Violación: mejor castigar a la víctima - pesadilla en Dubai

[Shé]

Las mujeres extranjeras en países musulmanes no lo tienen fácil y pueden caer en las garras de su demencial sistema. Para ellas es una pesadilla. Pero para las mujeres autóctonas es el negro pozo en el que viven toda su vida.

Una noruega violada es condenada a cárcel en Dubái por sexo extramatrimonial

• La mujer, de 24 años, ha sido sentenciada a 16 meses de cárcel por "atentar contra la decencia"
• La joven asegura que fue violada por un compañero de trabajo en un viaje profesional al país

ÁNGELES ESPINOSA Dubái 20 JUL 2013 - 20:48 CET

Tras denunciar a la policía que había sido violada, una mujer ha sido detenida, juzgada y condenada a 16 meses de cárcel por relaciones sexuales fuera del matrimonio, falso testimonio y consumo de alcohol. Parece una pesadilla o el guión de una película de serie B, pero es lo que le ha sucedido a la noruega Marte Deborah Dalelv en Dubái, según ha hecho público la víctima y ha confirmado el Emirates Centre for Human Rights (ECHR).

“Informó a las autoridades de Dubái que había sido violada el 6 de marzo, pero le confiscaron el pasaporte y el dinero, y la encausaron cuatro días después”, señala el comunicado de esa organización de defensa de los derechos humanos.

Dalelv, una decoradora de 24 años que trabajaba en el vecino Catar, había viajado a Dubái unos días antes con otros compañeros. Al parecer, una de las noches fueron a una discoteca y estuvieron bebiendo. En algún momento, la mujer pidió a uno de ellos que la acompañara de vuelta al hotel.

“A la mañana siguiente al despertar [me di cuenta de que] me había violado, me había quitado la ropa y estaba tumbada boca abajo”, ha explicado la joven al diario noruego VG.

Entonces acudió a la policía para presentar una denuncia, pero cuando el agente le preguntó si había recurrido a ellos “porque no le había gustado” la relación, comprendió que no la estaban creyendo. Empezó entonces su calvario. Fue enviada a prisión y acusada de haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, algo que está penado en Dubái y en el resto de los miembros de la federación de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Además, fue imputada por falso testimonio y consumo de alcohol sin tener licencia, un permiso que por otra parte sólo pueden obtener los residentes y que ningún establecimiento solicita.

Tras guardar silencio durante estos cuatro meses, Dalelv decidió hacer público su caso cuando esta semana el juez la condenó a 16 meses de cárcel. “Tengo que correr la voz… Después de la sentencia, ¿qué puede ir peor?”, ha justificado la joven. Su agresor, cuya identidad no ha trascendido, deberá cumplir 13 meses de prisión por relaciones sexuales fuera del matrimonio.

La apariencia de liberalidad del glamuroso emirato puede resultar engañosa. Para poder ganar un juicio por violación la legislación emiratí, basada en la Sharía o ley islámica, requiere que haya o una confesión del violador, o el testimonio de cuatro testigos varones y adultos.

“Este veredicto choca con nuestra noción de justicia. Es muy raro que alguien que denuncia una violación sea inculpada por delitos que en nuestra parte del mundo no se consideran tales”, ha declarado el ministro de Exteriores noruego, Espen Barth Eide.

Las gestiones diplomáticas han conseguido que los responsables judiciales le concedan la libertad provisional hasta que se vea su recurso de apelación el próximo septiembre. Entre tanto, Dalelv, que ha perdido su trabajo en Catar, no puede salir del país y tiene que residir en el Centro Noruego de los Hombres del Mar. Sus amigos han creado una página en Facebook para pedir su liberación.

Como recuerda el ECHR, el caso de Dalelv no es un incidente aislado. En diciembre del año pasado, una mujer británica que denunció haber sido violada por tres hombres, fue multada por beber alcohol. Con anterioridad, una emiratí fue condenada a un año de cárcel tras asegurar que había sido víctima de una violación colectiva, y una australiana pasó 11 meses en prisión por el mismo motivo.

El País, 20 de julio 2013

[jasimotosan]

No voy a caer en la barbaridad de decir que ella se lo buscó, pero sí digo que las personas de los países civilizados y los que vivimos en países a medio civilizar nos deberíamos abstener de ir a esos países de salvajes... Condenarlos al ostracismo... Cogerles por las pelotas del dinero y de la colaboración internacional... No sé si aprenderían, pero se evitarían cosas como esta y se pudrirían solos.

Saludos.

[Pastranec]

No voy a caer en la barbaridad de decir que ella se lo buscó, pero sí digo que las personas de los países civilizados y los que vivimos en países a medio civilizar nos deberíamos abstener de ir a esos países de salvajes... Condenarlos al ostracismo... Cogerles por las pelotas del dinero y de la colaboración internacional... No sé si aprenderían, pero se evitarían cosas como esta y se pudrirían solos.

Saludos.

Si no fuera porque ellos estaría encantados de cocerse en su propia salsa, y porque tenemos la experiencia de España, que en pleno fundamentalismo católico de las décadas de 1960-70 relajó sus costumbres gracias al conocimiento de otras, por el turismo, te daría la razón.

[Shé]

Los que estarían encantados de cocerse en su propia salsa son los opresores, que no conviene confundir con los oprimidos.

La gran mayoría de los habitantes de esos países no son diferentes a nosotros, excepto por la educación religiosa -tan parecida a la nuestra, pero más presente- y la falta de cultura imperante entre la gente. Ellos solo quieren vivir en paz, ser felices y que sus hijos salgan adelante.

Cuanto más contacto haya entre la gente normal -ciudadanos- de todas partes, tanto si viajamos nosotros como si nos relacionamos con más naturalidad con los que vienen a nuestros países, más nos enriqueceremos todos y más posibilidades tendrán de rebelarse contra sus opresores.

Tal vez incluso nosotros algún día seamos capaces de derrocar a los nuestros.

[Pastranec]

Como decían por ahí arriba, nosotros vivimos en un país civilizado.

Sanidad planea contar en la estadística de malos tratos solo a las mujeres hospitalizadas

• Es una nueva estadística que contará a las víctimas de la violencia machista.
  El requisito mínimo será haber sido hospitalizada al menos un día.
  Críticas la medida porque "invisibiliza" a la mayoría de las víctimas.
  En 2012 solo un 11% de las 128.000 denuncias aportaron un parte de lesiones.

El Ministerio de Sanidad diseña una nueva estadística nacional para medir los malos tratos en la que solo se incluirán aquellas mujeres que hayan sido ingresadas por un plazo superior a un día, según confirmaron fuentes de Sanidad.

La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género pretende visibilizar el drama del maltrato con una nueva estadística, a partir de enero de 2014, que se sumara a la que actualmente recuenta las víctimas mortales de la lacra de la violencia machista.

Gran número de colectivos de mujeres han denunciado a través de las redes sociales la imposición del requisito de hospitalización de un mínimo de 24 horas alegando que deja fuera la mayoría de los casos de maltrato. Estos grupos exigen una rectificación al Gobierno recordando que "lo que no se cuenta no existe" y temiendo que si se minimiza el impacto de la violencia machista la consecuencia será la reducción de los escasos recursos de asistencia a las víctimas.

El secretario de Igualdad, Juan Manuel Moreno, tras el aluvión de críticas a la medida recibidas a través de Twitter tras adelantar El Mundo la información, manifestaba en esa misma red social: "El titular de El Mundo es equívoco. Consideramos víctimas VG (violencia de género) a cualquier mujer agredida o acosada. Hablan de una nueva (estadística)". Añadía que todavía está "en estudio".

Fuentes de la Secretaría de Estado de Asuntos Sociales han especificado a 20minutos que se trata de una nueva estadística, no de un cambio en la ley de atención a las mujeres maltratadas. "La consideración de víctima no cambia. Tan víctima es la mujer que es asesinada como la que sufre una paliza o la que es acosada u hostigada. Todas tendrán a su disposición los recursos que marca la ley". Sobre la nueva estadística, consideran que ceñirse a los ingresos hospitalarios "es un buen punto de partida" ya que resulta "mucho más complicado" contabilizar todas las asistencias de los servicios de urgencias o los centros de atención primaria.

Según El Mundo, en la medida de limitar el recuento a las ingresadas subyace el miedo del Gobierno a que si se suman todos los casos de de atención a maltratadas se interprete que bajo su mandato aumentan los casos de agresiones machistas.

En la actualidad el Observatorio de Violencia de Género del CGPJ elabora una estadística que recoge el número de partes hospitalarios en las denuncias de las víctimas. En el primer trimestre de 2013, 3.321 mujeres presentaron un parte de lesiones a la hora de denunciar su agresión. Sin embargo, son una minoría aporta parte de lesiones. En 2012, de las 128.500 denuncias, tan solo un 11% tenía parte de lesiones.

Cientos de mujeres anónimas han criticado también en Twitter lo que consideran una operación de "maquillaje estadístico" y lamentan que ni los moratones ni un brazo partido sean contabilizados por el Gobierno como casos de maltrato.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1877165 ... xts=467263" onclick="window.open(this.href);return false;

[Shé]

Vivimos en un país en vías de desarrollo, y además en una fase de involución que nos coloca en una situación peor a la que teníamos hace unos años, que ya dejaba bastante que desear.

El actual gobierno se ha convertido en una tiranía de libro, y Rajoy lo está demostrando ninguneando al Parlamento sin que pase nada.

Nos queda un reducto -cada vez más acorralado- de eso que llamamos Justicia.

[bukowski]

La nueva forma de contar a las victimas tiene su lógica. Lo que no entendéis es que si la ostia que le pegas a tu mujer no la manda al hospital no la estás maltratando, solo le estás recordando cuál es su posición. Mira que hay que explicarlo todo.