Pero la inteligencia artificial ha despertado estos mismos miedos y recelos desde hace años dentro del grupo de expertos que trabajan en su desarrollo.
Esta noticia no es nueva, cosas del mes de agosto. Habla de una reunión mantenida en febrero.
La pregunta sigue en el aire. Aún no hemos conseguido que la raza humana se alíe en busca de un futuro común, desprendiéndonos de viejas lacras como la religión, ni hemos eliminando (ni intentado) los odios viscerales y las guerras que provocan, a causa de lo rentables que resultan para la economía.
Y sin embargo, parece que posible que nos metamos en un lío monumental, creando máquinas que podrían ser una amenaza.
A mí personalmente, nunca me hubiera preocupado mucho esto. Pero son ellos, los científicos, los que están inquietos.
Los científicos debaten si hay que poner fronteras a la creación de vida artificial - La inteligencia sintética ocupa cada vez más espacios cotidianos
FuenteSi la madurez de una tecnología es proporcional a las suspicacias que levanta, la inteligencia artificial sólo va 35 años por detrás de la ingeniería genética. La élite de la biología mundial se reunió en 1975 en Asilomar, en la bahía californiana de Monterey, para acordar un estándar de seguridad en el entonces incipiente sector del diseño de genes y organismos vivos. Casi 35 años después, la crema de la inteligencia artificial, un sector de las ciencias de la computación particularmente dinámico, ha creído necesario repetir aquella conferencia histórica. Y no es casual que haya sido otra vez en Asilomar.