Lo dicho: confusión idea - referente...LibreySoberano escribió:(...)sextus escribió:"no importa si la realidad es material o psíquica"
Claro que importa! la realidad material existe ¿acaso dudas de la realidad del agua que nos moja? diferente es la realidad psiquica que es mas difisil de definir, pero que se manifiesta en el arte o en lo espiritual
"dios SI existe en la realidad"
Y el pensamiento es real porque es una actividad psiquica, entonces dios existe en la realidad.
¿Si captas?
Es que habría que aclarar que la "realidad psíquica" es puramente conceptual, y que TODO finalmente es material. Claro, entonces se supone que si Dios es idea, y la idea es materia, entonces Dios es materia... todo esto parece lógico pero no es más que una confusión idea - referente. Por tanto es especialmente importante la definición y lo que ella dice sobre el supuesto referente al que hace alusión la palabra, o de lo contrario cualquier cosa será cualquier cosa o nada a la vez. Al mismo tiempo es igual de importante tener en cuenta que la "realidad psíquica" es precisamente "real" (y hasta más "real" que lo físico y objetivo real más allá de la idea y su valor) porque descansa en las relaciones inter-personales y en la propia evolución de éstas, la sociocultura (con lo que las ideas alcanzan un estatus de "realidad" que es ficticio pero necesario para la construcción sociocultural), pero no significa que necesariamente todas las palabras, ideas y definiciones sean reflejos de objetos reales en sentido de ser objetos extra-psíquicos y extra-socioculturales percibidos sensorialmente.sextus escribió:Claro que importa! la realidad material existe ¿acaso dudas de la realidad del agua que nos moja? diferente es la realidad psiquica que es mas difisil de definir, pero que se manifiesta en el arte o en lo espiritual
Vuelvo a citar este pasaje de Puente Ojea que lo considero fundamental (cursivas originales):
«De nada sirve, en términos epistemológicos, refugiarse en los significados puramente gramaticales de un concepto o enunciado lingüísticamente bien construido según las reglas, pues estos significados propuestos —implícita o explícitamente— por los hablantes no pasan de ser meramente putativos, mientras no se alcancen firmes anclajes epistemológicos transubjetivos, es decir, referentes reales. Recuerda Changeux, afirmativamente, al Ludwig Wittgenstein del Tractatus logicophilosophicus (1921), para el cual la proposición lógica, combinación de objetos mentales, es imagen. Para decidir si es epistemológicamente significativa es necesario compararla directa o indirectamente —y lo mismo le ocurre al concepto— con la sensación y el percepto primarios; es decir, someterlos a la “prueba de lo real”. La simple gramaticalidad es inocua. «El “lenguaje” interviene como vehículo en la comunicación de conceptos entre individuos del grupo social —escribe Changeux—. Lo arbitrario del sistema de signos implica un acoplamiento percepto-concepto de tipo “neutro”, que constituye el objeto de un largo aprendizaje a lo largo del desarrollo» (p. 167: c.m.). El lenguaje no da para más, pues no sólo es una multiforme convención social, sino sobre todo una manipulación arbitraria de signos y de símbolos sin ninguna garantía de contacto significante con lo real, si no se lo somete al riguroso escrutinio fáctico del “cómo” ha sido usado caso por caso.» (Fuente)