Memoria contra la Religion
Memoria contra la religión
Buscando publicaciones sobre ateismo en la red, he encontrado un personaje muy singular, Jean Meslier, he buscado en este foro alguna referencia sobre él y no he encontrado nada, lo cual me resulta extraño, que nadie haya hecho alusión a este hombre.
En la Wikipedia he encontrado un artículo sobre este personaje:
Jean Meslier (1664, Mazerny - 1729, Étrépigny, Francia) fue un sacerdote católico del que se descubrió tras su muerte que era el autor de un voluminoso manuscrito filosófico que defendía el ateísmo más radical titulado Mémoire des pensées et des sentiments de Jean Meslier, traducido recientemente y por primera vez al español por Editorial Laetoli con el título de Memoria contra la religión…
http://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Meslier
Os dejo también el enlace de la editorial Laetoli:
http://www.laetoli.net/col_ilustrados.htm
Existe otro libro de este autor que os podéis descargar: Crítica de la Religión y del Estado
http://www.esnips.com/web/BibliotecaAte ... ge=4#files
En la Wikipedia he encontrado un artículo sobre este personaje:
Jean Meslier (1664, Mazerny - 1729, Étrépigny, Francia) fue un sacerdote católico del que se descubrió tras su muerte que era el autor de un voluminoso manuscrito filosófico que defendía el ateísmo más radical titulado Mémoire des pensées et des sentiments de Jean Meslier, traducido recientemente y por primera vez al español por Editorial Laetoli con el título de Memoria contra la religión…
http://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Meslier
Os dejo también el enlace de la editorial Laetoli:
http://www.laetoli.net/col_ilustrados.htm
Existe otro libro de este autor que os podéis descargar: Crítica de la Religión y del Estado
http://www.esnips.com/web/BibliotecaAte ... ge=4#files
Re: Memoria contra la religión
Saludos Orwell.
Gracias por tu aporte, ya tomé nota, baje algunos articulos de la biblioteca atea, a mis archivos, y con calma los voy a leer, siempre es interesante tener este tipo de lectura, nuevamente muchas grcias.
Gracias por tu aporte, ya tomé nota, baje algunos articulos de la biblioteca atea, a mis archivos, y con calma los voy a leer, siempre es interesante tener este tipo de lectura, nuevamente muchas grcias.
- juanlopez1980
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- Registrado: Mié Abr 13, 2011 1:03 pm
Jean Meslier, un cura ateo
Este pudiera ser el primer cura ateo que al menos tengamos referencia, merece la pena leer este libro, aunque es extenso, sobre 700 páginas. Él desconocía la teoría de la evolución de Darwin, vivió en Francia y coexistió con la santa inquisición, por eso hasta después de su muerte no se supo nada de su obra.
Jean Meslier fue uno de los mejores espías de la Historia. Educado en la religión católica, sacerdote desde los 22 años hasta su muerte a los 65, en 1729, Meslier se atrevió a romper el gran tabú: dijo alto y claro que Dios no existe, que la religión es una fantasía, una mentira, inventada para oprimir y explotar al pueblo.
El autor de Memoria contra la religión fue considerado por los pensadores del siglo XVIII como un revolucionario y entró en los libros de Historia como el padre del ateísmo.
Durante más de 40 años, en su parroquia de Etrépigny, al norte de Francia, Meslier escuchó con paciencia las confesiones de los supuestos pecados de los fieles. Sus maneras eran poco ortodoxas y la nobleza local solía quejarse de él, aunque nadie se había imaginado la doble vida de este hombre de Dios.
Nada más quitarse la sotana que vestía de día, Meslier aprovechaba las noches para leer todo lo que se alejaba de la Biblia. Desmenuzaba a Montaigne, Pascal, Séneca, Descartes y Fénelon − teólogo de referencia de la Francia de los siglos XVII y XVIII −, y escribía su testamento con un solo objetivo: que la gente alcance “la razón y la verdad” para “vivir felizmente”.
Meslier va al grano: la religión es “una invención y una institución puramente humana”; en la religión “está la verdadera fuente, el verdadero origen de los males que perturban el bien dentro de la sociedad humana y que hace que los hombres sean infelices”. Y no se olvida de los sacerdotes, que “engañan y despojan astutamente de sus bienes” al pueblo.
La obra podría parecer un panfleto lleno de soflamas escritas con el rencor de un hombre que se arrepiente de su vida. Pero Memoria contra la religión no es nada de eso. Son más de 700 páginas, con argumentos teológicos, filosóficos cita a Platón, analiza los Evangelios los fundamentos de la fe.
Meslier tenía 60 años cuando empezó a escribir Memoria contra la religión; tardó más de un año en acabarlo. El titular original del texto es largo, pero lo dice todo:
Memoria de los pensamientos y sentimientos de Jean Meslier, cura de Etrépigny y de Balaives, acerca de ciertos errores y falsedades en la guía y gobierno de los hombres, donde se hallan demostraciones claras y evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y religiones que hay en el mundo, memoria que debe ser entregada a sus parroquianos después de su muerte para que sirva de testimonio de la verdad, tanto para ellos como para sus semejantes.
Su primera víctima es Dios. ¿Por qué se muestra “discreto” ante tanta injusticia y miseria humana pero, al mismo tiempo, pretende ser amado y adorado?, se preguntó Meslier. “O existe y se burla de nosotros dejándonos en la ignorancia, o no existe”, respondió, “las religiones no pueden ser realmente divinas todas ellas ya que se contradicen unas a otras y sus credos se contraponen, por lo que resulta evidente que no pueden provenir del mismo principio de verdad conocido como Dios”.
Añadió: “No vemos nada, no sentimos nada y no conocemos nada en nosotros que no sea materia”.Meslier presenta a Jesucristo como “un hombre sin talento ni espíritu; un loco, un insensato y un miserable fanático”. Los textos sagrados son “falsedades que nunca ocurrieron”. Porque, antes de creerlas, habría que comprobar que sus autores eran personas “dignas” que “examinaron todas las circunstancias de los hechos; hechos que se corrompieron con el tiempo”.
La obra de Meslier tuvo el efecto de una bomba. Cuando el cura falleció a finales de junio de 1729 nunca se supo exactamente cuándo ni cómo, dejó dos cartas, una a su sucesor y otra al cura de la parroquia vecina, para que trataran su ensayo secreto con cuidado. Había escrito tres ejemplares. Es fácil imaginar la cara de sorpresa de los dos sacerdotes y la de los parroquianos de Meslier cuando leyeron las primeras palabras del explosivo texto del antiguo cura. El manuscrito fue enviado a las autoridades eclesiásticas en París, aunque ya era demasiado tarde: los intelectuales de la época impidieron su destrucción. Voltaire publicó una versión reducida en 1762. La Francia de la Ilustración había encontrado a su profeta del ateísmo.
Ante el peso social de la Iglesia, Meslier nunca osó saltar del púlpito para gritar sus opiniones y esperó a su muerte para hacerlo. ¿Era hipócrita mientras predicaba? Julio Seoane llama a la “solidaridad” ante el dolor y la angustia de Meslier por “no saber qué hacer”. Bajo Luis XIV, el rey Sol, era peligroso meterse con el omnipresente catolicismo y los heréticos aún morían en las hogueras de un país en su inmensa mayoría rural y analfabeto. El cura escribió con la esperanza de “limpiar el mundo de iniquidades”, por “el amor por la justicia”.
En sus conclusiones, dio recomendaciones a todos los que le leerán: “¡Pobres hombres, estáis locos! Locos por creer tan ciegamente en semejantes tonterías. Ha llegado el momento de liberaros de esta miserable esclavitud”. Desde las revoluciones de 1789, siempre se cita esas palabras de Meslier: “Deseo que todos los poderosos y los nobles de la Tierra sean colgados y ahorcados con las tripas de los curas”. Unos argumentos retomados por Karl Marx y los demás fundadores del pensamiento comunista.
El cadáver de Jean Meslier, el cura que se alzó contra Dios y las desigualdades, nunca fue encontrado. Ninguna lápida recuerda su memoria.
Jean Meslier fue uno de los mejores espías de la Historia. Educado en la religión católica, sacerdote desde los 22 años hasta su muerte a los 65, en 1729, Meslier se atrevió a romper el gran tabú: dijo alto y claro que Dios no existe, que la religión es una fantasía, una mentira, inventada para oprimir y explotar al pueblo.
El autor de Memoria contra la religión fue considerado por los pensadores del siglo XVIII como un revolucionario y entró en los libros de Historia como el padre del ateísmo.
Durante más de 40 años, en su parroquia de Etrépigny, al norte de Francia, Meslier escuchó con paciencia las confesiones de los supuestos pecados de los fieles. Sus maneras eran poco ortodoxas y la nobleza local solía quejarse de él, aunque nadie se había imaginado la doble vida de este hombre de Dios.
Nada más quitarse la sotana que vestía de día, Meslier aprovechaba las noches para leer todo lo que se alejaba de la Biblia. Desmenuzaba a Montaigne, Pascal, Séneca, Descartes y Fénelon − teólogo de referencia de la Francia de los siglos XVII y XVIII −, y escribía su testamento con un solo objetivo: que la gente alcance “la razón y la verdad” para “vivir felizmente”.
Meslier va al grano: la religión es “una invención y una institución puramente humana”; en la religión “está la verdadera fuente, el verdadero origen de los males que perturban el bien dentro de la sociedad humana y que hace que los hombres sean infelices”. Y no se olvida de los sacerdotes, que “engañan y despojan astutamente de sus bienes” al pueblo.
La obra podría parecer un panfleto lleno de soflamas escritas con el rencor de un hombre que se arrepiente de su vida. Pero Memoria contra la religión no es nada de eso. Son más de 700 páginas, con argumentos teológicos, filosóficos cita a Platón, analiza los Evangelios los fundamentos de la fe.
Meslier tenía 60 años cuando empezó a escribir Memoria contra la religión; tardó más de un año en acabarlo. El titular original del texto es largo, pero lo dice todo:
Memoria de los pensamientos y sentimientos de Jean Meslier, cura de Etrépigny y de Balaives, acerca de ciertos errores y falsedades en la guía y gobierno de los hombres, donde se hallan demostraciones claras y evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y religiones que hay en el mundo, memoria que debe ser entregada a sus parroquianos después de su muerte para que sirva de testimonio de la verdad, tanto para ellos como para sus semejantes.
Su primera víctima es Dios. ¿Por qué se muestra “discreto” ante tanta injusticia y miseria humana pero, al mismo tiempo, pretende ser amado y adorado?, se preguntó Meslier. “O existe y se burla de nosotros dejándonos en la ignorancia, o no existe”, respondió, “las religiones no pueden ser realmente divinas todas ellas ya que se contradicen unas a otras y sus credos se contraponen, por lo que resulta evidente que no pueden provenir del mismo principio de verdad conocido como Dios”.
Añadió: “No vemos nada, no sentimos nada y no conocemos nada en nosotros que no sea materia”.Meslier presenta a Jesucristo como “un hombre sin talento ni espíritu; un loco, un insensato y un miserable fanático”. Los textos sagrados son “falsedades que nunca ocurrieron”. Porque, antes de creerlas, habría que comprobar que sus autores eran personas “dignas” que “examinaron todas las circunstancias de los hechos; hechos que se corrompieron con el tiempo”.
La obra de Meslier tuvo el efecto de una bomba. Cuando el cura falleció a finales de junio de 1729 nunca se supo exactamente cuándo ni cómo, dejó dos cartas, una a su sucesor y otra al cura de la parroquia vecina, para que trataran su ensayo secreto con cuidado. Había escrito tres ejemplares. Es fácil imaginar la cara de sorpresa de los dos sacerdotes y la de los parroquianos de Meslier cuando leyeron las primeras palabras del explosivo texto del antiguo cura. El manuscrito fue enviado a las autoridades eclesiásticas en París, aunque ya era demasiado tarde: los intelectuales de la época impidieron su destrucción. Voltaire publicó una versión reducida en 1762. La Francia de la Ilustración había encontrado a su profeta del ateísmo.
Ante el peso social de la Iglesia, Meslier nunca osó saltar del púlpito para gritar sus opiniones y esperó a su muerte para hacerlo. ¿Era hipócrita mientras predicaba? Julio Seoane llama a la “solidaridad” ante el dolor y la angustia de Meslier por “no saber qué hacer”. Bajo Luis XIV, el rey Sol, era peligroso meterse con el omnipresente catolicismo y los heréticos aún morían en las hogueras de un país en su inmensa mayoría rural y analfabeto. El cura escribió con la esperanza de “limpiar el mundo de iniquidades”, por “el amor por la justicia”.
En sus conclusiones, dio recomendaciones a todos los que le leerán: “¡Pobres hombres, estáis locos! Locos por creer tan ciegamente en semejantes tonterías. Ha llegado el momento de liberaros de esta miserable esclavitud”. Desde las revoluciones de 1789, siempre se cita esas palabras de Meslier: “Deseo que todos los poderosos y los nobles de la Tierra sean colgados y ahorcados con las tripas de los curas”. Unos argumentos retomados por Karl Marx y los demás fundadores del pensamiento comunista.
El cadáver de Jean Meslier, el cura que se alzó contra Dios y las desigualdades, nunca fue encontrado. Ninguna lápida recuerda su memoria.
"Nuestro cerebro tiene funciones para generar creencias y otras armas para admitirlas o no, la Razón"
- juanlopez1980
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- Registrado: Mié Abr 13, 2011 1:03 pm
Memoria contra la Religion
Este pudiera ser el primer cura ateo que al menos tengamos referencia, merece la pena leer este libro, aunque es extenso, sobre 700 páginas. Él desconocía la teoría de la evolución de Darwin, vivió en Francia y coexistió con la santa inquisición, por eso hasta después de su muerte no se supo nada de su obra.
Jean Meslier fue uno de los mejores espías de la Historia. Educado en la religión católica, sacerdote desde los 22 años hasta su muerte a los 65, en 1729, Meslier se atrevió a romper el gran tabú: dijo alto y claro que Dios no existe, que la religión es una fantasía, una mentira, inventada para oprimir y explotar al pueblo.
El autor de Memoria contra la religión fue considerado por los pensadores del siglo XVIII como un revolucionario y entró en los libros de Historia como el padre del ateísmo.
Durante más de 40 años, en su parroquia de Etrépigny, al norte de Francia, Meslier escuchó con paciencia las confesiones de los supuestos pecados de los fieles. Sus maneras eran poco ortodoxas y la nobleza local solía quejarse de él, aunque nadie se había imaginado la doble vida de este hombre de Dios.
Nada más quitarse la sotana que vestía de día, Meslier aprovechaba las noches para leer todo lo que se alejaba de la Biblia. Desmenuzaba a Montaigne, Pascal, Séneca, Descartes y Fénelon − teólogo de referencia de la Francia de los siglos XVII y XVIII −, y escribía su testamento con un solo objetivo: que la gente alcance “la razón y la verdad” para “vivir felizmente”.
Meslier va al grano: la religión es “una invención y una institución puramente humana”; en la religión “está la verdadera fuente, el verdadero origen de los males que perturban el bien dentro de la sociedad humana y que hace que los hombres sean infelices”. Y no se olvida de los sacerdotes, que “engañan y despojan astutamente de sus bienes” al pueblo.
La obra podría parecer un panfleto lleno de soflamas escritas con el rencor de un hombre que se arrepiente de su vida. Pero Memoria contra la religión no es nada de eso. Son más de 700 páginas, con argumentos teológicos, filosóficos cita a Platón, analiza los Evangelios los fundamentos de la fe.
Meslier tenía 60 años cuando empezó a escribir Memoria contra la religión; tardó más de un año en acabarlo. El titular original del texto es largo, pero lo dice todo:
Memoria de los pensamientos y sentimientos de Jean Meslier, cura de Etrépigny y de Balaives, acerca de ciertos errores y falsedades en la guía y gobierno de los hombres, donde se hallan demostraciones claras y evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y religiones que hay en el mundo, memoria que debe ser entregada a sus parroquianos después de su muerte para que sirva de testimonio de la verdad, tanto para ellos como para sus semejantes.
Su primera víctima es Dios. ¿Por qué se muestra “discreto” ante tanta injusticia y miseria humana pero, al mismo tiempo, pretende ser amado y adorado?, se preguntó Meslier. “O existe y se burla de nosotros dejándonos en la ignorancia, o no existe”, respondió, “las religiones no pueden ser realmente divinas todas ellas ya que se contradicen unas a otras y sus credos se contraponen, por lo que resulta evidente que no pueden provenir del mismo principio de verdad conocido como Dios”.
Añadió: “No vemos nada, no sentimos nada y no conocemos nada en nosotros que no sea materia”.Meslier presenta a Jesucristo como “un hombre sin talento ni espíritu; un loco, un insensato y un miserable fanático”. Los textos sagrados son “falsedades que nunca ocurrieron”. Porque, antes de creerlas, habría que comprobar que sus autores eran personas “dignas” que “examinaron todas las circunstancias de los hechos; hechos que se corrompieron con el tiempo”.
La obra de Meslier tuvo el efecto de una bomba. Cuando el cura falleció a finales de junio de 1729 nunca se supo exactamente cuándo ni cómo, dejó dos cartas, una a su sucesor y otra al cura de la parroquia vecina, para que trataran su ensayo secreto con cuidado. Había escrito tres ejemplares. Es fácil imaginar la cara de sorpresa de los dos sacerdotes y la de los parroquianos de Meslier cuando leyeron las primeras palabras del explosivo texto del antiguo cura. El manuscrito fue enviado a las autoridades eclesiásticas en París, aunque ya era demasiado tarde: los intelectuales de la época impidieron su destrucción. Voltaire publicó una versión reducida en 1762. La Francia de la Ilustración había encontrado a su profeta del ateísmo.
Ante el peso social de la Iglesia, Meslier nunca osó saltar del púlpito para gritar sus opiniones y esperó a su muerte para hacerlo. ¿Era hipócrita mientras predicaba? Julio Seoane llama a la “solidaridad” ante el dolor y la angustia de Meslier por “no saber qué hacer”. Bajo Luis XIV, el rey Sol, era peligroso meterse con el omnipresente catolicismo y los heréticos aún morían en las hogueras de un país en su inmensa mayoría rural y analfabeto. El cura escribió con la esperanza de “limpiar el mundo de iniquidades”, por “el amor por la justicia”.
En sus conclusiones, dio recomendaciones a todos los que le leerán: “¡Pobres hombres, estáis locos! Locos por creer tan ciegamente en semejantes tonterías. Ha llegado el momento de liberaros de esta miserable esclavitud”. Desde las revoluciones de 1789, siempre se cita esas palabras de Meslier: “Deseo que todos los poderosos y los nobles de la Tierra sean colgados y ahorcados con las tripas de los curas”. Unos argumentos retomados por Karl Marx y los demás fundadores del pensamiento comunista.
El cadáver de Jean Meslier, el cura que se alzó contra Dios y las desigualdades, nunca fue encontrado. Ninguna lápida recuerda su memoria.
Jean Meslier fue uno de los mejores espías de la Historia. Educado en la religión católica, sacerdote desde los 22 años hasta su muerte a los 65, en 1729, Meslier se atrevió a romper el gran tabú: dijo alto y claro que Dios no existe, que la religión es una fantasía, una mentira, inventada para oprimir y explotar al pueblo.
El autor de Memoria contra la religión fue considerado por los pensadores del siglo XVIII como un revolucionario y entró en los libros de Historia como el padre del ateísmo.
Durante más de 40 años, en su parroquia de Etrépigny, al norte de Francia, Meslier escuchó con paciencia las confesiones de los supuestos pecados de los fieles. Sus maneras eran poco ortodoxas y la nobleza local solía quejarse de él, aunque nadie se había imaginado la doble vida de este hombre de Dios.
Nada más quitarse la sotana que vestía de día, Meslier aprovechaba las noches para leer todo lo que se alejaba de la Biblia. Desmenuzaba a Montaigne, Pascal, Séneca, Descartes y Fénelon − teólogo de referencia de la Francia de los siglos XVII y XVIII −, y escribía su testamento con un solo objetivo: que la gente alcance “la razón y la verdad” para “vivir felizmente”.
Meslier va al grano: la religión es “una invención y una institución puramente humana”; en la religión “está la verdadera fuente, el verdadero origen de los males que perturban el bien dentro de la sociedad humana y que hace que los hombres sean infelices”. Y no se olvida de los sacerdotes, que “engañan y despojan astutamente de sus bienes” al pueblo.
La obra podría parecer un panfleto lleno de soflamas escritas con el rencor de un hombre que se arrepiente de su vida. Pero Memoria contra la religión no es nada de eso. Son más de 700 páginas, con argumentos teológicos, filosóficos cita a Platón, analiza los Evangelios los fundamentos de la fe.
Meslier tenía 60 años cuando empezó a escribir Memoria contra la religión; tardó más de un año en acabarlo. El titular original del texto es largo, pero lo dice todo:
Memoria de los pensamientos y sentimientos de Jean Meslier, cura de Etrépigny y de Balaives, acerca de ciertos errores y falsedades en la guía y gobierno de los hombres, donde se hallan demostraciones claras y evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y religiones que hay en el mundo, memoria que debe ser entregada a sus parroquianos después de su muerte para que sirva de testimonio de la verdad, tanto para ellos como para sus semejantes.
Su primera víctima es Dios. ¿Por qué se muestra “discreto” ante tanta injusticia y miseria humana pero, al mismo tiempo, pretende ser amado y adorado?, se preguntó Meslier. “O existe y se burla de nosotros dejándonos en la ignorancia, o no existe”, respondió, “las religiones no pueden ser realmente divinas todas ellas ya que se contradicen unas a otras y sus credos se contraponen, por lo que resulta evidente que no pueden provenir del mismo principio de verdad conocido como Dios”.
Añadió: “No vemos nada, no sentimos nada y no conocemos nada en nosotros que no sea materia”.Meslier presenta a Jesucristo como “un hombre sin talento ni espíritu; un loco, un insensato y un miserable fanático”. Los textos sagrados son “falsedades que nunca ocurrieron”. Porque, antes de creerlas, habría que comprobar que sus autores eran personas “dignas” que “examinaron todas las circunstancias de los hechos; hechos que se corrompieron con el tiempo”.
La obra de Meslier tuvo el efecto de una bomba. Cuando el cura falleció a finales de junio de 1729 nunca se supo exactamente cuándo ni cómo, dejó dos cartas, una a su sucesor y otra al cura de la parroquia vecina, para que trataran su ensayo secreto con cuidado. Había escrito tres ejemplares. Es fácil imaginar la cara de sorpresa de los dos sacerdotes y la de los parroquianos de Meslier cuando leyeron las primeras palabras del explosivo texto del antiguo cura. El manuscrito fue enviado a las autoridades eclesiásticas en París, aunque ya era demasiado tarde: los intelectuales de la época impidieron su destrucción. Voltaire publicó una versión reducida en 1762. La Francia de la Ilustración había encontrado a su profeta del ateísmo.
Ante el peso social de la Iglesia, Meslier nunca osó saltar del púlpito para gritar sus opiniones y esperó a su muerte para hacerlo. ¿Era hipócrita mientras predicaba? Julio Seoane llama a la “solidaridad” ante el dolor y la angustia de Meslier por “no saber qué hacer”. Bajo Luis XIV, el rey Sol, era peligroso meterse con el omnipresente catolicismo y los heréticos aún morían en las hogueras de un país en su inmensa mayoría rural y analfabeto. El cura escribió con la esperanza de “limpiar el mundo de iniquidades”, por “el amor por la justicia”.
En sus conclusiones, dio recomendaciones a todos los que le leerán: “¡Pobres hombres, estáis locos! Locos por creer tan ciegamente en semejantes tonterías. Ha llegado el momento de liberaros de esta miserable esclavitud”. Desde las revoluciones de 1789, siempre se cita esas palabras de Meslier: “Deseo que todos los poderosos y los nobles de la Tierra sean colgados y ahorcados con las tripas de los curas”. Unos argumentos retomados por Karl Marx y los demás fundadores del pensamiento comunista.
El cadáver de Jean Meslier, el cura que se alzó contra Dios y las desigualdades, nunca fue encontrado. Ninguna lápida recuerda su memoria.
"Nuestro cerebro tiene funciones para generar creencias y otras armas para admitirlas o no, la Razón"
Re: Jean Meslier, un cura ateo
un hombre interesante, nunca habia oido hablar de él, me apuntaré su libro a mi lista de libros que tengo que leer.
No era suficiente con perder la fe en dios, ahora también he perdido la fe en la humanidad
- juanlopez1980
- Participante habitual
- Mensajes: 339
- Registrado: Mié Abr 13, 2011 1:03 pm
Re: Jean Meslier, un cura ateo
Intento buscar un enlace para poderlo descargas , pero hasta ahora no lo he conseguido, si alguien tiene alguna pista que por favor, nos oriente a los demás humano. En versión "castellano" o como mucho "español".
"Nuestro cerebro tiene funciones para generar creencias y otras armas para admitirlas o no, la Razón"
Re: Memoria contra la Religion
Meslier fue usado como símbolo por la unión soviética, hasta tiene su monumento. Más califica como anarquista. Este interesantísmo libro era muy difícil de conseguir. Llamado también "Testamento" de Meslier, ahora gracias a la editorial Laetoli ha sido publicado en español como Memoria contra la Religión (2010). Altamente recomendable.
- juanlopez1980
- Participante habitual
- Mensajes: 339
- Registrado: Mié Abr 13, 2011 1:03 pm
Re: Memoria contra la Religion
Yo tengo el libro y es dela Editorial Laetoli, traducido Javier Mina.
Pido si algún forero conoce algún enlace para poderlo descargar que lo cuelgue aquí.
La verdad es que el cura Jean Meslier expone muchos argumentos contra la existencias de los dioses y la falsedad de la jerarquía de la iglesia. Era una persona muy culta pues hace referencia continuada a muchos libros y tratados.
Pido si algún forero conoce algún enlace para poderlo descargar que lo cuelgue aquí.
La verdad es que el cura Jean Meslier expone muchos argumentos contra la existencias de los dioses y la falsedad de la jerarquía de la iglesia. Era una persona muy culta pues hace referencia continuada a muchos libros y tratados.
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- Tontxu
- Participante veterano
- Mensajes: 3019
- Registrado: Mar Ago 26, 2008 7:29 pm
- Ubicación: Euskadi-España
Re: Memoria contra la Religion
Sólo un matiz; como anarquista comunitarista, algo extraño para su época.Aranjuex escribió:Meslier fue usado como símbolo por la unión soviética, hasta tiene su monumento. Más califica como anarquista. Este interesantísmo libro era muy difícil de conseguir. Llamado también "Testamento" de Meslier, ahora gracias a la editorial Laetoli ha sido publicado en español como Memoria contra la Religión (2010). Altamente recomendable.
PD; estoy intentado conseguirlo, aunque hay muchas referencias de él parece ser que no está disponible. No es de extrañar, ni es el primeo, ni será el último. Además su costo es de 29,00€. No lo puedo evitar, soy un conspiranoico. Pero el libro no es gratis, esto es real.
“Algunos científicos son tan distraídos que no recuerdan ni dónde han dejado la ética”Ramón Eder
Re: Memoria contra la Religion
Acabo de unir tres hilos que tratan sobre el mismo libro.
Por un mundo más libre y con menos hipocresía, asóciate: https://iatea.org.es/asociarse.php