Desde luego, no es el mejor sílex, pero de momento me vale para practicar un poco (los hay que utilizan cristal de televisores o culos de botella).
Me he servido de una pizarra grande con punta para fragmentar la piedra. La foto de arriba muestra el resultado del primer golpe, mientras que abajo están reunidos los trozos que obtuve.
Un par de días después intenté a tallar una punta. La fastidié en los dos primeros intentos, por eso preferí dejar la tercera sin acabar. Además, ya se me había hecho tarde.
También, aprovechando que en casa se iba a utilizar el horno, metí unos fragmentos con arena de playa en un recipiente metálico, porque según dicen los expertos esto facilita sensiblemente el tallado. Ya os contaré al respecto.
De momento, os diré que ha aumentado mucho mi respeto por los ancestros.
En serio, no es nada fácil tallar un sílex tan malo. Además, he observado que muchos fragmentos son herramientas de por sí, sin trabajarlos lo más mínimo. De hecho, obtuve un hacha de mano anatómica casi perfecta. Esto me lleva a considerar que el grado habilidad que normalmente se atribuye a los primitivos está infravalorado. Si conseguían herramientas útiles dando un para de golpes, ¿para qué iban a molestarse en perfeccionarlas y tener que cargar con ellas?
¡Eso, como mínimo Neolítico! 
