La ciencia es el único medio u instrumento veraz con que cuenta el hombre para descubrir la verdad oculta o almacenada en la materia, en sus procesos de transformación y sobre su propia existencia así como la existencia de los demás seres vivos. La ciencia es además, el instrumento que ha facilitado los avances tecnológicos más significativos que han permitido que la humanidad se desarrolle hasta lograr los niveles de bienestar actuales. Es solamente mediante las investigaciones científicas como la sociedad humana en su conjunto ha podido progresar y ese progreso se ha dado en las siguientes tres vertientes:
* Mejor aprovechamiento de los recursos naturales (la materia).
* Menor esfuerzo físico (trabajo) en la obtención de los medios de subsistencia.
* Mejores formas de comunicación.
Gracias a la investigación científica ha podido el hombre contar con más y mejores instrumentos materiales para trabajar en la construcción de sus viviendas, para transportarse de un lugar a otro con sus bienes materiales, para encontrar nuevos recursos materiales, para crear y desarrollar su industria y comercio etc. Los seres humanos ya no requieren de un enorme desgaste físico para hacerse llegar los recursos vitales para su sustento como son los alimentos, el vestido y los medicamentos. La sociedad humana ha logrado superar incluso las barreras fronterizas y de idioma mediante el desarrollo de la comunicación, al grado que prácticamente toda información puede recorrer el planeta en fracción de segundos. En resumen, el ser humano ha adquirido un dominio sin precedentes sobre su entorno, gracias al mayor conocimiento que ha podido adquirir sobre él y que le ha permitido mejorar su calidad de vida. Lo lamentable de todo ello es la gran injusticia que arrastra todo este progreso y que se ha abordado en otros artículos.
El desarrollo científico-tecnológico es hoy un hecho, una realidad, como también lo es la materia como única fuente y sustento de vida. Es imposible la existencia de otra cosa que pueda sustituir o remplazar esta realidad. Dado que todo lo real tiene que ser material y todo lo material es visible o perceptible, entonces una afirmación contraria a lo anterior solo puede ubicarse en el ámbito de lo iluso, imaginario, quimérico, irracional o irreal. La realidad no solo es perceptible sino que tiene que ser reproducible y comprobable. Es precisamente aquí donde el conocimiento adquiere carácter científico. Por ello el conocimiento científico-tecnológico se ha convertido en la fuerza motriz del desarrollo. Es ilusorio hacer ciencia sobre la base de lo no material (la nada) puesto que la falta de sustento podría incluso caer en el terreno de la demencia.
Por otro lado, hay quienes afirman que el hombre existe, vive y se nutre de sus creencias. A este respecto, hay que destacar que las creencias tienen sentido cuando estas pueden materializarse. De lo contrario, una creencia solo puede cumplir su significado de creer por creer y nada más. Este tipo de creencia es precisamente el que ha dado origen a mitos, dogmas y religiones que no resisten el rigor de la ciencia, toda vez que carecen del sustento material. Las creencias no son tan antiguas como el hombre puesto que este tubo que aparecer materialmente sobre la faz de la tierra, darse cuenta de su existencia y de todo lo que lo rodea, para después pensar en darle explicación a los procesos de transformación de la materia que observaba en su entorno. Ahora bien; el nivel de conocimientos del hombre arcantropo, del paleantropo y de los primeros neantropos hacía imposible que estos seres humanos captaran y entendieran muchos de los acontecimientos naturales a su alrededor y que lo afectaban, por lo que una forma de darle explicación fue simplemente la creencia de que habían entidades poderosas (dioses) que controlaban esos acontecimientos naturales. Evidentemente que no podían ver ni percibir a dichos dioses, por lo que surgió paralelamente la creencia en espíritus, como se comprueba en el neantropo que apareció hace unos cincuenta mil años y que con rasgos más sedentarios que nómadas comienza a elaborar estatuillas de ídolos protectores. Es decir, posee prácticas mágico-religiosas los cuales denotan una creencia en espíritus a los que hace ofrendas. Posteriormente desarrolla divinidades a las que rinde culto como por ejemplo el culto a ciertos animales, a la fecundidad, al sol etc. Por lo tanto es falso que el hombre siempre ha sido creyente en un solo Dios. Toda civilización humana ha surgido a partir del neantropo con la creencia en múltiples dioses como la manera más accesible que tenían de conocimiento de su mundo. Así surgen las civilizaciones de Mesopotamia, China, Egipto, de la India, de Persia, de Cananea, de Grecia, de Roma, de los Incas, de los Mayas, de los Aztecas, de Tombuctú etc. Ese es también el origen de las religiones, mitos y dogmas, mismas que surgieron mucho después que apareció el hombre sobre la tierra. Por lo tanto, también es falso que el hombre siempre ha sido religioso. Mucho antes de que el hombre primitivo pensara darle explicaciones míticas a lo fenómenos naturales, primero se dedicaba a proveerse de sus alimentos, a protegerse contra otros animales y a reproducirse.
Es importante destacar que muchas religiones actuales (y prácticas mágico-religiosas como el animismo propio de África y de algunas regiones de América y Asia) siguen siendo politeístas. Esto es, que creen en varios dioses. Es el caso del hinduismo, del budismo, del confucionismo, del shintoismo, del taoísmo etc. El monoteísmo tiene como fundador al patriarca Abraham quien desde niño tubo la visión de que entre todos los dioses paganos idolatrados en el reino de Mesopotamia tenía que haber uno, el más grande, que es el todo poderoso y que liquidaría a todos los demás. Según la Biblia, cuyo inicio de su escritura fue uno o dos mil años después de su muerte, esto fue una iluminación divina que hizo que el patriarca emigrara con toda su familia y sus pertenencias hacia Cananea, la tierra que ese Dios le prometió y en donde fundó lo que es hoy la cultura de los hebreos o israelitas. Su concepción de supremacía de un solo ente divino (un solo Dios) le permitió no solo lograr la unificación de las dispersas tribus que habitaban en Cananea sino que también le dio cohesión y sustento emocional a la naciente cultura hebrea (y su religión judaista plasmada en el Viejo Testamento) y que ha perdurado hasta nuestros días. Pero como en toda sociedad humana (al igual que la materia de que esta hecha) hay transformaciones constantes, que han conducido primero al cristianismo y posteriormente al surgimiento del islamismo a partir del linaje del hijo primogénito negado por su Dios. Por eso existen hoy tres grandes religiones monoteístas. Las dos primeras íntimamente relacionadas y la tercera en disputa a muerte contra las otras dos.
De todo lo anterior hay que destacar que ni los politeísmos ni los monoteísmos religiosos pueden demostrar ser vitales para la existencia del hombre, dado que carecen del sustento material. Es más, a lo largo de la historia se ha visto que con frecuencia las religiones son un freno para el desarrollo de la sociedad. Es el caso de la época del oscurantismo y de la inquisición. Hoy por hoy representan un serio obstáculo para el desarrollo científico-tecnológico. Pero no debe perderse de vista que las religiones son también instituciones sociales que cumplen la función de reproducción y permanencia del orden social en que se desenvuelven y por lo que adquieren su necesidad de existencia. Además, son de las pocas instituciones sociales que a base de mentiras piadosas le brindan consuelo, refugio y alivio a las dolencias emocionales, a los sufrimientos que agobian a los seres humanos, especialmente cuando se pierde un ser querido. Su éxito ha consistido en mantener a la gente engañada con la idea (creencia) de que existe otra vida después de esta. Sin embargo, las religiones irán gradualmente cediendo paso al conocimiento y con ello el hombre ya no será fácilmente sometido a dogmas sino a realidades, ya que:
<<A mayor conocimiento de la realidad, menor creencia>>
Pero además, la pobreza, la ignorancia y la creencia van de la mano. Esto es:
<<A mayor pobreza de la sociedad mayor es la creencia>>
Es el caso por ejemplo de creer que Cristo es Dios hecho hombre sin tomar en cuenta que él vino al mundo posiblemente como un líder histórico-social, pues el pueblo judío de entonces necesitaba de un personaje de su envergadura para ponerle un freno por vía pacífica a las atrocidades e injusticias de los romanos, puesto que por la vía belicista era prácticamente imposible derrotar al imperio más poderoso de la tierra en esa época. El conocimiento de la pasión de Cristo permite suponer (con ciertas dudas respecto a su real existencia) que no se trataba de un Dios liberador de los judíos y de la humanidad sino un ser humano extraordinario que utilizó los conocimientos más avanzados de su época para realizar proselitismo mesiánico. Todo lo divino que se le atribuye carece de sustento material y por lo tanto es irreal.
En el monoteísmo es frecuente encontrar hechos únicos que corresponden a su percepción de un solo Dios. Es el caso del mismo Abraham, el patriarca mayor y aparente continuador de la obra de Dios en la tierra, es el caso de Moisés que se supone que es el único hombre que ha visto a Dios, es el caso de Cristo que se supone que es el único hijo de Dios. Todo esto envuelve un sin número de contradicciones, una de las cuales es la introducción de la llamada Santísima Trinidad como un intento de justificar la forma realmente imposible en que Maria pudo procrear a Jesucristo. La llamada obra del Espíritu Santo es tan increíble que ningún religioso puede demostrar su existencia. Todo esto permite destacar otra situación típica del monoteísmo que consiste en fundamentar hechos supuestamente divinos con base en privilegios. Por eso se habla siempre de un pueblo escogido, una virgen escogida, un profeta escogido para cada generación etc. Es tal el privilegio que el propio Abraham y su descendencia fueron supuestamente bendecidos con abundantes riquezas e incluso con esclavos (la más grande y vulgar de las injusticias que registra el inicio de la historia bíblica). Como se verá más adelante, el enfoque hacia privilegios también tiene repercusiones negativas de considerable envergadura a lo largo de la historia. Aunado a la aberración de los privilegios está la práctica de infundir el miedo, lo cual tiene resultados catastróficos sobre el comportamiento humano. Ejemplo de ello es la sumisión y la conducta acrítica.
Otra aseveración grotesca de los escritos bíblicos es el que menciona Serafín Mercado, (2002). “En la Biblia se habla del caso del diluvio universal producto del enojo de Dios por la maldad de los hombres. Este Dios, que no puede cometer error alguno, se arrepiente de haber creado al hombre y la vida. Sin embargo, en un momento de piedad, recurre a Noe y su familia para salvar la vida en el mundo. Así ordena a Noe que construya un arca y la llene con una pareja de animales de cada especie. Si Noe construyó el arca de las dimensiones especificadas en la Biblia, trescientos codos de longitud, cincuenta de ancho y treinta de alto, sin duda no habrían cabido en él todas las especies terrestres que hoy se conocen y de las cuales no tenían idea los judíos de esa época. El problema no es solo del tamaño, sino que no solo no se menciona que se salvarían las plantas terrestres las cuales hubieran perecido, lo cual muestra la ignorancia biológica de la época, sino que no se considera lo que los animales comerían y beberían en el transcurso, que los carnívoros hubieran devastado a sus presas habituales, y por supuesto, no se consideró el efecto de la reproducción de las especies. Por lo tanto, Noe y su arca no son más que una hermosa leyenda y una forma muy efectiva de inducir el temor a Dios, pero no corresponde en lo más mínimo a la realidad”.
Independientemente de si se trata de religión monoteísta, politeísta o pagana (como suele llamársele a las creencias animistas), todas ellas no son más que el reflejo del grado de ignorancia e impotencia humana respecto de su entorno natural. Es más, los hombres dedicados a practicar ciencia y continúan siendo creyentes, difícilmente pueden ser considerados verdaderos científicos porque ellos mismos se están cerrando las puertas al conocimiento que están moralmente comprometidos a indagar o a descubrir. En muchos casos su formación académica es parcial y/o responden a intereses de privilegio que les impide actuar en consecuencia. El conocimiento científico se encuentra ante el gran reto de hacerse llegar a todos los niveles de la sociedad humana a fin de que se entienda que el hombre está llamado a desentramar la verdad que almacena el universo para su propio beneficio.
<<En esta vida no vasta con creer en algo sino hay que poder demostrar que ese algo es una realidad>>
Los efectos económico-sociales del dominio monoteísta son tan devastadores para los países en desarrollo, que estos frecuentemente parecen estar retrocediendo. Por eso la siguiente tesis:
<<Fuera del área de influencia del monoteísmo, los países pobres de antes poseen menores limitaciones para desarrollarse y de hecho lo están logrando>>
Son pocos los filósofos que han acertado el verdadero significado de la ciencia y su método científico. El conocimiento científico planteado por Aristóteles sentó las bases para el descubrimiento de la verdad almacenada en la materia del universo. Su gran revolución ocurre en el campo de la teoría del conocimiento al considerar que, sin experimentación no hay verdad. Es decir que, sin la intervención del mundo material no hay validez del conocimiento. Él fue el primero en establecer que toda ciencia tiene que partir de la experiencia. O sea, de las sensaciones que ofrece el mundo de la percepción y del conocimiento sensible.
Por lo aquí planteado, resulta irrisorio escuchar argumentos infantiles de boca de creyentes diciendo que la ciencia no puede explicarlo todo en la vida. Eso tiene algo de cierto, pero es precisamente lo que le da la fuerza para descubrir cada vez más lo que aún no se sabe. Ciertamente, la religión nunca ha podido ni podrá dar explicaciones racionales ni a la vida ni a las cosas.
Walter Chisholm. Junio de 2008
Ciencia, Realidad y Creencia
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"La duda, Adso, es enemiga de la fe."
Guillermo de Baskerville
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