Película Ágora

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Carlosofo
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Película Ágora

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Quiero recomendaros, como imprescindible, la película "Ágora" de Amenabar:

sujetándose bastante bien al rigor histórico, allí se muestra cómo el cristianismo pasó de ser una religión de segunda, a predominar avasallando tiránicamente a las demás.

Allí, se observa como todas las religiones paganas se respetaban unas a otras, pero los cristianos se dedicaban a ir a los templos de las demás religiones a lanzar tomates y a reirse de sus dioses, creando enfrentamientos y violencia. En cuanto tuvieron el poder, acabaron con todo: con la libertad religiosa, con la filosofía pura, con la ciencia etc.

El Museo de Alejandría, y su monumental biblioteca, fueron un centro investigación de primera magnitud, antes de la llegada del cristianismo. A lo largo de los doscientos años anteriores al nacimiento de Cristo, y durante los dos posteriores, logró un nivel de conocimientos muy cercano al del siglo XIV del Renacimiento. Incluso, se habían llegado a fabricar ingenios que funcionaban con vapor, un preludio claro de lo que en la modernidad fue la máquina de vapor. Pero, todo eso se fue al traste, principalmente en el siglo IV, cuando los cristianos tomaron el Museo, y la biblioteca (período que trata la película Ágora). El cristianismo tiene el "honor" de haber paralizado toda investigación científica seria durante mil años. Los experimentos con vapor, la astronomía, la física etc., tuvieron que retomarla los filósofos y científicos del siglo XIV, tal y como la habían dejado los investigadores en el siglo IV, teniendo que recuperar, muchas veces de manera penosa y paciente, los documentos que aun se conservaban en aquella época.

En la película Ágora, también se puede observar la calaña de un agitador cristiano, llamado Cirilo, que dirigió el apedreamiento y muerte de la mayor filósofa de la antiguedad: Hipatia. La Iglesia premió a Cirilo con el título de Santo tras su muerte, y nunca se ha desdicho de tal decisión. ¿Alguien puede creer todavía en el cristianismo? Hay que estar loco, tener la mente muy cerrada o estar muy desinformado, para creer hoy en el cristianismo.

Ahora, ampliaré un poco, de mi cosecha, los antecedentes históricos de lo que trata la película: la persecución de los cristianos, por parte de los romanos, jamás fue de tipo inquisitorial. Es decir: no era por motivos religiosos, sino políticos. Los antiguos romanos, así como los griegos, simpre dieron libertad total para todos los cultos.

El cristianismo, solo fue perseguido porque en su doctrina estaba incluido el acabar con las demás religiones. Todas las otras religiones (el culto a Ísis, el culto a la Serpiente, el mitraismo, el olimpismo...), religiones todas ellas, por lo menos, tan piadosas como el cristianismo, reconocían solo ser vías para acceder al Absoluto, respetando todas las demás vías como legítimas. Al modo de las actuales religiones de la Índia, las religiones paganas reconocían que la vía mística ideal de cada uno, depende de la personalidad de cada individuo en concreto. Por contra, el cristianismo decía poseer la verdad absoluta, y consideraba todas las demás religiones como blasfemas e indignas. Como es lógico, el estado romano intentó amparar a las otras religiones, y de ahí la persecución que hizo contra el cristianismo. Se podrán discutir si esos métodos de la época eran correctos o no, pero está claro, según muchos historiadoers actuales, que no fueron tan cruentos como dijo en el pasado la propaganda cristiana. De hecho, no existe ningún dato histórico que indique, por ejemplo, que un solo cristiano haya muerto en el coliseo en algún espectáculo violento (bueno, a lo mejor moriría algún cristiano entre el público, porque se le atragantó el bocata, pero no en la arena).

Si el cristianismo triunfó finalmente, no fue por ser más bueno o más pacífico, o más querido por la mayoría, sino porque, a partir del emperador Constantino, los emperadores se hicieron cristianos y favorecieron esta religión hasta prohibir las demás. Constantino se dio cuenta de que aliarse con una religión autoritaria, como el cristianismo, le permitiría tener un control unificado del poder religioso y aumentar su propio poder. De hecho, el concilio de Nicea, en el año 325, fue presidido por el propio emperador. Constantino fue decisivo a la hora de establecer los dogmas fundamentales del cristianismo, porque en Nicea se establecieron dogmas tan importantes como la naturaleza trinitaria de de Dios.

Hoy, se sabe que en el momento de convertirse el cristianismo en religión oficial del estado romano, no había más de un 10% de la población que fuera cristiana. Por tanto, el triunfo del cristianismo, no fue más que una operación política de los emperadores, para aumentar su propio poder.

En una sociedad democrática, el cristianismo chirría. Por suerte, eso canta y antes o después esa religión se quedará sola. A menos, claro está, que cambie y deje de ser realmente cristianismo, para convertirse en otra cosa, aunque conserve el nombre. Si alguien quiere conocer las respuestas despóticas con las que se encuentra un no creyente al intentar dialogar con religiosos católicos, que lea la narración que hice en mi presentación, y cuyo título es: "De cómo me hice antirreligioso".

Por suerte, hoy el cristianismo se está asando en su propia salsa, y afortunadamente eso canta, con lo que tiene los días contados.

Un saludo.
Carlos.

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Alex64
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Re: Película Ágora

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Amigo Carlosofo, el triunfo del cristianismo no se vino por la superioridad moral de su enseñanza , ni por su sencillez, ni por su humanidad, como quieren hacernos ver la iglesia y muchos historiadores.El cristianismo desde sus comienzos fue una religion de PODER.Poder absoluto sobre los demas, sobre el pueblo, sobre las masas,poder sobre la vida y las mentes.Y hubo un emperador muy listo que quiso aprovecharse de esto, aprovechando la excusa de que su madre era cristiana:Constantino, que finalmente con el poder de adoctrinar consiguio lo que queria.Los cristianos en aquella epoca ( y muchos en la actual,bueno , no quiero polemizar :laughing6: ) eran todos unos incultos y unos barbaros y se dedicaron a acabar sistematicamente con cualquier arte que contradijese su principio de la verdad absoluta como la filosofia, que permitiese la libertad de opinion.Te recomiendo el libro Juliano el Apostata de Gore Vidal.Es un fiel retrato de la vida del emperador Juliano y habla del ascenso del cristianismo y de sus intentos vanos por combatirlo en aquella epoca.
PD:Tengo un amigo cryente que ha visto Agora y le ha encantado, haber si yo la veo un dia de estos.
"El miedo fue lo primero que dio en el mundo nacimiento a los dioses"
Estacio.

Carlosofo
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Carlosofo »

Agora, es una película muy buena. Y, en mi humilde opinión, deberíamos ir a verla al cine todos los anticristianos, los anticlericales o simplemente los amantes de la verdad sobre la historia del cristrianismo. Piensa, que el poder económico e ideológico de la iglesia es tan grande, que pocas veces un director de cine se atreve, o tiene los medios, para hacer una película como esta poniendo los puntos sobre las íes. Si nosotros como público no la financiamos, entonces estos eventos no se repetirán. Creo que es importante tenerlo en cuenta.

Sí, he leído el libro de Gore Vidal. También se lo recomiendo a todo el mundo, aunque no sé si hoy aun se podrá localizar. Porque, yo me hice con él hace, como poco, dos años.

Juliano el Apóstata, para el que no lo sepa, fue un emperador que intentó la vuelta del paganismo. Hablando en plata: intentó volver a quitar el monopolio de la religión, detentado por el cristianismo, y regresar al pluralismo religioso y ateo. No lo consiguió, porque murió joven. No obstante, todos los historiadores (o casi todos), reconocen en Juliano a uno de los emperadores más justos y honrados de la historia de Roma: al nivel, como mínimo, de Nerva, Trajano, Antonino o Marco Aurelio. Pero, es curioso que, a pesar de habérsele reconocido este mérito, nunca se lo cite mucho. El prejuicio cristiano, aun sigue vigente. Tendremos que vivir aun unos cuantos años más de democracia, para que todas estos tabues caigan, y la verdad salga a la luz completamente.

Afortunadamente, en películas como Gladiator, ya no nos metieron el panfleto cristiano. Yo ya estaba harto, de que en todas las películas sobre Roma aparecieran personajillos de esa secta minoritaria, que era el cristianismo, y haciendo encima el papel de buenos.

Lo más gracioso, era ver a forzudos pretorianos, que se convertían en cristianos y cambiaban sus formas brutas, por una vocecilla atontolada y afeminada. Vamos, que el planteamiento, se mirara por donde se mirara, era ridículo.

A ver cuando llegará el día en el que se haga una película seria sobre Juliano el Apóstata. Los directores de antaño, jamás hicieron una, porque se habrían visto obligados a reconocer que era bueno. ¡Y eso es pecado!

Un abrazo.
Carlos.

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Pastranec
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Re: Película Ágora

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Me gusta el cine. Me gusta mucho el cine. Me gusta tanto el cine que casi no voy al cine. No aguanto las películas que se alargan de manera innecesaria, ni las películas innecesarias, ni a los adolescentes innecesarios y sus innecesarias palomitas. Perdónenme el purismo.

El caso es que acabo de ver Ágora, tan alabada como vilipendiada, y uno no acaba de saber por qué. Cuando en el juicio de la cosa pesa más la ideología a priori que la valoración de los hechos este suele acabar en desastre. Véase si no la película.

Ágora es una película sobresaliente, reservemos la matrícula para aquellas que han pasado la prueba del tiempo. Es, ante todo y sobre todo un espectáculo, y eso no es poco, sobre todo si hablamos del cine español y europeo, pero también es una película llena de contenido, y eso para una película como la de los «americanos» no es baladí.

Ágora viene precedida por una polémica ideológica, de carácter religioso, que tiene muy poco que ver con lo que cuenta. Tiene el marchamo de anticristiana, cuando le da, y duro, a todos los fanatismos religiosos: paganos, que son los primeros en coger las armas, cristianos y judíos. Quienes mantienen la cordura son, de un lado el ateísmo de Hipatia, y que es una cordura por omisión, quiero decir, por que no participa de las pasiones que azotan la ciudad, y del otro de Oreste, y hasta cierto punto de Sisenio, cristianos que se dan cuenta de la barbarie, aunque no pueden, el uno, y no quiere, el otro, detenerla.

Temía que, como es costumbre en muchas películas «americanas», se hubiesen tomado demasiadas licencias narrativas, y hubiesen «matado» a Hipatia en el frenesí de la destrucción de la biblioteca. Afortunadamente no lo hace, y podemos ver el ascenso social de los cristianos, especialmente de sus alumnos, que, a pesar de todo, aún la veneran.

En ocasiones la película puede resultar un tanto fría. Eso necesariamente es malo, más emoción podría llegar al pasteleo lacrimógeno, y eso sí que no. No obstante, esa impresión sólo se saca si la comparamos con la orgía de sangre y destrucción a la que nos tienen aconstumbrados las películas americanas. Seguramente tanto los ataques con espada, como la destrucción de la biblioteca, que por cierto termina con una metáfora visual bastante evidente, pero de la que no todo el mundo se da cuenta, hubieran sido más «realistas».

Por supuesto toda la cuestión del «descubrimiento» por parte de Hipatia del modelo heliocéntrico con órbitas elípticas es sólo un recurso narrativo, pero está bien mostrar cómo, con la destrucción del saber antiguo, se perdió no sólo información que nos hubiera llevado a cotas más altas de desarrollo hace cientos de años, si no el talento de las personas para interpretarla. Es llamativo cómo, en el conflicto de Hipatia para resolver el problema se topa con un prejuicio: que las órbitas de los planetas deben de ser circulares, por que las demás formas son «impuras» (quiera decir eso lo que quiera decir). Los cristianos, durante siglos, tuvieron, que lidiar, además de con ese, con otros prejuicios que les imponían sus creencia. En lugar de liberarse asumieron una carga más pesada.

Pero lo mejor de la película es esa exposición del fanatismo, ese fanatismo que antepone sus prejuicios, ya no a la razón, si no al sentido común, que niega a la mujer su derecho de expresarse, que niega a los individuos su independencia de criterio, y que lo destruye todo, incluso la duda de las personas como cuando algún personaje se plantea si hacen o no hacen bien, y la respuesta es: «¿tú crees en Jesús?», ya que si la respuesta se sí debes acatar toda la barbarie desatada, y si la respuesta es no estás condenado: «quien no está conmigo está contra mí», el principio fundamental del fanatismo en boca del mismísimo Jesús.

Y no es que unos sean buenos y otros malos, no creo que se pueda considerar buena a Hipatia, capaz de pasear impasible por las calles cuando los parabolanos están masacrando a los judíos, es una cuestión de planteamiento vital, que expresa muy bien Hipatia, cuando en una de las últimas escenas Orestes y Sisenio tratan de convencer a Hipatia de que se bautice, aunque sólo sea para salvar la vida, e Hipatia le dice a Sisenio: «tú no dudas de lo que crees, yo debo».

P.D.: Estas palabras de Hipatia las cito de memoria y a lo mejor no son exactas, si alguno las recuerda mejor, por favor que me lo diga.
Interroga mundum. Nulla vita sine scientia, nulla vita sine studium.
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El Observador
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Re: Película Ágora

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Aun no he visto la pelicula. Lo tengo en tareas pendientes.

Como era de esperar, su estreno ha provocado un furor contraargumental notable en distintas webs catolicas y cristianas que exigen una enmienda a la totalidad con mejores o peores maneras. Haciendo un repaso algo extenso y para animar el debate e introducir otras aristas, copio-pego 3 de estas criticas defensivas efectuadas desde el sector religioso. Quiero exponer que el traerlas aqui no es en absoluto porque comparta estas visiones (al contrario), es simplemente para que haya disparidad y, posiblemente, unas risas ya de paso. Aunque tambien hay aspectos que merece la pena considerar y no pocas certezas. Tampoco debe nadie olvidarse de que el Agora de Amenabar no deja de ser una obra personal de un director, que aporta su vision y su subjetividad y cuya pretension es mayormente el entretenimiento con mensaje (tal vez al reves), no el rigor historico milimetrico.
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Bien, empezamos por pantalla90, una web que se presenta como "Departamento de Cine de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social" (ahi es nada). Especial atencion a la parte que marco en negritas. El amigo Orellana, se ha hecho un lio considerable con la premisa paganismo = ateismo. Pobre hombre. Y por otra parte el punto 4, sencillamente no existe. No me pregunteis el motivo. Quizas haya sido censurado, quien sabe. Los caminos del Señor es lo que tienen.
AGORA
http://www.pantalla90.es / Juan Orellana

AGORA, Director: Alejandro Amenábar

Interpretes: Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Óscar Isaac, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Homayoun Ershadi, Richard Durden, Sami Samir, Manuel Cauchi, Homayoun Ershadi, Oshri Cohen Nacionalidad: España Año: 2009 Duración: 141 min. Valoración: Adultos

Imagínense que hay que explicar en cine la realidad de Norteamérica a alguien que no sabe nada de historia, de culturas, nada de nada. Y para explicarle cómo es América le enseñamos unos planos de unas familias japonesas, entrañables y de pocos recursos económicos. Luego aparece un avión donde sale un piloto con cara de bruto mascando chicle, y con fotos de playmates pegadas en el salpicadero. Por último vemos cómo ese avión lanza la bomba atómica sobre la ciudad de esas amables familias japonesas. Una vez terminado el cortometraje, se le dice al ignorante espectador: “Ya ves, esto es América”. Hiroshima existió. Nadie lo duda. Nadie se alegra. Pero el juicio sobre los americanos que se deduce de ese pequeño film, ¿es verdadero?, ¿es justo?, ¿es aceptable? En absoluto, bajo ningún punto de vista. Es una mentira. Aunque Hiroshima sea una verdad. Esto mismo es lo que sucede con la última película de Amenábar, Ágora: unas bases históricas reales, muchísimo maquillaje y caricatura históricas, para llegar a unas conclusiones completamente equivocadas.

1. Ángeles paganos y demonios cristianos
Ágora es presentada por Amenábar como un film contra la intolerancia. “Ningún católico de hoy debería sentirse ofendido; sólo deberían sentirse apelados los fundamentalistas que han estado poniendo bombas este verano”, ha declarado el director a Cinemanía. “Sirve para un terrorista islámico, para un terrorista de ETA, para cualquiera que lo practique”, insiste en Fotogramas. Sin embargo, esa impecable declaración de intenciones no parece sincera a la vista de los resultados ni explica suficiente ni correctamente la película. Es necesario analizar el marco elegido por el cineasta para su alegato contra la intolerancia.
El contexto histórico son unos hechos luctuosos perpetrados por cristianos y paganos desmadrados entre los siglos IV y V en Alejandría. Según el historiador de la Iglesia Hubert Jedin, “el suceso más deplorable en el enfrentamiento entre el paganismo y el cristianismo en Egipto fue la muerte de la filósofa pagana Hipatia, que en 415 fue atrozmente asesinada, tras haber sufrido graves injurias, por una chusma fanatizada”(1). Amenábar carga las tintas, descontextualiza y simplifica al máximo ciertos personajes como San Cirilo o Amonio. Aquellos hechos reprobables se sitúan, por tanto, en el contexto de la confrontación de dos cosmovisiones, de dos culturas, la pagana y la cristiana, y es ahí precisamente donde Amenábar quiere aprovechar para proponer su propia filosofía de la historia: si el paganismo fue luz, el cristianismo es oscuridad; si el paganismo fue progreso, el cristianismo fue retroceso. No es una metáfora caprichosa: en Ágora, los paganos visten de blanco (Orestes, Hipatia), y los cristianos de gris o de negro (Amonio, Cirilo). A este esquema bipolar, Amenábar añade a lo largo del film una vuelta de tuerca: lo malo no es en realidad el cristianismo, sino cualquier concepción teológica. Ya sean los dioses paganos o el Dios cristiano y judío: la religión oscurece la razón, desprecia a la filosofía y frena la ciencia y el progreso. Frente al escepticismo que genera ver tanta guerra de religión en un kilómetro cuadrado, Hipatia declara: “Yo creo en la Filosofía”.

Amenábar viene a decir que la difusión de la fe cristiana supuso una marcha atrás en la cultura, en la civilización, en la filosofía y en la ciencia. De dar eso como cierto se desprende necesariamente un juicio sobre la Iglesia presente y actual, la del siglo XXI. Y ahí reside la relevancia de Ágora, que bajo el envoltorio de una película histórica, propone un juicio sobre el valor actual de las religiones en general y del cristianismo en particular. Desmentir esa afirmación precisaría de una biblioteca como la de Alejandría, para documentar someramente lo que el cristianismo ha aportado al progreso de la cultura, del arte, de la ciencia, del derecho, de la filosofía, de la política, de las relaciones internacionales,...Pero dicha Biblioteca sería insuficiente para ilustrar lo que el cristianismo ha supuesto para el “progreso” personal de millones y millones de hombres y mujeres concretos a lo largo del mundo y de la historia: el “progreso” que viene de encontrarse con Jesús, que promete sin rubor satisfacer los deseos del corazón del hombre. Esto en Ágora no se intuye ni de lejos. Los cristianos que aparecen son bárbaros, fanáticos, misóginos, violentos y muy visionarios. Y los dos “buenos” cristianos que vemos, Sinesio y Davo, se van contaminando a lo largo del film del oscurantismo circundante.

Quien encarna las características de una antropología cristiana: caridad, benevolencia, serenidad, tolerancia, insobornabilidad, castidad, fraternidad universal, igualdad ... es la pagana Hipatia, un personaje que Amanábar vuelve fascinante, ideal de virtud, y dechado de inteligencia y humanidad. Hipatia se propone como una santa laica de las que tanto están de moda.


2. El corto alcance del reproche moral.
Un primer argumento a favor del “retroceso” cristiano que se puede desprender de Agora es el de la inmoralidad de aquel grupo de cristianos pendencieros, que aparecen capitaneados por un San Cirilo cruel y maquiválico. Ciertamente hay muchos episodios en la historia de la Iglesia por los que un cristiano no se siente orgulloso. Así ha sido siempre y así será, porque la Iglesia la forman pecadores. Incluso los Papas han pedido a veces perdón por errores del pasado. La conciencia del mal y del pecado es tan clara en el seno de la Iglesia que esta instituyó en sus mismos orígenes el sacramento de la penitencia y del perdón. Que se sepa ninguna organización, asociación o partido cuenta con una institución como la confesión, con lo que quizá habría que concluir que nadie como los cristianos tiene tanta conciencia del propio pecado.
Querer deducir un juicio negativo sobre el hecho cristiano a partir de los sucesos de Alejandría, supone concebir el cristianismo como un angelismo que nada tiene que ver con la teología de la encarnación. La coherencia moral es un maravilloso don que Dios concede a quien quiere, pero no es una característica esencial del cristianismo; la característica principal es el encuentro con Jesús, experimentado como satisfacción de los anhelos de felicidad del ser humano. Y si algo es verdad, lo es aunque el mensajero de dicha verdad, sea imperfecto, incoherente, necesitado de perdón.
Dado que todas las grandes obras y empresas realizadas en nombre de Cristo, como por ejemplo la evangelización de América, se han realizado por cristianos pecadores, encontramos en ellas frutos de santidad junto a rastros de pecado e injusticia. Pero la pregunta es: ¿el pecado de los cristianos anula la realidad histórica de humanización que han supuesto las empresas evangelizadoras? La abolición de la esclavitud, la dignificación de enfermos expulsados de la sociedad, el reconocimiento de la igualdad de derechos, la atención a huérfanos, la defensa de la vida, el cuidado de indigentes, la recuperación de delincuentes, la consagración de la vida familiar, la dignificación monogámica de la pareja, el aprecio por el trabajo,... y por encima de todo ello, la posibilidad tangible y concreta de ofrecer un sentido satisfactorio y pleno a la existencia, ¿no son experiencias y hechos tremendamente valiosos aunque no nos hayan llegado de manos de querubines, sino en vasijas de barro? Es curioso cómo la izquierda justifica las barbaries y genocidios del socialismo real en aras del “ideal”, y al cristianismo no se le permiten ni siquiera los tropiezos del pecado personal.


3. La ideológica oposición entre razón y fe.
Más importante en Ágora es el conflicto soterrado -¿incompatibilidad?- que plantea entre razón y fe, entre ciencia y religión. No este el lugar tampoco para explicar y aclarar de una vez por todas que la fe es la amiga más fiel de la razón, que la fe da cumplimiento a la razón, que la fe es razonable, y digámoslo claramente, que lo que Amenábar y tantos otros llaman fe, no es más que una superstición visionaria y esclerótica que nada tiene que ver con el cristianismo. Bastaría con que leyeran algo, cualquier cosa, por ejemplo la Fides et ratio, para comprender que la fe no es enemiga ni de la ciencia, ni del progreso, ni mucho menos de la razón. Siempre habrá energúmenos entre las filas de los creyentes, pero que sólo son representativos de su propia equivocación. En este sentido, el magnífico homenaje que Amenábar brinda en este film a la ciencia antigua, y muy en especial a la Astronomía, es un homenaje a la razón que cualquier espectador cristiano disfrutará como propio. Las discusiones entre los seguidores de Ptolomeo y Aristarco de Samos, las reflexiones sobre las trayectorias de los planetas,... son un disfrute para todos, aunque Amenábar parezca querer oponerlos a los intereses “reducidos” de los cristianos. Por todas estas razones es imposible que un cristiano pueda sentirse históricamente reconocido en la propuesta cinematográfica de Amenábar, muy lastrada por tópicos, prejuicios, esquemas ideológicos y leyendas negras favorables a la interpretación oficial de la historia. Una película que para el Poder es el no va más de “la corrección política”, la cultura dominante vestida de gala.


5. La maestría del cineasta
Amenábar vuelve a demostrar que es un grande en el oficio de dirigir películas. Otra cosa es que él decida someter su genio a los imperativos del pensamiento único. Lo más interesante es que Ágora no aparenta ser una película hecha en la era digital, sino que parece que todo decorado es real. La dirección artística es soberbia, y Rachel Weisz hace de Hipatia un personaje memorable. La película es solemne, minuciosa, con un trabajo del sonido espectacular y con unos guiños cosmológicos muy brillantes. Hay mucho cine dentro de Ágora, y por ello es muy fastidioso ver cómo el guión va estropeando la película a medida que avanza. Un excelente envoltorio para un producto que salió de fábrica caducado.

(1) Jedin, H.; Manual de Historia de la Iglesia, vol. II, Herder, Barcelona , 1990, p. 259

Enlace: http://www.pantalla90.es/2009/octubre/agora.html


Sigamos, en el blog de SAnta Iglesia militante, hay otro texto de mucho miedo. Este me ha llegado por un tercer foro, pero el link aparentemente se ha perdido o roto o...no se...
Los cristianos e Hypatia

La verdad, como siempre, es distinta y opuesta a la versión de estos incendiarios de Roma.

Se empieza por no contar con datos precisos sobre la biografía de Hypatia, a pesar –o por lo mismo- de que una vasta bibliografía ha dado cuenta de ella y de sus sucesos. Y tales son las brumas y las imprecisiones al respecto, que el historiador judío Heinrich Graetz, en el volumen segundo de su History of the Jews, aún cargándole el crimen a Cirilo, no tiene a la víctima por mujer sino por hombre.

Hypatia –mujer al fin- no fue menoscabada en vida por los cristianos, ni desecharon ellos su ciencia con orgullo a causa de su condición femenina. La misma María Dzielska, de la Universidad de Jagellónica, en su Hipatia de Alejandría -de la que hay versión castellana, por lo que puede constatarse su ausencia de toda apologética católica-
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narra que la filósofa contaba con cristianos entre sus alumnos, como el Obispo Sinesio de Cirene (cuyo intercambio epistolar conocemos gracias a la obra ingente de Agustín Fitzgerald, (The Letters of Synesius of Cyrene, Londres, 1925), o el “digno y santo" sacerdote Teotecno, y los prestigiosos Olimpio, Herculiano e Isión.

José María Martínez Blázquez, por su parte, en su Sinesio de Cirene, intelectual –que ha tenido la gentileza de volcar digitalmente- menciona las buenas relaciones de Hypatia con el curial Amonio y el Patriarca Teófilo, así como los nombres de cristianos fervientes que, contemporáneos con los sucesos, no dudaron en defender su personalidad. Tal, por ejemplo, Timoteo, en su Historia Eclesiástica. También fue un cristiano, Sócrates Escolástico, quien en su Historia Eclesiástica (VII,15), escrita con posterioridad a la muerte de la alejandrina, la encomió como “modelo de virtud”.

Entonces, la versión aguiniana de fanáticos católicos machistas opuestos a Hypatia por su género y por su paganismo, es puro cuento, trufa insidiosa y bola insensata echada a rodar con lamentable incultura.

La muerte de Hypatia

Si no le es imputable a los cristianos el maltrato a esta mujer singular, tampoco lo es su muerte, ni mucho menos a San Cirilo de Alejandría.

El origen de tan amañada y dañina versión, según lo explica eruditamente Bryan J.Whittield en The Beauty of Reasoning: A Reexamination of Hypatia of Alexandra, hay que buscarlo en el desencajado Damascio, último escolarca de la Academia de Atenas, quien exiliado en Persia tras su cierre por orden de Justiniano, y dispuesto a azuzar las maledicencias contra Cirilo, a quien tuvo por rival –en un tiempo de rivalidades religiosas fortísimas y extremas- le atribuyó el homicidio sin más fundamento que sus propias conjeturas. Sin más fundamento que sus propias conjeturas, repetimos. Porque esto y no otra cosa es lo que, desde entonces y hasta hoy, siguen haciendo cuantos rivalizan endemoniadamente contra la Fe Verdadera. Han pasado siglos desde el lamentable episodio y nadie ha podido aportar otro cargo contra el gran santo de Alejandría que no fuera la sospecha, el rumor, la hipótesis trasnochada o la presunción prejuiciosa.

No hay mentira mayor que la sostenida por Aguinis, y según la cual “los historiadores coinciden en responsabilizar a Cirilo de Alejandría por el asesinato de Hypatia”. Coinciden los enemigos frenéticos de la Iglesia Católica, no los historiadores o los genuinos estudiosos del caso, a algunos de los cuales llevamos citados en estas prietas líneas. No coinciden -y discrepan con la leyenda negra oficial impuesta finalmente por el Iluminismo- el arriano Filostorgio, el sirio Juan de Éfeso, los jansenistas Le Nain de Tillemont y Claude Pierre Goujet o el erudito Christopher Haas en su Alexandria in Late Antiquity: Topography and Social Conflict, publicado en 2006. No coincide tampoco Thomas Lewis, quien redactara ya en 1721 la célebre impugnación de la mentira a la que tituló sugestivamente "La Historia de Hypatia, la imprudentísima maestra de Alejandría: asesinada y despedazada por el populacho, en defensa de San Cirilo y el clero alejandrino. De las calumnias del señor Toland".

No coincide el mencionado Miguel Ángel García Olmo, quien advierte en la maniobra acusadora un “afán de mancillar la ejecutoría de un pastor teólogo de vida esforzada y ejemplar como fue Cirilo de Alejandría, venerado en Oriente y en Occidente”; y ni siquiera se atreve a coincidir Gonzalo Fernández, quien en su obra La muerte de Hypatia, del año 1985, a pesar de la ninguna simpatía que manifiesta hacia el santo, llamando tiránico a su ministerio, concluye en que “ninguna de las fuentes sobre el linchamiento de Hipatia alude a la presencia de parabolani entre sus asesinos”. Los parabolani eran los miembros de una hermandad de monjes alistados voluntariamente para el servicio, principalmente entre los enfermos, y que en su momento respondieron incondicionalmente a San Cirilo, recibiendo la acusación de consumar el linchamiento de Hypatia. Recuérdese que también Aguinis, en el suelto que le objetamos, menciona a “un grupo de monjes”, como causa instrumental del delito.

No coinciden los hechos. Porque el mismo Cirilo, que lamentó y reprobó el crimen de Hypatia, amonestó enérgicamente en su Homilía Pascual del 419, a la plebe alejandrina dada a participar en turbamultas feroces y sanguinarias como la que puso desdichado fin a la vida de la filósofa. Si no se le cree al santo, las novelas de Lawrence Durrel :? –concretamente las de su Cuarteto de Alejandría- resultan una buena fuente para conocer el carácter sangriento y cruel de esas tropelías feroces del populacho alejandrino. Sin olvidarnos de que fueron esas mismas hordas las que dieron muerte a dos obispos cristianos, Jorge y Proterio, en el 361 y 457 respectivamente.

Ahora vamos con una tercera defensa favorable a los cristianos. La firma un Abogado del Estado (lastima no poder apostar a que es opusino) llamado Jesus Trillo Figueroa. Hay que reconocer que los argumentos estan bien redactados. Ha sido prolificamente distribuido por medios afines al cristianismo. Por ejemplo, en el diario La Razon:
Desmontando Ágora

Jesús Trillo Figueroa / 8 octubre 2009

«Ágora: Hipatia» (I)
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El cine es un maravilloso medio para contar la Historia, pero tiene sus limitaciones: a veces, las ambiciones excesivas pasan factura. Los realizadores de «El Código da Vinci» pretendieron convertir a Magdalena en diosa y se pasaron. Amenábar pretende, nada más y nada menos, contar una historia a partir de la cual «el mundo cambió para siempre».

Y se ha vuelto a pasar cuatro pueblos más. La película tiene tantos mensajes ideológicos que es imposible meterlos en dos horas y, al mismo tiempo, mantener un ritmo entretenido, interesante y espectacular.

El cine requiere medir las secuencias, los silencios, los tránsitos y, sobre todo, un guión que mantenga la atención del espectador. Es una pena, porque la película contaba con todos los mimbres: un gran director, una generosa producción, una preciosa actriz, un maravilloso decorado y una perfecta ambientación.

Pero lo que pretenden es inyectar en una pastilla los siguientes mensajes:

primero, que las religiones generan odio y violencia.

Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó.

Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión.

Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas.


Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre.

En fin, Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media. Demasiado para una sola película. Y la cosa continúa porque, según declara el director, «es increíble cómo se parece a la situación actual». ¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Celia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología?

Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje.

Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia. Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo.

Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda.

Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía».

El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años.

Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba san Agustín, coetáneo de Hipatia.


«Ágora: Cirilo» (y II)

La historia de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas las tendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismo radical más reciente. Para algunos, como Voltaire, «desde la muerte de Hipatia hasta la Ilustración, Europa está sumida en la oscuridad; la Ilustración, al rebelarse contra la autoridad de la Iglesia, la revelación y los dogmas, vuelve a abrir la iluminación de la razón». En la última versión feminista de Úrsula Molinaro, Hipatia es la campeona del amor libre, a pesar de que en realidad era virgen. La conclusión es que de la verdadera historia de Hipatia se pasa a la leyenda de Hipatia, que se convierte en la leyenda del Crimen de Alejandría, cuyo protagonista principal es el obispo Cirilo.

La película de Amenábar recoge casi todos los ingredientes de esta leyenda: Hipatia es símbolo de mujer libre que representa el fin de la cultura grecolatina y el comienzo del oscurantismo cristiano, asesinada por unos fanáticos talibanes cristianos al mando del obispo Cirilo. ¿De dónde surge esta leyenda? El primero que narró el crimen fue Sócrates Escolástico en el siglo V, un letrado al servicio del patriarca de Constantinopla Nestorio, enemigo del patriarca de Alejandría Cirilo.

Pero la atribución directa a este último de la autoría del asesinato fue cosa del escritor pagano Damascio, que escribió la «Vida de Isidoro», que es una apología del paganismo durante el final del siglo V y principios del VI.

No obstante, la auténtica leyenda surge con la obra de John Toland en 1720. Éste era un irlandés, hijo ilegítimo de un sacerdote católico, que se hizo protestante y posteriormente activo militante del ateísmo en la Gran Logia de Londres. Después vino Voltaire; después, el historiador Edward Gibbon, quien, para argumentar su tesis acerca de que el cristianismo es la causa interna de la decadencia del Imperio Romano, utiliza la leyenda de Hipatia y declara a Cirilo responsable de todos los conflictos que estallaron en Alejandría en el siglo V.

Más tarde llegarán las versiones románticas de Leconte de Lisle y otros, y finalmente el feminismo radical, para el que Hipatia fue la primera mártir de la misoginia propia del cristianismo. Todos los autores citados, y alguno más, tienen una cosa en común: son masones reconocidos.

Una de las grandes mentiras de la historia que se quiere propagar es que la mujer fue libre en Grecia y en Roma hasta que llegó el cristianismo y la sometió la sujeción del hombre; a esta idea también contribuye la película. Lo cierto es que en Grecia la mujer era considerada una cosa más de la casa, y en Roma, no era una «sui iuris», es decir, titular de derechos, sino que era considerada «capiti diminutio», como un niño o un incapacitado y, por tanto, estaba sometida a la tutela o la «manus» del padre o del marido.

Por el contrario, fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia.

Y precisamente la explicación fundamental en torno al odio a Cirilo está en esta cuestión. Independientemente de que la carta de san Pablo a Timoteo no refleja precisamente una visión emancipada de la mujer, no es creíble que Cirilo la impusiera como literalidad a cumplir, porque es precisamente Cirilo quien más ha exaltado en la historia de la humanidad la condición femenina, pues a él se debe la expresión «Theotokos», palabra griega que significa madre de Dios.

El personaje del que hablamos, al que la película presenta con caracteres parecidos a Bin Laden para luego dejar en letras la explicación de que a ese «energúmeno» que ustedes han visto la Iglesia católica lo hizo Santo y León XIII lo declaró doctor de la Iglesia, efectivamente es san Cirilo de Alejandría. Él fue el que derrotó a la herejía Nestoriana en el Concilio de Éfeso del 431. En esencia, la disputa consistía en si María era madre de Cristo o madre de Dios.

De la respuesta a esta cuestión surge algo muy importante: la doble naturaleza divina y humana en una persona llamada Cristo. Cirilo consiguió que se convocase un concilio en Éfeso, puesto que era el lugar donde vivió sus últimos años la Virgen María, y logró que la Iglesia declarase el primer dogma mariano de la historia: María, Madre de Dios. Hasta aquel momento nadie en la historia había conseguido colocar a un ser humano mujer por encima de cualquier hombre. Éste es el personaje que en el fondo persigue la leyenda de Hipatia; curiosamente, Beltrand Rusell comienza su «Historia del pensamiento occidental» con una irónica semblanza de san Cirilo diciendo: «El motivo principal de su fama es el linchamiento de Hipatia». Todo esto huele excesivamente a podrido.

*Jesús Trillo Figueroa es Abogado del Estado (e) / * Publicado en el diari La Razón

Link: [url]http://www.larazon.es/noticia/desmontando-agora[url]

En fin, por ahora hay materia mas que suficiente. De todas maneras, un repaso a las principales webs y foros cristianos, nos permitiria sustraer decenas de articulos, pero creo que los argumentos base estan mas que expuestos con esta muestra.

Bien, ¿algo que contraargumentar, compañeros?

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Alex64
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Alex64 »

AHHHHHHH....Tantas tonterias juntas duelen a la vista, dios, menuda concentracion de falancias e hipocresias, no hay nada que contraargumentar contra todo esto.
Pero me quedo con esta frase:
Pero la pregunta es: ¿el pecado de los cristianos anula la realidad histórica de humanización que han supuesto las empresas evangelizadoras? La abolición de la esclavitud, la dignificación de enfermos expulsados de la sociedad,el reconocimiento de la igualdad de derechos, la atención a huérfanos, la defensa de la vida, el cuidado de indigentes, la recuperación de delincuentes, la consagración de la vida familiar, la dignificación monogámica de la pareja, el aprecio por el trabajo,... y por encima de todo ello, la posibilidad tangible y concreta de ofrecer un sentido satisfactorio y pleno a la existencia,
:lol: :lol: :lol: :lol: :lol: no se este hombre en que se habra licenciado pero en historia no desde luego...
Si no le es imputable a los cristianos el maltrato a esta mujer singular, tampoco lo es su muerte, ni mucho menos a San Cirilo de Alejandría.
Uy,uy,uy, :wtf: :wtf: ¿como se puede contraargumentar contra alguien que niega un hecho historico documentado y testificado?.PD:Noto la vena franquista y ultraderechista en esta pagina.
Por ultimo en nuestra ultima critica veo unos puntazos de lucidez:
primero, que las religiones generan odio y violencia.

Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó.

Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión.

Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas.

Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre.
¡Correcto!.Usted mismo lo ha dicho señor Figueroa.
fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia.
Eso si, usted no se ha leido la Biblia en su puta vida. :lol: :lol: :lol:
En conclusion:No hace falta falta contraargumentar nada frente a tanta negacion de la propia realidad historica.Consultad vosotros mismos los libros de historia y los documentos de la epoca y comprobad si estos señores tienen razon o no.
"El miedo fue lo primero que dio en el mundo nacimiento a los dioses"
Estacio.

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Tontxu
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Tontxu »

“Sirve para un terrorista islámico, para un terrorista de ETA, para cualquiera que lo practique”, insiste en Fotogramas. Sin embargo, esa impecable declaración de intenciones no parece sincera a la vista de los resultados ni explica suficiente ni correctamente la película. Es necesario analizar el marco elegido por el cineasta para su alegato contra la intolerancia.

La intolerancia ¿pero de quién?

Supongo que Amenabar si sabe que ETA ha asesinado a discreción, a ciudadanos de todos los oficios y profesiones (todos lo sabemos), pero de lo que no se ha percatado el crítico de Ágora (citándole) es, que ETA nunca a asesinado a un cura. De aquí la frase (con la boca pequeña) que se decía en Euskadi ¿Qué habrá que hacer para que no te pillen?, coño… hacerte cura. Sirva ésta anécdota histórica como preámbulo.

Dicho esto, ni Amenábar a tratado de hacer cine histórico ni nada parecido, sino más bien un alegato a favor de la ciencia, presentado con ciertas dosis de historicismo a una Hipatia como un doble símbolo (fémina y científica) en contraposición a la sinrazón de la época, producto de las luchas por conseguir el poder entre los distintos credos.
Seguro que a estos críticos de Ágora, se les cae la baba con las filmes “históricos”, como; Los diez mandamientos, Ben-Hur, Quo Vadis, la Sábana Santa, etc, que estos sí son verdaderos documentos históricos, pero de lavado de cerebros, de una industria al servicio del adoctrinamiento.
La película es un oda a la razón y si no hay documentación suficiente, que se lo pregunten a lo pirómanos que arrasaron la “biblioteca de Alejandría”, convirtiendo el saber de la época en cenizas, aunque éstas no se quedaron allí, se espolvorearon por todo el mundo, para su vergüenza de estos y de sus fieles seguidores.
No tendrá mucho rigor histórico (por los imperativos ya expresados), ni falta que hace, pero cómo dicen los italianos “Se non è vero è ben trovato”.
Si los acólitos de la ICAR, pretenden cargarse la pelicula con el tonto argumento de la falta de rigor histórico, la respuesta está clara, ¿ quienes son los responsables de tal oscurantismo? y no hay que acudir lejos; los responsables fueron los voceros de la "verdad única" , que se dedicaban (todavía hoy) a incinerar las verdades que no toleran. Sancho, con la iglesia hemos topado.
“Algunos científicos son tan distraídos que no recuerdan ni dónde han dejado la ética”Ramón Eder

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SWAMI
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por SWAMI »

¿Ante tal negación gratuíta de registros históricos, qué se puede argumentar?. Obviamente nada. Esto es lo más parecido a hablar con un creacionista. Tiene delante de sus narices las evidencias que todos podemos verificar con nuestros propios ojos, pero prefieren creer en aquello de lo que no tienen ni una sola evidencia. No creen en lo que todos podemos comprobar, pero creen en lo que nadie puede comprobar. Pues con la jauría católica de la caverna española pasa lo mismo. Estoy harto de hablar con este tipo de gente por foros de internet, y la única expresión que me viene a la cabeza cuando oigo "católico español" es la "cobarde repugnante". Cuando entras en un foro y escribes algo de historia aportando tropecientas fuentes, algo como el genocidio croata del ultracatólico Ante Pavelic protegido por el Vaticano, el genocidio católico de Ruanda en 1994, etc, pero siempre aportando fuentes, pues simplemente lo niegan, te llaman desinformado socialista, te dicen que esas fuentes son basura y, POR SUPUESTO, ESO SÍ, te borran el comentario. Pero tras negarlo no dan ninguna alternativa que refute que los hechos sean como uno los expone. Simplemente lo niegan pero no explican cómo fue. Esa es la Falacia de Afirmación Gratuíta y ese es el cuerpo principal de los tres enormes textos que citas, que no sé si serán de la cope, de HazteOrín o de InfoCatólica. Sus escurridas escapadas tangentes suelen ser: "para esa demostración hace falta un desarrollo tan extenso que no estoy por la labor de hacer", o "para demostrar lo que el Cristianismo ha aportado al progreso hace falta una biblioteca como la de Alejandría". PERO AHÍ SE QUEDAN. No niego que el Cristianismo haya aportado algunos momentos de progreso, pero lo que no se puede hacer es negar los registros históricos intersubjetivamente aceptados, acordados y documentados. Hay documentación sobrada que demuestra la intolerancia y la naturaleza asesina del Cristianismo y la Iglesia: la matanza de Albigenses, Beziers, Cruzadas por doquier, Inquisición, Invasión del Nuevo Mundo con masacre de razas y culturas y lo que todos sabemos, bla, bla, bla. Pero para esta gente tan "inteligente" todo eso es mentira y desinformación de rojos pirados.

¿Qué se puede decir ante verdades históricas debidamente registradas como éstas y que estos enfermos presentan como falsas?

"la religión oscurece la razón, desprecia a la filosofía y frena la ciencia y el progreso".
"La fe no es enemiga ni de la ciencia, ni del progreso, ni mucho menos de la razón".
"las religiones generan odio y violencia". <---- ZAASSSS !!!
"existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión".
"la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas".
"el Crisitanismo es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre". <---- ZAASSSS !!!
"Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media". <---- ZAASSSS !!!
"Hypatia –mujer al fin- no fue menoscabada en vida por los cristianos, ni desecharon ellos su ciencia con orgullo a causa de su condición femenina".

Pues sólo queda decirles lo mismo que a un pobre creacionista: "vete a un museo a mirar los fósiles con tus propios ojos".
El Observador escribió:José María Martínez Blázquez, por su parte, en su Sinesio de Cirene, intelectual –que ha tenido la gentileza de volcar digitalmente- menciona las buenas relaciones de Hypatia con el curial Amonio y el Patriarca Teófilo, así como los nombres de cristianos fervientes que, contemporáneos con los sucesos, no dudaron en defender su personalidad. Tal, por ejemplo, Timoteo, en su Historia Eclesiástica. También fue un cristiano, Sócrates Escolástico, quien en su Historia Eclesiástica (VII,15), escrita con posterioridad a la muerte de la alejandrina, la encomió como “modelo de virtud”.

Entonces, la versión aguiniana de fanáticos católicos machistas opuestos a Hypatia por su género y por su paganismo, es puro cuento, trufa insidiosa y bola insensata echada a rodar con lamentable incultura.
Y acaso una cosa demuestra que la otra es falsa? Falacia Non Sequitur.
Dios es una especulación arbitraria y antojadiza sin ningún fundamento real y con referente en el ser humano.
ASÓCIATE a CYBERATEOS. Es mejor un mundo sin religión. Las personas somos mucho más importantes que Dios.

Carlosofo
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Carlosofo »

Los cristianos parten de sus "verdades reveladas", y luego intentan argumentarlas racionalmente. Pero, en el fondo, los argumentos racionales les importan poco. No es raro, por tanto, que se pasen por el arco del triunfo las evidencias históricas, a la hora de criticar Ágora.

Ágora sí que es un pelíclua bien documentada. Se ajusta, por lo que sé, a todos los datos de los que se disponen hoy en día. Solo añade, al margen de la historia conocida, ciertos detalles sobre la vida de Hipatia para hacer posible una película coherente (ya que de Hipatia se sabe muy poco). Además, los detalles cinematograficos añadidos, no afectan en nada al juicio negativo que podamos formarnos sobre el cristianismo. Ese juicio negativo, ya se deduce directamente de los estudios actuales de la ciencia histórica.

Ciertamente, en la película los paganos son los primeros en coger las armas. Pero (¡ojo!), no hay que olvidar que las cogen, porque los cristianos les asaltan sus templos. Las distintas religiones paganas, siempre se respetaron entre sí (igual que las actuales religiones de la India). Cuando hubo algún enfrentamiento con alguna religión, fue debido a la aparición de religiones que pretendían monopolizarlo todo (en la Grecia y Roma antiguas el cristianismo, y en la India actual el islamismo). Si los cristianos hubieran sido tolerantes, no habría habido ningún problema en situar a su Jesús, en el Panteos de los dioses. Porque, los paganos reconocían que para sentir la verdad superior, cada persona necesitaba una vía distinta, dependiendo de su carácter diferenciado.

Bien es cierto, que la objetividad de la película Ágora muestra que también los paganos tenían cierta tendencia a la exaltación, frente a la serenidad de los filósofos ateos. Eso, también se ajusta a la verdad.

Un detalle interesante en la película, es que en el momento de asaltar la biblioteca de Alejandría, todos los cristianos que queman libros, son enfocados desde arriba y parecen cucarachas. Fijaos en ese detalle.

Un saludo.
Carlos.

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Hagamenon
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Hagamenon »

a mi me ha gustado mucho la película, y la recomiendo.

sobre la fidelidad histórica de la pelí: sin conocer en detalle el tema, es claro que amenabar se ha tomado ciertas licencias. por ejemplo, su supuesto descubrimiento de que las órbitas de los planetas eran elípticas, que a mi personalmente no me ha gustado. la idea de que las órbitas eran circulares era un concepto precristiano tan arraigado culturalmente como nuestra idea de la gravedad.
sin embargo, dudo seriamente que amenabar tuviese la intención de hacer un documental histórico, y tanta gaita con sus inexactitudes me parece ridícula. si lo que pretenden es lavarle la cara a la trayectoria histórica que ha tenido el cristianismo, lo tienen realmente complicado. :lol:
comparado con otros crímenes que ha cometido la iglesia, este es pecata minuta. ¿a qué tanta indignación?

supongo que el quid de la cuestión no es tanto si Hipatia fue matada por tal o cual, sino el viejo enfrentamiento religión-razón. mediante este sacar imprecisiones históricas pretenden hacerse adalides de la razón.

lo cual, es un pedazo de super non sequitur subnormaloide que te cagas por las patas abajo a chorros y con sonido estéreo de cloaca. creo.
¿Quién de nosotros no se ha sacrificado ya a sí mismo, por su buena reputación?
Nietzsche

Carlosofo
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Carlosofo »

Hagamenon escribió:a mi me ha gustado mucho la película, y la recomiendo.

(...) es claro que amenabar se ha tomado ciertas licencias. por ejemplo, su supuesto descubrimiento de que las órbitas de los planetas eran elípticas, que a mi personalmente no me ha gustado. (...)

supongo que el quid de la cuestión no es tanto si Hipatia fue matada por tal o cual, sino el viejo enfrentamiento religión-razón. mediante este sacar imprecisiones históricas pretenden hacerse adalides de la razón.
Hola Hagamenon,

a mí tampoco me gustó eso de que Hipatia descubriera las órbitas elípticas, como si estuviera al nivel de Kepler. Mucho sería ya, que hubiera descubierto que el sol era el centro del sistema solar, como ya afirmó Aristarco (una excepción en la antigüedad). No creo, que Hipatia hubiera llegado ni siquiera a la conclusión de Aristarco. Pero, no obstante, como de Hipatia se sabe tan poco, cabe la remota posibilidad de que lo hubiera hecho, y a eso se agarra el director de la película, para darle más emoción al asunto. Claro, que con haberla hecho llegar al nivel de Aristarco, ya iría que chuta.

Sobre el asesinato de esta filósofa, sí que existen coincidencias en que fue apedreada por una turba dirigida por Cirilo (futuro santo). Hay autores de la categoría de Geymonat (ver su Historia de la Filosofía y la Ciencia), que lo dan por probado. Si bien, como dices, lo que se pone sobre el tapete, en la película, es la invasión de la religión avasallando a la razón. Por lo menos, esa es la lección que podemos sacar aplicándolo a hoy en día, para evitar, en el futuro, que la religión siga invadiendo nuestro ámbito legal laico.

Un saludo.
Carlos.

Metatrón

Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por Metatrón »

Es lamentable ver como muchos cristianos siguen odiando a la ilustre Hipatía 1600 años después de haberla asesinado.

Siguen en sus cavernas, son incapaces de cambiar.

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isimac
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Re: Película Ágora

Mensaje sin leer por isimac »

Carlosofo escribió:Si bien, como dices, lo que se pone sobre el tapete, en la película, es la invasión de la religión avasallando a la razón. Por lo menos, esa es la lección que podemos sacar aplicándolo a hoy en día, para evitar, en el futuro, que la religión siga invadiendo nuestro ámbito legal laico.
¿En temas como la investigación con células madre no invaden la normativa? Porque el hecho de equipararlo con el genocidio y la eugenesia.
Matrimonio de personas del mismo sexo. O la equiparacion de derechos de parejas de hecho... Se siguen metiendo y mucho.

PD: Disfruté muchisimo con la pelicula. Tristemente no he podido comentarla "a conciencia" AUN.
PD2: Conocí a un Teologo en la proyeccion y espero poder tomarme un café con él, para debatir puntos :boxing: :twisted:
Seguro que tienes mucha fe en Dios, pero ¿a que miras a los lados al cruzar la calle?
Creer es más fácil que pensar. He ahí la razón de que haya más creyentes.
Dicen que la fe mueve montañas, pero en realidad la dinamita ha resultado más útil.

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