Por otra parte, en los debates o discusiones en los foros de Internet es inevitable que se pregunte frecuente y cándidamente ¿Crees en dios? ¿Existe dios? y los que se dicen ateos contestarán apresuradamente, no, no creo en dios y dios no existe, sin embargo y con el mismo apresuramiento, los creyentes contestarán, si, si creo en dios y dios si existe.
Es evidente que estas respuestas apresuradas conllevan una fuerte carga de ignorancia en la definición de las palabras utilizadas o dicho de otra manera, la superficialidad de las respuestas muestra que los interlocutores ya sea ateo o creyente partan de “conceptos esencialmente entendidos” y no se molestan en definir con mayor precisión los conceptos fundamentales que utilizan.
Es frecuente que se tome algún diccionario común como el de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) para justificar su respuesta o lo que se quiere decir, olvidando que el DRAE es un simple recolector de usos generalizados de las palabras y de ninguna manera busca explicaciones filosóficas, científicas o especializadas de las palabras que define.
Por lo anterior, las palabras clave utilizadas en las preguntas antes citadas son CREES, EXISTE y DIOS y mientras se utilicen como esencialmente entendidas, jamás se podrá llegar a la verdad de la discusión o debate y estos se volverán interminables.
Aun cuando las palabras CREES y EXISTE puedan ser definidas con alguna precisión, la palabra o concepto DIOS es extremadamente difícil precisarlo, de ahí que todos los conceptos relacionados con dicha palabra como ateo, agnóstico o creyente queden en la misma condición de indefinición.
A decir verdad, los foristas que no pueden definir sus conceptos con claridad, utilizan el lenguaje coloquial partiendo de “conceptos esencialmente entendidos” considerando que todo mundo entiende lo mismo y lo más grave es que el atrevido que los pone en su lugar lo consideran el enemigo a vencer y se olvidan de abrir la mente para aprender, en el supuesto que pueden aprender algo más.
Tú, si tú, que te haces llamar ateo, agnóstico o creyente ¿tienes la capacidad de reconocer que eres de esos foristas que no saben ni de que hablan, pero que hablan como si supieran y cuando alguien los pone entre la espada y la pared obligándolos a precisar sus conceptos, se retuercen de dolor como babosas rociadas con limón?
¿Te da vergüenza reconocerlo? es normal, no te preocupes.
Saludos cordiales.
