Vitriólico escribió:nuria escribió:Pena de muerte no, porque no. Así de sencillo. Porque no cabe ni el pedir argumentaciones en contra ni mucho menos a favor: es indecente y capcioso.
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A mí lo que me parece capciosa es tu afirmación:
no porque no y porque lo digo yo. Y no es "así" de sencillo, sino "así" de insultante.
Aparte de que no sé quién eres tú (ni me importa), te invito a pillarte los dedos con la pantalla del portátil para no teclear citas "de autoridad" que son una auténtica ofensa en un foro que se caracteriza por el rechazo de imposiciones gratuitas y que está basado en el razonamiento y la argumentación de TODO.
Marginalmente mencionaré que el que estés del mismo lado que yo en este asunto, es anecdótico -o dicho coloquialmente, me la repanfinfla-.
¡Vaya! Pues, desde luego, no es imposición lo que pretendía que se interpretase.
Un usuario abre este hilo y pide argumentos a favor o en contra de la pena de muerte, no sin antes hacer saber que él está a favor de su implantación en su país y está poniendo todo su empeño en que así sea. De entrada, a mí, personalmente, me produce antipatía y rechazo su postura y me parece capciosa su forma de abrir el debate tras esa exposición.
Mi comentario, aunque público y sin cita al post que abre el hilo, es en respuesta a su mensaje. No sé si esto aclara algo o no aclara nada, pero es así.
El contenido de mi “no comentario” peca de economía en el lenguaje, sí. Lo hice de una manera intencionada, para remarcar lo absurdo (siempre en mi opinión, particular) de no entender la pena de muerte como algo totalmente repudiable, pero el recurso no ha sido efectivo:
“Pena de muerte no, porque no”…, porque no la concibo, porque no entiendo que no sea algo que aún exista y por lo que aún pueda buscarse justificación. Porque (para mí) son tan obvias las razones que se han ido dando a lo largo del hilo, que no veía necesidad de ser reiterativa volviéndolas a enumerar y, por eso, a modo de conclusión, hacía gala de esa fallida síntesis con el propósito (también fallido) de expresar mi disconformidad.
“Así de sencillo”. Debería ser sencillo ver la inmoralidad de la implantación de la pena de muerte. De nuevo, particularmente, a mí me resulta sencillo sentir esa animadversión porque es mi enfoque, mi opinión en todo momento. Desde luego que, al margen de lo que yo (vulgar mindundi anónima) opine, va a seguir habiendo gente que esté a favor, gente en contra y gente que no tenga muy clara su postura. ¿Quién soy yo para imponer y para citar con autoridad? Nadie. No lo he hecho, aunque mi capacidad expresiva haya quedado comprometida.
Por otra parte, sí espero que en un futuro la mera propuesta a debate sobre “pena de muerte ¿sí o no?”, sea en sí misma recibida por una mayoría como algo bochornoso y fuera de lugar. Esto era lo quería expresar en mi comentario, resaltar la obviedad de que no se sostiene, bajo ningún concepto, la implantación de la pena de muerte y reducir al absurdo lo contrario. En este punto quizá sí tenga que admitir una incapacidad de diálogo…, mmm…no sé, igual es que simplemente estoy adelantada a mi tiempo como Sinead O´Connor cuando rompió la foto del papa,jeje.