La enfermedad mental puede ser inducida perfectamente. Cójase a un individuo, enciérresele unos añitos sin ver a nadie y se tendrá un bonito psicópata. No será un esquizofrénico -quizá-, pero sí un psicótico.Psittakos escribió:Ya lo he hecho:Vitriólico escribió:¿Serías tan amable de desarrollar esa idea?.Psittakos escribió: #2- Te digo que no se puede comparar porque la fe y la enfermedad son cosas bien distintas.
Yo mismo escribió:
A mi cuando comparaís a los creyentes con enfermos mentales me pregunto si teneís la menor idea de en que consisten ambas cosas... Un esquizofrénico está enfermo, su problema le domina a él, pero un creyente elige voluntariamente su visión de la realidad. ¿cuantos creyentes han terminando abandonando sus creencias ante el reconocimiento de que éstas terminaron decepcionandoles? Yo no conozco, sin embargo, ningún caso de esquizofrenia que se haya curado de la noche a la mañana sin tratamiento alguno.
Intentar convencer a un esquizofrénico es, efectivamente, perder el tiempo: a los esquizofrénicos no se les convence, se les cura. Pero a un TdJ sí le puedes convencer de que su parafernalia es falsa: El mismo que me dejó picueto con lo del libro de Isaías vió como le refutaba la existencia de Jesucristo argumentada por Josefo, cómo la biblia habla de los cuatro picos de la Tierra (él defendía que la biblia atestiguaba que era redonda) y todos los argumentos contraevolutivos y procreacionistas que me dió. Lógicamente, no va a decirme en ese momento: "tienes razón, vaya chorrada en la que he estado creyendo", pero ya le aportas un elemento a través del cual sus ideas ya no parecen tan sólidas.
Con la religión pasa lo mismo: cójase un tierno infante, inocúlesele durante años una serie de disparates mediante la vía de las emociones y tendremos un bonito creyente con sus atributos lógicos cercenados en una buena parte de su cerebro.
Los síntomas serán variables, ya que hablará con seres inexistentes, quizá tenga alucinaciones, realizará acciones sistemáticas carentes de todo sentido, quizá se autohiera con objetos cortantes, tendrá episodios de emociones desbocadas e incongruentes, etc.
Al igual que el primero, será parcialmente recuperable, aunque quedarán profundas secuelas. Todo dependerá del grado de su psicopatía y del ambiente o tratamiento en que permanezca posteriormente.
Las psicopatías son un mundo amplísimo en el que la esquizofrenia es sólo una parte. Pero piensa en delirios paranoicos y verás cómo no te parece tan alejada la religión.