Escribí esto hace unos años:
Sin Edenes o La primera pregunta
Una vez más, el Principio.
La explosión que nadie oyó.
La tormenta infinita.
El esbozo de una dinámica nueva.
Los gigantes haciendo temblar la tierra húmeda…
Los ojos asombrados
del que se descubre
pensándose a sí mismo.
Y ahora, la primera pregunta.
Entonces todo es inaprensible:
el bien y el mal,
las estrellas, la lluvia,
el amor, los sonidos, la muerte,
el tiempo, el sueño,
las profundidades de la tierra,
y del mar,
el pan de cada día,
la danza, las palabras.
Víctima y verdugo.
Chapoteando con inocencia en el barro,
busca amparo en dioses y profetas,
en la ciencia o en el arte.
Entregado a la danza de la vida
se crea a sí mismo,
muchedumbre de espejos,
uno y otro, otro y uno…
Vaga desmadrado
en el abismo de la vida
hilando débiles tramas
para después quemarlas;
una y otra vez,
en el oficio de comprender lo incomprensible.
Entretanto,
la naturaleza sigue fluyendo
por su viejo cauce.
Sin edenes
Re: Sin edenes
Pues a mí me gusta
Interroga mundum. Nulla vita sine scientia, nulla vita sine studium.
Carpe diem
Sapere aude
Carpe diem
Sapere aude
Re: Sin edenes
Gracias, pastranec