He dedicado muchos años a tratar estos temas, y créeme que la cosa no es tan sencilla. Que ser más o menos ateo y místico no sea algo habitual, no significa que sea, en principo, contradictorio. Es raro, en el sentido de que no es habitual. Pero se da: por ejemplo, un ateo místico, y muy preparado intelectualente, es Salvador Paniker. Salvador Paniker, y su hermano Raimón son, los dos, místicos de origen hindú. Raimón es una mezcla de hinduista y cristiano místico, y Salvador es directamente ateo (ateo místico). Un libro muy interesante de Salvador Paniker es "Filosofía y mística". El famoso psicólogo Jung, también se movía en esta línea.Vitriólico escribió:Hola, Carlos.
Es que la cosa es sencilla: dado que la mística es un estado religioso ¿no te parece un poco raro ser ateo y aceptar la posibilidad de la "mística" al mismo tiempo?.
Y si lo que mencionas son estados emocionales "sublimes" -digamos-, como el que puede producirse por la contemplación o ejecución del arte, ¿qué tiene eso que ver con la mística?.
Por otro lado, el budismo es una religión atea (no tiene dios) y reconocerás que no está exenta de mística. Si bien, el budismo no me gusta, por sus supersticiones (sobre, por ejemplo, la reencarnación) y porque suele manifestarse en religiones organizadas. No obstante, menos me gusta el cristianismo.
Ciertamente, el arte aporta, o puede aportar, sentimientos tan sublimes como la mística. ¿Puede suplir el arte a la mística? Yo no me planteo esta pregunta, porque concibo la mística casi, o sin casi, como una rama del arte. Puede gustarte la música igual que puede gustarte más la pintura, o sentarte e imaginarte que rezas a un ser superior, aunque sepas que ese ser realmente no existe (asociando eso, por ejemplo, con ciertas técnicas de respiración). Eso no es absurdo. Para que me entiendas, cuando yo, por ejmplo escucho Tangerine Dream, me imagino y me siento como si fuera en una nave espacial. Sé perfectamente que no voy en una nave espacial, pero sentir y pensar eso me relaja. Pues con la mística pasa lo mismo.
No te sorprendas tanto. Los que tendemos al matiz, los que tendemos a intentar una precisión intelectual, a veces obsesiva, si quieres, los que tendemos a intentar tener claro dónde está cada cosa, dónde está la coherencia y dónde está la situación vivencial de uno mísmo, en cada momento, solemos intentar afinar hasta el punto de reconocer, si somos honestos, que no es tan fácil encontrar una definición sencilla para explicar dónde está unos mismo. Las palabras "ateo", "creyente" y "agnóstico" a veces sirven como respuesta rápida, pero las personas solemos ser mucho más complicadas que una simple palabra. Los que tienden a utilizar una palabra como definición, suelen ser las sectas destructivas, los católicos y los cristianos en general. Por algo, Jesús dijo eso de "el que no está conmigo está contra mí".
Recuerdo cuando se casó mi hermana, por la iglesia, "como Dios manda", que me mandó a mí para hablar con el cura: yo debía dar testimonio, prometiendo o jurado, de que mi hermana era una buena católica. El cura me preguntó que de qué religión era yo, o que si era ateo. Le empecé a explicar que, en aquel momento, yo era algo así como alguien que respetaba a Jesucristo pero que no era "un cristiano ortodoxo", sino quizá "heterodoxo". Al decirle esto último, el cura se precipitó a decirme: "entonces eres protestante". "No, mire", le dije, "acepto a Jesús, pero no soy ni católico ni protestante". Él me respondió: "entonces tampoco eres cristiano heterodoxo". Hoy, y desde hace años, ya no, como sabeis. No obstante, en aquel momento, me sentía cristiano. Pero, por lo que decíá el cura, yo no lo era. El cura ese no conseguía encontrar una palabra sencilla para explicar mi situación religiosa. Finalmente, un poco mosqueado y muy nervioso, el hombre optó por dejar el apartado en blanco. Eso, es típico de las religiones o sectas: "o estás con nosotros o estás contra nosotros". Claro, esa clasificación de las personas puede resumirse en una palabra. Pero, como insisto, las personas somos mucho más complicadas que una simple palabra.
En todo caso, si estoy aquí, es para luchar contra las religiones y no para defender mis ramalazos místicos. Eso esta claro. Si os he explicado todo esto sobre mi persona, no ha sido más que para que me conozcais un poco más. Aunque no me importa que hablemos sobre ello, porque también me ayuda a reflexionar, y seguramente a más gente.
Por otro lado, comparto plenamente el último mensaje de Shé. A la que mando un abrazo desde aquí.
Un saludo afectuoso para ti Vitriólico.
Carlos.