroceso que existe en la legislación actual producto de políticas liberales que afectan cada vez más las libertades democráticas que se circunscriben en el ámbito educativo con la Ley Wert o la reforma del aborto. Tambien se valoró el reciente anuncio de que el gobierno de Mariano Rajoy quiere incluir los bienes de la iglesia en la ley de transparencia y buen gobierno como "una operación de blanqueo de capitales avalada por la estrategia del PP".
Europa Laica pide a los contribuyentes que no marquen la casilla de la Iglesia ni la de fines sociales en su declaración de la renta. El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, recuerda que la casilla de fines sociales es "la coartada" para mantener la destinada a la Iglesia, así como que las instituciones vinculadas a ella también reciben financiación por esta vía. En concreto, el año pasado percibieron más de un tercio de los alrededor de 270 millones de euros procedentes de los ciudadanos que marcaron esa casilla.
Las jornadas de Europa Laica estuvieron organizadas con la ayuda de la organización en Asturias, que preside el veterano profesor José Luis Iglesias. Estas jornadas de Gijón son las novenas de la organización que aún no tiene diez años y realiza la mayor parte de su actividad a través de su página web.
Fuente:
JOAQUÍN DEL RÍO Gijón 22/04/2013
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