La policía carga contra cientos de indignados en el Ministerio del Interior
- Tres detenidos y nueve heridos tras la carga de los antidisturbios
- Entre las doce y las dos y media llevan a cabo una nueva marcha, la tercera, para tratar de reconquistar Sol, pero se encuentran todos los accesos bloqueados
- Los controles policiales vuelven a impedir por la tarde el acceso a la plaza a unos 800 indignados
- Los manifestantes recorren la Gran Vía y cortan el tráfico
- Cerrada la estación de Metro y Cercanías de Sol
RAQUEL SECO / F. JAVIER BARROSO Madrid 5 AGO 2011 - 01:06 CET
Carga policial ante el Ministerio del Interior. / CARLOS ROSILLO
Después de dos intentos infructuosos de reconquista de la Puerta del Sol, el Movimiento 15-M ha puesto en marcha hoy una jornada de protesta continua para intentar infructuosamente reconquistar Sol. El cierre ha llevado a los indignados a "callejear": han marchado esta noche por Gran Vía, por tercer día consecutivo, han celebrado una asamblea con unas 800 personas en Cibeles y han marchado hasta el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana. Allí la policía, con material antidisturbios, ha cargado con contundencia contra varios cientos de indignados cuando estos estaban rodeando la sede del Ministerio del Interior .Tres personas han sido detenidas y nueve, heridas, dos de ellas con brechas en la cabeza. Es el incidente más grave ocurrido en las movilizaciones del 15-M en Madrid desde que comenzaron las protestas.
Un herido tras la carga ante interior. / RAQUE SECO
La carga se ha producido sobre las once de la noche, frente a la sede del Ministerio del Interior, ante donde los indignados habían decidido marchar tras la asamblea en la plaza de Cibeles. Una vez que los indignados han llegado a la sede del departamento de Antonio Camacho, varios vehículos con policías antidisturbios han llegado a la zona. Los agentes han bajado de los coches con casco, escudo y porra y han cargado contra los indignados, hasta despejar la calle. Tras el final de la carga, algunos de los participantes han vuelto a la zona, donde han gritado "asesinos" a la policía, que ha formado dos filas de contención con decenas de agentes en el lateral de la Castellana en el que se encuentra el ministerio.
Los indignados aseguran que hasta la zona marcharon unas 1.000 personas, pero otras fuentes rebajan esta cifra a varios cientos. La carga ha hecho que la zona se despejara de manifestantes. Varias personas han resultado contusionadas, mientras que los indignados se han situado mayoritariamente en una plaza aneja a la de Colón, justo enfrente de donde se encuentra el Ministerio del Interior. Las cargas se han repetido.
El detonante de la carga, además del asedio a Interior, habría sido tanto la colocación de carteles ante las verjas del palacete como el que se hubiera arrebatado un tricornio a uno de los guardias civiles que habitualmente controlan los accesos al ministerio.
La policía explica que la causa de que se cargara contra los manifestantes fue que algunos de los indignados se subieron a las verjas que rodean la sede del Ministerio del Interior. Los indignados niegan que hubiera cualquier tipo de provocación o violencia por su parte. Nueve personas han resultado heridas, dos de las cuales han tenido que ser trasladadas a centros hospitalarios para que les suturaran las heridas en la cabeza, y otras tres han sido detenidas. La comisión legal del 15-M eleva los detenidos a 12.
El servicio de emergencia del Ayuntamiento de Madrid ha precisado que 20 personas han necesitado atención médica, de las que 13 son manifestantes y tres, policías.
Los indignados, tras ser disueltos por la fuerza y con gran dureza, han retornado hacia las inmediaciones de la Puerta del Sol, donde la policía ha reforzado aún más el dispositivo de seguridad que tenía montado para hacer inexpugnable la plaza. Algunos centenares han alcanzado Cibeles, donde han vuelto a concentrarse para celebrar una asamblea, aunque los indignados se han dispersado en pequeños grupos por varios puntos del centro de la ciudad. Otra asamblea con unos 500 participantes se está celebrando en la plaza de Jacinto Benavente, a tiro de piedra de Sol, hasta donde otro centenar de indignados se ha apostado frente al cordón policial en la calle de Carretas.
Luis López Diéguez, estudiante de economía de 23 años ha acabado con la cabeza vendada. Asegura que un policía “desatado” se separó de los antidisturbios y le abrió una brecha en la cabeza. Finalmente, asegura, el agente tuvo que ser controlado por sus compañeros. López Diéguez va en estos momentos camino del hospital.
Raquel, una señora de 88 años, afirma que no estaba pasando nada hasta que se produjo la carga policial delante del ministerio. Tiene la mano vendada y asegura que tiene una contusión grave. Además tiene magulladuras en la rodilla. Asegura que se ha caído al suelo y que fue ayudada por 4 personas a levantarse.
Otro indignado que no se ha querido identificar afirma que se ha cargado “a saco". La Policía Municipal los ha escoltado hasta la plaza de Colón y allí los esperaba la Policía Nacional con escudos y porras, en lo que ha calificado como una encerrona.
La carga culmina una jornada que había comenzado a mediodía, cuando unos 300 indignados participaban en una marcha para intentar penetrar, por tercer día consecutivo, ante una Puerta del Sol blindada por la policía. Por la tarde se han concentrado unos 800 con la misma intención, pero no parece que las autoridades piensen dar ni un paso atrás en su decisión. Después de 79 días de tolerancia con los acampados, ninguno de los dos organismos ha dado explicaciones sobre la nueva situación y el actual blindaje del centro de Madrid.
Desde primera hora de la mañana se ha desplegado en Sol un fuerte dispositivo policial. La plaza ha estado desierta y cerrada a cal y canto desde la una de la tarde en adelante. Agentes de la Policía Nacional y Municipal custodian las calles que confluyen en la plaza -Alcalá, Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas y Carrera de San Jerónimo-, donde hay apostadas media docena de furgones y varios coches policiales. También hay vallas que bloquean todos estos accesos, informa Samira Saleh.
Tras varios cortes y aperturas de la estación de Metro de Sol y de las calles aledañas, a las cinco de la tarde Sol ha comenzado a blindarse de cara a la protesta de la tarde. Ya a las siete la imagen ha sido la misma que la de los últimos días: la plaza completamente desierta y grupos de indignados tras los cordones policiales. Pasadas las ocho uno de los grupos, el que ha accedido por la calle Carretas, se ha sentado para hacer un debate sobre la imagen que se puede estar dando a los turistas. En la calle Preciados se han juntado unas 200 personas y otras tantas han mantenido una asamblea en la Plaza de Pontejos, en la que han resuelto que recuperar la plaza es "cuestión de resistencia", informa Gloria Rodríguez-Pina.
Algunos manifestantes han portado pancartas con nuevos lemas: "Sol será vuestro Vietnam". Aunque está tarde está siendo más tranquila que las pasadas, hasta el momento el resultado es el mismo: imposible acceder a Sol. Pasadas las nueve y media de la noche, parte de los concentrados han dejado los accesos de la plaza y han empezado a callejear hacia Callao y de allí a Cibeles. A su paso por Gran Vía, los manifestantes han cortado en tráfico.