se entiende que se trata de la necesidad que lleva el interés único y exclusivo del ego que se contrapone también con la libertad de otros.Tontxu escribió:¿No es acaso el amor, una necesidad?, ¿no es la libertad, una necesidad? y así podría seguir hasta la intemerata. Solo se quiere lo que se necesita.Meditador escribió:
Depende, si ese apego a esas personas se centra en la necesidad pues comienza el dilema. Necesidad de No estar solo? Pero si por ello tienes que pagar el precio de estár en función de ellas, cuando tus satisfacciones que tienes son creadas por sus aplausos y elogios, y tus desconsuelos por sus reprimendas, sus críticas y sus señalamientos.
Disfruta a tu hija por ser ella tan singular como es. Si acaso la vieres sólo en función de tu interés empieza el problema.No existe ningún dilema en el hecho de necesitar, el dilema sería lo contrario, pues “pobre de aquel que no necesite nada” por ser éste, manifiestamente autárquico o autosuficiente. Supongo que tú homologas la necesidad al egoísmo y sin embargo para mi (sin romanticismos ñoños), no es así, te lo describo mediante una anecdota; cuando le dije a mi hija (entonces 14 años) que la quiera porque la necesitaba, ella me contestó que era demasiado prosaico(cosas de la edad del pavo), no le parecía romántico, a lo que respondí, preferirías que te quisiera pero que no te necesitara para nada (necesidad anímica), aquí fue cuando se dio cuenta de que la aseveración primera era mucha más “romántica” que el mero hecho del amor sin causa.
[/quote]Ese “amor” sin motivaciones, sin necesidad no existe. La necesidad de amar es tan necesaria para los humanos como lo es el oxigeno que respiramos, lo contrario, es; autosuficiencia, egoísmo insolidario y fatuo. El que padece de no necesidad, es el que de verdad tiene el dilema, por misántropo e incluso seguro que padece de psicopatía. Esta es una de las razones por la que no puedo amar a tú Dios, no lo necesito, aunque me consuela saber que es reciproco. Tú por el contrario amas a Dios porque lo necesitas y no te importa la reciprocidad, ni el sacrificio que ello te suponga, ese “amor” puro y desinteresado, ausente de egoísmo terrenal por pasajero, pero expectante por conseguir el Gran Premio final, sentarse a la diestra del Señor y como habrás adivinado, carezco de tal necesidad. Todo eso no existe, ese amor no es humano, es pura necesidad patológica, no se puede necesitar y menos amar a un ser desconocido, intangible, ausente, eso es pura fantasía inconsciente, que posiblemente pueda ser gratificante, aunque sea irreal el objeto amado. Hasta tú Dios necesitó(antropológicamente hablado) la “creación” e hizo al hombre a su imagen y semejanza. Por imperativos de pura cortesía, saludos.
Saludos. Pues creo que me haz hecho meditar en esto, necesito a Dios para mi propio bien.