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Una familia de Extremadura llevaba dos años pidiéndolo
Lorenzo Losada y Ana Lago han tardado dos años en conseguir que sus dos hijos atiendan al maestro sin perder la vista en un crucifijo, en el colegio público Ortega y Gasset de Almendralejo (Badajoz). Los niños han empezado este curso sin símbolos religiosos en sus aulas, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJE) tomara cartas en el asunto.
Aunque la familia había denunciado que no quería símbolos religiosos en la escuela ante la Consejería de Educación, esta no ha actuado hasta que los jueces han intervenido. El TSJE llamó a comparecer el pasado 7 de septiembre a las partes implicadas: la familia y la Consejería de Educación, responsable del centro. La Administración, que hasta entonces no se había pronunciado, apuró al día antes de la reunión para dictar una resolución en la que daba la razón a la pareja.
La escuela, pública, mantiene vírgenes, y actos litúrgicos en horario escolar
Tras el encuentro entre las partes, el TSJE dictó un auto en el que obligaba al colegio Ortega y Gasset a cumplir la solicitud de la familia, según adelantó ayer la Cadena Ser.
Pasillos llenos de símbolos
La escuela sólo ha eliminado los dos crucifijos que había en las clases de los dos menores. El niño cursa ahora primero de Primaria y la niña está en sexto curso. "También queremos [y así consta en el auto del tribunal] que no se realicen más actos confesionales y que se retiren los crucifijos de las aulas comunes", denunció Losada a este diario. "Los pasillos están llenos de vírgenes y de pósters del Domund. Además, los miércoles de ceniza llevan a los niños que quieren a la parroquia en horario escolar", añadió este padre.
La consejería tardó dos años en actuar, cuando intervino el Tribunal
El hombre quiere que sus hijos se críen ajenos a los símbolos religiosos que le recuerdan a "las escuelas de los años cincuenta y sesenta". Tanto Losada como su esposa quieren que crezcan "en respeto y tolerancia con todas las personas y creencias".
La pareja, profesores de Secundaria, comenzó a quejarse hace cinco años por la masificación de crucifijos y vírgenes. Pero sus críticas verbales a la dirección del colegio cayeron en saco roto.
Entonces, en diciembre de 2008, empezaron a enviar sus peticiones por escrito, al colegio y a la Consejería de Educación (PSOE), relata ahora Losada. El consejo escolar, al que competía decidir, se inhibió en la consejería "porque [la presencia o no de símbolos religiosos] atendía a derechos fundamentales de las personas", explicó ayer el director de la escuela, José Antonio Montosa. Pero la consejería tampoco actuó.
Harta de la espera, el pasado junio, la familia recurrió al Tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Mérida. También este evitó pronunciarse y derivó el caso al TSJE, cuya entrada en juego puso punto final al enfrentamiento.
La Consejería de Educación insiste en que no actuó por mandato del TSJE y que se decidió a eliminar los crucifijos antes de que este interviniera. Lo cierto es que hasta un día antes de la reunión con la familia, citados por el TSJE, la Administración no se pronunció. "La escuela quitó los dos crucifijos al recibir una carta de la Consejería", explicó el director.
Al ser preguntada, la consejera de Educación extremeña, Eva Mª Pérez, recordó que España es un Estado aconfesional y defendió el derecho de los padres a defender su libertad religiosa. Pérez incluso defendió la creación de la ley de libertad religiosa de la que el Gobierno (de su mismo partido) se ha apeado.
Los padres critican que la consejería no haya actuado antes. Su lucha les ha hecho tragarse la discreción con la que les gusta actuar. "Hemos roto nuestro derecho a no tener que declarar sobre la ideología", lamentaron.
No creáis que esto es ningún avance interno. Esto VIENE DE LOS TRIBUNALES EUROPEOS y de la obligación de los tribunales españoles de acatar sus sentencias.
Como he dicho innumerables veces, dada la vomitiva y vergonzante pasividad de los partidos políticos españoles, en los TRIBUNALES EUROPEOS ESTÁ LA ÚNICA FUENTE DE PROGRESO EN ESTE PAÍS para asuntos relacionados con materia de libertad -es decir, de no imposición- religiosa.
¡Más abogados y menos historias!. ¡A los tribunales!.
Si pretendes razonar sobre religión con un creyente piensa que, si pudiera razonar sobre ello, ... ¡no sería creyente!
"La primera vez que alguien te engaña, es culpa suya. La segunda, tuya.".(Proverbio árabe).
Más allá del problema de las cruces en las aulas, la ideología que viene
La retirada de crucifijos en dos de las clases de un colegio de Extremadura reaviva la polémica sobre la presencia de los símbolos católicos en el espacio público
Una denuncia por parte de unos padres de un alumno ha provocado la retirada de dos crucifijos en dos aulas en las que su hijo recibe clases. El hecho ha sucedido en Almendralejo (Badajoz), en el colegio público Ortega y Gasset que ha sido instado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Extremadura a retirar las cruces.
Los padres pidieron a la Junta de Extremadura la retirada de los símbolos en todo el espacio del colegio, también donde se impartía clases con su hijo presente. Sin embargo, la Junta respondió que esa decisión era competencia de las autoridades educativas y del centro, lo que motivó que los progenitores acudieran a los tribunales.
Los padres se han mostrado “parcialmente satisfechos” por la sentencia ya que “sigue habiendo imágenes y carteles referidos a la confesión católica, como los del Domund”.
En este contexto, hay que poner de relieve que ni la escuela ni la Junta comparten la posición de los padres. Además, la sentencia podría ser considerada de mínimos ya que la retirada solamente se ha ejecutado en las aulas donde está el alumno en cuestión.
En este sentido, se podría argumentar que una minoría (que no quería el crucifijo) se ha impuesto a una mayoría. Es, por lo tanto, una circunstancia alejada del perfil democrático que supuestamente persigue esa ideología.
Por la misma forma de proceder, los creyentes podrían reclamar que un espacio en blanco en la pared también es una manifestación arbitraria y minoritaria que se está imponiendo a la inmensa mayoría de la clase. La conclusión es que es una situación absurda porque la nada no nos representa a todos.
¿El PSOE se enfría?
Recientemente, el actual hombre fuerte del Gobierno socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, declinó manifestarse sobre la visita del Papa a Barcelona con respecto a la polémica acaecida sobre la no asistencia del presidente Zapatero a la Misa oficiada por el Santo Padre.
De esa forma, el recientemente nombrado vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, (que ha conservando además sus responsabilidades en el Ministerio del Interior) esquiva el intento de dar continuidad a un tono belicoso con la Iglesia católica.
Un probablemente mermado Zapatero en fuerza, capacidad y decisión se debe de haber quedado con las ganas de arremeter como ha venido haciendo directa o indirectamente contra el catolicismo. No obstante, esto no quita que algunos sectores del PSOE o próximos al mismo estén molestos y busquen reavivar el debate sobre la supuesta necesidad de reimpulsar la Ley de Libertad Religiosa que el Gobierno se había comprometido a aplazar.
El precedente de Valladolid
Un precedente que marcó un antes y un después con respecto la retirada o permanencia de los crucifijos en las aulas de los colegios públicos fue la que sucedió en el colegio público Macías Picavea de Valladolid.
En ese caso se ha dado una reciente novedad: la Asociación Cultural Escuela Laica (ACEL) ha visto como no se admitía a trámite un recursos de amparo planteado por ACEL ante el Tribunal Constitucional (TC) contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) que dejaba en manos de los padres la retirada de crucifijos del Colegio Macías Picavea de Valladolid. La ACEL pretendía la retirada de todo símbolo religioso de las aulas y edificios públicos.
Esa sentencia del TSJ de Castilla y León remarcaba que la permanencia o retirada de símbolos dependía de la existencia o no de peticiones de retirada de los mismos. Así, siempre que los padres soliciten la retirada de crucifijos, deberían quitarse de aquellas aulas donde los padres entiendan que “perturban a sus hijos, opción que se extendería espacios comunes”, tal como planteaba inicialmente Escuela Laica, que tras conocer la decisión judicial estima que “se ha perdido una inmejorable oportunidad para cerrar de una vez por todas el debate sobre la neutralidad del Estado en materia simbólica y el respeto a los derechos fundamentales de las personas”.
Del mismo modo, argumenta que esa manifestación pública, por parte de los padres, sobre la presencia o no de crucifijos en las clases o pasillos, “vulnera el derecho a no realizar declaración alguna que ponga de manifiesto ideologías o creencias”, a la par que ACEL denunciaba que “la neutralidad del Estado solamente se garantizaba si los edificios públicos estaban libres de cualquier simbología confesional”
Y la prueba de que aún forzándolos desde Europa se resisten (¡¡ ATENCIÓN AL ARGUMENTARIO DE LA ASOCIACIÓN CRISTIANA RECURRENTE!!):
El TSJ niega el recurso de casación de la Asociación Escuela Laica de Valladolid sobre los crucifijos
La sentencia que aceptaba parcialmente los argumentos presentados por E-Cristians para mantener los crucifijos en las aulas de un colegio público de Valladolid seguirá vigente
La Asociación Cultural Laica de Valladolid ha visto como el TSJ de Castilla rechaza su recurso a la sentencia de E-Cristians
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León ha desestimado el recurso de casación de la Asociación Cultural Escuala Laica de Valladolid que pedía la revisión de la sentencia que a mediados de diciembre el mismo tribunal sentenció aceptando parcialmente los argumentos presentados por E-Cristians y la Junta de Castilla y León al dictaminar que se retiraran los crucifijos del Colegio Público Macías Picabea de Valladolid sólo en las aulas donde los padres hayan solicitado la retirada de símbolos religiosos.
El auto desestima el recurso de la asociación laica ya que “sólo procede el recurso de casación respecto de aquellas sentencias dictadas en única instancia por las salas de los Tribunales Superiores de Justicia, pero nunca respecto de las dictadas en segunda instancia, como es esta apelación”, por ello el TSJ de Castilla y León deniega “la preparación del recurso de casación interpuesto”.
El Tribunal afirma que “no concurren los requisitos necesarios para tener por preparado el recurso de casación interpuesto”, por lo que “procede la denegación del emplazamiento de las partes” y la “remisión de las actuaciones al Tribunal Supremo”. Sobre este auto que también cabe recurso es difícil que se produzca ya que difícilmente saldría con una resolución positiva.
Cerco a los crucifijos
La sentencia definitoria del TSJ del pasado mes de diciembre contempló que “solo en los supuestos en los que medie petición expresa” se podía entender “existente el conflicto” y, en tal caso, dictaminó que se debería tener en cuenta “los derechos del solicitante”. De esta forma el TSJ de Castilla y León desestimó la anterior sentencia propugnada por un tribunal de primera instancia y cuyo proceso inició la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid (ACELV).
E-Cristians: el argumentario
Los argumentos que aportó E-Cristians para que se tuviera el recurso de apelación en cuenta, según cita el texto del TSJ, fueron los siguientes:
a) Que el artículo 16 de la Constitución Española no establece un estado laico, sino aconfesional, ordenando al Estado la cooperación con la Iglesia Católica (única religión mencionada expresamente en la Constitución).
b) Que la neutralidad del Estado, del modo en que se entiende la sentencia apelada supondría la revisión de infinidad de manifestaciones de hechos y simbología religiosa inequívoca proyección pública e institucional.
c) Que la decisión adoptada por la sentencia apelada está absolutamente falta de prueba alguna que justifica la declaración de cercanía del Estado con la religión católica derivada de la presencia de un crucifijo.
d) Que la sentencia apelada desconoce el hecho “científicamente probado” (cita para ello estudios científicos) de que la Religión protege a los jóvenes, y por ello en absoluto la presencia de estos símbolos religiosos puede afectar negativamente a los alumnos.
e) Finalmente, también rechaza la existencia de infracción alguna del artículo 14 de la Constitución Española.
La interpretación de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró el pasado 3 de noviembre de 2009 que la presencia de crucifijos en las aulas de los colegios constituyen “una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones” y de “la libertad de religión de los alumnos”. El proceso se había iniciado tras el recurso presentado por Soile Lautsi, una italiana de origen finlandés que el año 2002 pidió que se retiraran los crucifijos del instituto estatal italiano Vittorino da Feltre en el que estudiaban sus dos hijos.
El TSJ de Castilla y León reaplica la sentencia de Estrasburgo afirmando que “la formulación de la solicitud de la retirada de los símbolos religiosos no puede entenderse que suponga una infracción del derecho de libertad ideológica y religiosa reconocido en el artículo 16.2 de la Constitución Española”.
“Otro tanto ha manifestado nuestro Tribunal Europeo de Derechos humanos cuando enjuicia la coherencia de las convicciones como para estar en conflicto con los símbolos religiosos […], y en el presente caso, no se albergan dudas acerca la seriedad del conflicto con el hecho religioso padecido por los padres de los alumnos que presentaron la solicitud”, analiza el texto.
El texto del TSJ sentencia que “como conclusión” en aquellas aulas y para el curso escolar concreto “en el que medie una petición de retirada de cualquier símbolo religioso o ideológico, petición materializada por los padres del alumno y la cual revista las más mínimas garantías de seriedad, deberá procederse a su retirada inmediata”. Otro tanto, según la sentencia, deberá realizarse “en los espacios comunes del centro educativo público. En aquellas aulas en las que cursen alumnos cuyos progenitores no hayan manifestado su contrariedad a la persistencia o colocación de aquellos símbolos, no se entiende que existe conflicto alguno y por lo tanto será procedente su mantenimiento o existencia”.
Cronología de un caso polémico
El pasado 14 de noviembre de 2008 el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de Valladolid dictó sentencia a favor de la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid que pedía la retirada de los símbolos religiosos del Colegio Público Macías Picabea. El tribunal declaraba que la exhibición del crucifijo en las aulas vulneraba “los derechos fundamentales reconocidos en los artículos 14 y 16.1 de la constitución Española, por lo que debe ser anulado y se anula, declarándose la obligación del referido centro educativo Colegio Público Macías Picavea de retirar los símbolos religiosos de las aulas y espacios comunes”.
El 15 de diciembre de 2008 la Junta de Castilla y León, como parte demandada y condenada “interpuso recurso de apelación contra la mencionada sentencia” pidiendo que se “eleve los autos a la sala de lo contencioso-administrativo de Valladolid del TSJ de Castilla y León, a la que por su parte suplica que dicte en su día sentencia”, por la que “se desestime el recurso […] interpuesto por la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid, contra el acuerdo de 17 de marzo de 2008 del Consejo Escolar del CEIP ‘Macías Picavea’ de Valladolid, por el que se acuerdan mantener los símbolos religiosos existentes en dicho centro”.
Paralelamente la asociación E-Cristians el 12 de diciembre de 2008 interpuso un recurso de apelación para, igualmente, elevar los autos y el expediente administrativo al TSJ de Castilla y León para “desestimar el recurso interpuesto por la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid”.
Tras la admisión del recurso el 12 de enero de 2009 la ACELV presentó su escrito de impugnación de los recursos anteriores “suplicando su desestimación”. Con fecha 14 de diciembre de 2009 el TSJ se manifestó a través de una sentencia que dio parcialmente la razón a E-Cristians y a la Junta de Castilla y León, anuló el anterior dictamen de un tribunal de primera instancia y reaplicó la sentencia de Estrasburgo al interpretar la laicidad en términos positivos.
Los laicos piden al Estado que quite de oficio todas las cruces
La retirada parcial de crucifijos de un colegio extremeño reabre la controversia
La inacción de las administraciones ha dejado la lucha por la neutralidad del espacio público en manos de particulares, pioneros de la defensa del laicismo que sacrifican por principios su tiempo, su dinero y hasta sus derechos. Esta es la principal conclusión que extraían ayer las asociaciones laicistas tras conocer que, tras dos años de lucha, una familia de Almendralejo (Badajoz) ha forzado la retirada de las aulas donde acudían sus dos hijos de sendos crucifijos, en el colegio Ortega y Gasset. "Las administraciones deberían actuar de oficio, sin esperar a que haya reclamaciones. Hay herramientas para ello. Ni siquiera es necesaria para esto una ley de libertad religiosa", afirma Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, principal organización laicista de España.
En el caso de los colegios, Delgado recuerda que ya hay, además de la Constitución, otro aval para que las consejerías de Educación retiren los símbolos: la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 2009 que señaló, tras la denuncia de una madre italiana, que los símbolos católicos en las aulas violan "los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones". Al no haberlos retirado de oficio, en este caso la Junta de Extremadura, la familia denunciante "ha visto conculcado su derecho a no declarar sobre sus creencias", protegido por el artículo 16.2 de la Constitución, denuncia Delgado. "Y supongo que la Junta será de los laicistas agresivos que dice el Papa", ironiza.
Las administraciones sólo actúan cuando hay familias que exigen sus derechos
Lorenzo Losada, el padre de los dos alumnos que ha logrado la retirada de los crucifijos, cree que renunció a su derecho a no declarar sobre sus creencias al tener que acudir al centro y a la administración para explicar su caso. "Nos pareció prioritario defender los derechos de nuestros hijos", afirma Losada, que recuerda que ha gastado "tiempo y dinero".
Losada, que es el portavoz del PSOE en Almendralejo, está sólo satisfecho a medidas con la resolución de la Administración que finalmente y sólo cuando el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ya estudiaba el caso le dio la razón, pero recuerda que en los espacios comunes del colegio aún hay símbolos religiosos. Aún no ha decidido si continuará su batalla, pero sí sabe que se expone al enojo de otros padres. "Siempre es así. Lo era también hace más de 30 años, cuando se miraba mal a la gente que se divorciaba". Ayer, de hecho, ya era evidente que la retirada de los crucifijos levantaba ampollas. Algunos padres calificaron la resolución como "patética" o "exagerada", informa Europa Press. La Asociación de Padres y Madres de Alumnos no descartaba tomar medidas contra la decisión administrativa.
Una buena mala noticia
El padre que protestó recuerda que ha gastado "tiempo y dinero"
Antonio Aramayona, portavoz del Movimiento Hacia un Estado Laico, afirma que casos como el de Almendralejo suponen una pequeña buena noticia, la retirada de las cruces, dentro de una mala mucho mayor: la permanencia de múltiples iconos religiosos en un colegio público. "Esto no supone un aval al principio de aconfesionalidad, es sólo una fisura en un muro de confesionalidad abierta por el empeño de unos padres", afirma.
Hay una paradoja: los padres han tenido que realizar este esfuerzo para lograr algo a lo que tienen derecho. El presidente del Gobierno extremeño, Guillermo Fernández Vara, puso de relieve esta disfunción al terciar en la polémica para pedir "diálogo", "normalidad" y "no tirarnos los crucifijos a la cabeza", al tiempo que admitía que si unos padres piden la retirada de los símbolos, "tienen el respaldo de la Constitución".
De la misma manera que en las aulas no hay símbolos a Zeus, Apolo, Ra, Osiris... no debería haber tampoco simbolos de esa religión medieval que se llama cristianismo, y por supuesto, de ninguna otra religión.
Mi opinión sobre esto es clara:
los símbolos religiosos, en las casas de los creyentes y en los respectivos templos de culto.