Este es un refrán que por mi tierra es muy habitual, y que viene a significar algo así como: "¿te parece mal ésto?, pues espera que te doy de lo mismo pero aumentado".
Todo esto viene para que os hagais una idea de la cabezonería y "mala ostia" que se gasta el alcalde de mi ciudad.
Mi ciudad es Zaragoza, y su alcalde un tal Juan Alberto Belloch (que ni siquiera es de Zaragoza). Ya he comentado en alguna otra ocasión los desvaríos religiosos de este alcalde "socialista"; él dice que es socialista, pero ni sus dichos ni sus actos hacen pensar que lo sea (fue ministro de Justicia y de Interior en la época de Felipe González).
No voy a entrar en política, si no en su nueva cruzada "neocristianofascista" de éste señor que obliga a sus concejales a ir a las procesiones, que hace llevar un crucifijo a los plenos del ayuntamiento diciendo "que nadie lo va a mover de ahí", que llena el ayuntamiento de esculturas de "papas" y demás santos, que obliga a la sociedad concesionaria de los transportes urbanos a no poner los carteles del BUS ATEO...
Lo de hoy es alucinante. En Zaragoza existen aún 43 calles con nombres franquistas (este tipo lleva de alcalde desde 2003 y que no las cambia). Pues bien, parece que se ha decidido por fin a cambiarlas y que, según él va a ser por consenso.
Hasta aquí todo bien, pero haciendo honor al refrán que antes he comentado, éste individuo quiere (perdón, exige!!!) que la calle ahora denominada "General Sueiro" pase a llamarse "Escrivá de Balaguer", que para los que no lo conozcan, fue un señor muy malo, fundador del Opus Dei, tuvo connivencia con la dictadura franquista y destacados miembros del Opus coparon gobiernos del asesino y dictador Franco.
Según los grupos municipales de IU y de CHA (un partido regionalista de izquierdas), van ha recoger firmas para que eso no ocurra. He mirado sus páginas web y aún no he vista nada sobre esa recogida de firmas, aunque me parece que no lo veré (son unos pichas-flojas).
De todas maneras os tendré informados con lo que vaya saliendo, pero os aseguro que este alcalde cada día consigue sorprenderme más (algún día os comentare los trapis de la EXPO y la compra de muebles, que no tienen desperdicio ninguna de las dos).
. "A un hombre no se le pone por consenso una calle, sino por méritos, y un santo tiene méritos, nada menos que eso, ser santo", subrayó. A juicio del alcalde, en Zaragoza "somos más papistas que el Papa" y, utilizando los mismos argumentos que el consejero de Grandes Proyectos y Cultura, Jerónimo Blasco, recordó que la ciudad tiene una calle dedicada a Carlos Marx y "no hay ningún antimarxista culto que se oponga a eso".