GlaxoSmithKline, un chanchullo más que demuestra que les importa mucho menos hacer correr riesgos a los pacientes, que el dinero que ganan consiguiendo "enfermos" crónicosGlaxo ocultó los riesgos de su fármaco estrella contra la diabetes
La compañía estudió el peligro cardiovascular antes de comercializar Avandia
JAVIER SAMPEDRO - Madrid - 14/07/2010
El gigante de la industria farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha ocultado durante 10 años que su fármaco estrella contra la diabetes, Avandia, se asocia a riesgos cardiovasculares. Los datos salieron de un estudio organizado por la propia compañía en 1999, un año antes de que el producto se pusiera a la venta, según reveló ayer The New York Times. El escándalo llega mientras las agencias del medicamento de Europa y Estados Unidos consideran la posible retirada del fármaco.
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Un directivo de Glaxo, Rhona Berry, solicitó en 2001 que la empresa publicara parte de los ensayos secretos de 1999. El mismo Freed mencionado antes le respondió en un correo electrónico: "Rhona, ni hablar. Esos resultados ponen a Avandia bajo una luz bastante negativa, cuando miran a la respuesta de la monoterapia RSG. Es una historia difícil de contar y esperamos que nunca vean la luz". Freed ya no trabaja en Glaxo, según ha aclarado la empresa. En otro documento, la compañía calcula el coste que supondría la revelación de los riesgos vasculares de Avandia. Según esa estimación, el laboratorio dejaría de ingresar 600 millones de dólares (470 millones de euros) entre 2002 y 2004.
Me molesta enormemente que se defienda a la medicina como una ciencia, cuando sus prácticas están dirigidas en muy gran medida por los laboratorios farmacéuticos, para los que la salud es exclusivamente un negocio. Y no de los más limpios, precisamente. La FDA, que aunque sea americana marca la pauta de lo que terminaremos teniendo en todas partes, es rea de la empresa privada.
La hipertensión, igual que el colesterol, el azucar, o el ácido úrico altos son publicitados hasta la saciedad como enfermedades tratables con fármacos, cuando en la mayoría de los casos son meras disfunciones fácilmente corregibles con una medicina razonable que contemple la alimentación del "paciente".
Sin embargo, en medicina, la alimentación es descuidada, casi desconocida. E incluyen las dietas entre la falacias de las medicinas alternativas, cuando en los casos mencionados suelen ser la solución.
Para qué recomendar una dieta (que no sea quitar cosas de forma estandard, eso lo saben hacer muy bien, pero no hay una base científica detrás de esas limitaciones, que no pueden considerarse dietas específicas, obviamente), cuando hay una (puta) pastillita que tal vez mate a un (pequeño) porcentaje de pacientes?
Esto no tiene que ver con el ateísmo, claro. Pero sí tiene que ver con las CREENCIAS.
Cuidado con las pastillitas milagrosas. Ante cualquier disfunción o enfermedad, conviene informarse responsablemente y no ponerse confiadamente en manos de un médico que seguramente está influido por el visitante médico del laboratorio de turno. Está demostrado que aunque la medicina es cada vez menos una religión en la que los médicos son dioses, aún hay demasiado de creencia.
Los medicamentos se pueden definir como principios activos cuya eficacia para la curación del paciente es siempre dudosa, pero cuyos efectos secundarios negativos están garantizados.