Fulvio escribió:
Pues me temo que el que se está enredando eres tú Agustín.
Y no son matices.
El ser humanos por sus ansias exploratorias por tratar de comprender más y más afecta los ecosistemas y afecta la evolución.
Los castores, sin ningún afan de comprensión construyen presas y afectan al ecosistema. Las hormigas, los topos igualmente afectan al ecosistema. Los conejos cambiaron el ecosistema en Australia, por culpa del Gran Conejo humano
que se empeñó en llevarlos allí para divertirse cazándolos. Los pesticidas, abonos etc que usamos desde hace mucho, alteran el ecosistema. El ecosistema es algo dinámico que se ve afectado por todos sus componentes, uno de los cuales somos nosotros.
El hombre, no altera el ecosistema en su afán de comprender. Lo altera para vivir más cómodamente en él y para poder ir a comprar el pan en coche los sábados por la mañana. La evolución
sigue su curso, incluso aunque el hombre vaya a comprar el periódico en todoterreno.
Todo afecta a la evolución. Todos los seres vivos, y todos los fenómenos naturales. Nosotros somos muchos, hacemos mucho ruido (muchísimo, por cierto) y toquiteamos todo. Afectamos al sistema y a la evolución, (sobre todo extinguiendo especies). Pero también lo hace el taladro del maíz, el gorgojo del arroz, los gorriones, las termitas, los virus, las ratas, las avispas...
Fulvio escribió: Te doy un ejemplo Hagamenon, como el ser humano no es uno más del entramado a como lo planteas:
Por ejemplo, una investigacion de especies marinas en el fondo del oceano y sus ecosistemas, los investigadores encuentran tambien que hay yacimientos de minerales útiles (o algun elemento de valor: digamos petroleo), pues al encontrar eso vienen los que quieren sacar beneficio del mismo ponen instalaciones de extracción y afectan el ecosistema que se mantenía relativamente virgen del impacto del hombre, sea para bien o para mal.
El ser humano ya empezó a alterar el ecosistema mucho antes de esto. Están las urbanizaciones, los campos de golf, las autopistas, los aeropuertos, los aviones... pero como dice Hagamenon, somos parte del ecosistema. Prácticamente una plaga, eso sí, pero parte de él y de la naturaleza.