xasto escribió:
Estoy por completo con Shé y me sorprende que tú no veas la falta de libertad que hay en el sentimiento de culpa inventado por la Iglesia. Pero ya no es sólo ese invento, sino que la Iglesia formó todo un sistema o mecanismo que ataba y ata todavía a las mentes de los creyentes sumergiéndoles en un estado de gilipollez, algo así como unos zombies a merced de los intereses de esa Iglesia Católica. Todo eso es falta de libertad. Es adocenamiento, adoctrinamiento, es, en definitiva, alienación pura y dura.
Lo qué yo veo es que, esa falta de libertad está patente en la inmensa mayoría de los pueblos de todo el mundo. He explicado cuál es para mi el origen de la falta de libertad y pienso que ha quedado claro que, sin solucionar sus causas malamente solucionaremos sus efectos. Posiblemente no me explique bien o no se me entienda, no he negado en ningún momento el poder que la religión tiene entre sus adeptos y no adeptos, sólo niego que sean las causantes de su alienación, sino un efecto de su desesperación. Las causas son materiales, no espirituales, esto "sólo" es un efecto y me consta que es lo único que vosotros veis. Es por ello que disiento en la terapia, para mi es fundamental solucionar las causas, solucionando las causas se eliminan los efectos, aunque no sea de inmediato, puesto que como sabrás siempre quedan los reflejos que se irán diluyendo a medida que transcurra el tiempo, el tiempo lo cura todo.
Quedarse manos cruzadas sin hacer nada, es abrir las puertas a la alienación. Está demostrado que a más cultura y más conocimientos, más lejos se está de la alienación. Por el contrario, cuanta más incultura e ignorancia, más “carne de creyente”.
Si te vas a dedicar a recortar las frases sin atender al contexto en que éstas van circunscritas, me apeo del bus en marcha. No tengo que repetir lo escrito, te pego completo el párrafo;
“Pretender resolver la cuestión de la influencia de la religión mediante la cultura ilustrada y el saber en general (lo leo habitualmente en el foro), así… a secas, es lo mismo que poner puertas al campo.¿Cómo se logra que todo el mudo tenga acceso al conocimiento?, se supone que éste no viene por iluminación, habrá primero que hacer algunos reajustes (sin hablar del tercer mundo), escuelas públicas para todos, igualdad real, más gasto público, estado laico, eliminar los poderes de la ICAR, no subvenciones por la cara, elevar los impuestos a las rentas más altas, en una palabra dinero para gastos sociales”. ¿Cómo sino vas ha conseguirlo?, aún y sin entrar en países del tercer mundo, me estaba circunscribiendo a Europa. ¿Cómo crees que se ha desarrollado la historia hasta ahora?, ¿por qué hay más ateos en esta época que en las anteriores?, porque nos quitamos el chip religioso de la cabeza o por la lucha social por conseguir mejor calidad de vida y, que posteriormente redundó en liberarnos también del puto chip. Si esto no se entiende, no conozco otra forma de explicarlo, solucionar las causas que alienan (materialidad) , solucionados los efectos, “sumisión”.
Aunque mal hecha, ha sido eficaz. La campaña del bus no ha intentado en ningún momento convencer a nadie de la inexistencia de Dios, tal como ya se te ha repetido. Dicha campaña ha intentado –y lo ha conseguido- iniciar o reforzar un debate –que ya estaba en la calle- sobre la igualdad de privilegios o derechos de las confesiones religiosas y el mundo ateo, eso, precisamente, que tú tanto exiges: el laicismo. Un laicismo no se puede dar si no se consigue el mismo derecho en la sociedad a decir en público “Dios existe” como “Dios no existe” y esa campaña ha puesto de manifiesto que ese derecho, si bien se ha conseguido, no ha sido tolerado por muchas fuentes religiosas que han considerado esa campaña como una blasfemia. Desde el momento en que La Conferencia Episcopal –si no me equivoco- tildó la campaña del Bus Ateo como una blasfemia que “ataca la libertad de expresión” se demuestra que hay mucho trabajo por hacer para conseguir un laicismo “de facto” y no teórico.
Decir que dicha campaña no ha conseguido nada es ser un ignorante o no haberse enterado de la realidad, seguramente por no seguir el hilo de toda esa cuestión.
El laicismo no puede prescindir del ateísmo, y el principal movimiento impulsor del laicismo no es el agnosticismo, sino el ateísmo, por si alguien lo pusiera en duda.
El debate se está dando entre nosotros, ninguna instancia institucional ha reaccionado. El laicismo no solamente lo solicitan los ateos, este es un error que machaconamente y continuamente se proyecta hacía los demás, dejando de lado su importancia real que para redundará a toda la sociedad en su conjunto y siguiendo por éste camino (equivocado) sólo conseguimos que el resto de la ciudadanía piense que este es un asunto exclusivo de los ateos. El laicismo es un reivindicación exclusivamente política que afecta al estado de derecho y no un capricho ateo, este es el mensaje que se debe dar a la sociedad. Yo no soy Gay, pero sus reivindicaciones eran también las mías, por lo que (en su día) colaboré en la organización de diferentes manifestaciones, hasta que el clamor por una sociedad entre iguales, ésta aceptó lo que era inevitable, por ser un derecho recogido por la constitución. Sirva este ejemplo para describir lo que pienso que deberíamos hacer, convencer mediante la lucha, de las bondades de la sociedad laica, apelando a los poderes del estado para exigirles que se aplique la equidad que se establece en la constitución, “todos los ciudadanos somos iguales ante la ley” y a esto en toda tierra de garbanzos se le clasifica como quehacer político, lo contrario de un anticredos que nos desvía de lo verdadera causa, la sociedad laicista. Lo que a la ICAR de verdad le jode no son los “buses ateos”, son la temida posibilidad de eliminación de su poder fáctico que mantienen en todos los órdenes e instituciones en este Reino de España, ésta es la lucha, aquí y ahora. Mientras sigamos entre discusiones de, si son galgos o podencos, la ICAR se estará frotando las manos, mientras nosotros ponemos un cartelito aquí y otro más allá (eh, qué existimos, qué estamos aquí). La reivindicación de ir dirigida siempre al sujeto que tiene la capacidad y la autoridad para cambiar o invertir en orden de las leyes y creo que la ICAR todavía no se presenta a las elecciones, influye pero no gobierna. Sin embargo estamos dando palos de ciego, no son los creyentes nuestro blanco, es el parlamento y el gobierno de turno.
Parece ser que tú no has vivido directamente el sufrimiento ocasionado por la alienación religiosa. Yo sí. No sólo me “sacrifiqué” inútilmente en mis tiempos de creyente, sino que vi a familiares y conocidos viviendo una vida de sacrificio intútil, de represión, y no sólo eso, sino que siempre han intentado inculcar ese espíritu de mortificación a todo quisqui. ¿Has visto la película “Camino” que hace referencia al Opus Dei? Si no es así, te aconsejo que la veas. En ella se refleja esa infelicidad y ese sufrimiento inútil por culpa de la alienación a la que es sometido el creyente fanático.
Esto no es un anecdotario, primero porque nunca cuando hablo me refiero a mi particular vida, sino a la generalidad. No me hace falta ver películas, tengo bastantes años y he conocido el largo brazo del OPUS y a la actuación de todos sus ministros durante el franquismo. No creo que me vayan a enseñar algo que desconozca. Mi hijo me ha dicho que tiene el video y que me lo hará llegar, pues la veré, pero te adelanto que seguro que no me asombra, a mi hijo parece que le ha sorprendido, cosas de la edad.
Sí, ya sé que el católico común, el de la calle, no se pone cilicios, ni va por la calle de rodillas hasta que le sangren, pero eso se ve todavía en las procesiones de semana santa, en las avalanchas humanas que acuden a la Virgen de Guadalupe, creo que en México, etc.
La religión católica ha reprimido, oprimido y ha eliminado de la vida cotidiana mucha felicidad y placer por culpa de su absurda doctrina. El “disfruta de la vida” del eslogan está completamente justificado. Otra cosa es que el católico no se dé cuenta de que su “felicidad” hubiera podido ser otra si no hubiera hecho caso de tanta palabrería absurda que le impedía disfrutar de lleno su vida. Los psicólogos y psiquiatras conocen muy bien ese tema. Sus consultas están llenas de pacientes con traumas por la cuestión sexual, por su represión en ese tema. Personas que después de muchos años de castidad, incluso dentro del matrimonio, se han dado cuenta –tristemente tarde- de lo mucho que se perdieron con sus parejas al creer que la felicidad producida por unas sanas relaciones sexuales eran pecado. Todo eso, y muchas cosas más, justifican esa coletilla.
Que sí, que me consta. Te hago una pregunta para entiendas (si es posible) lo que trato de evidenciar ¿Cuántos de los romeros que se autoflagelan pertenecen a las clases acomodadas?, esta casta ha sido y es por su naturaleza creyente (Dios está con ellos y a favor), pues no verás a ninguno entre los del cilicio. En la procesiones marianas los organizadores son normalmente los antiguos caciques de los pueblos y formaban parte activa de la triada que sometía al pueblo, léase; el clero, la aristocracia y el cuerpo que velaba por la “seguridad” de ellos. La triada gobernó a su antojo hasta que el pueblo se hartó de aguantar injusticias, aunque aún conserve en multitud de pueblos su antiguo poder, pero este va a menos. No estoy por la labor de hacer de “exorcista ateo” para sacar a Dios de las mentes de los creyentes, porque la alienación de la que yo hablo, no se soluciona en un psiquiatra, ni exorcizando, se soluciona, eliminando el poder real, el material, el de este mundo y éste es el que subyuga y rebaja al ser humano a someterse al poderoso. Saludos.
PD; te apunto que Europa Laica, no se sumó a la campaña, aunque evidentemente defendió el derecho a la libertad de expresión que otorga a todos los ciudadanos poder manifestar sus creencias, en el bus (pagando) o en el pueblo de atea (Zaragoza).