Resumen: Las preguntas son los medios para llegar hasta el conocimiento, sin embargo las preguntas tiene un alcance y nuestra capacidad para entender también tiene límites. Los seres no sabios como nosotros tenemos que echar mano de axiomas, lo cual le resta certeza a las respuestas de creemos conocer. Las preguntas que nos hacemos están limitadas por su forma y solemos no estar ni enterados, si esto fuera poco, la verdad que las preguntas podrían revelarnos están condicionadas por los límites de nuestro lenguaje y de nuestra percepción de la realidad. Esta realidad plantea un escepticismo sempiterno y siembra la duda en todo conocimiento supuestamente fiable.
La cadena de preguntas y los axiomas:
La filosofía es la búsqueda de la sabiduría, el entendimiento de la realidad, es él hacerse preguntas y el buscar sus respuestas por medio del razonamiento. Cuando se trata de definir un concepto, como en este caso el de filosofía, a su mayor profundidad posible, por orden lo más conveniente es atender primero los conceptos fundamentales que se emplean en la definición de este mismo. Por ejemplo, podemos saber que la filosofía es la búsqueda del entendimiento, pero esta definición está vacía sin una comprensión de ¿Qué es el entendimiento? O podemos decir que la filosofía es hacerse preguntas de la realidad, pero debe tenerse claro que se entiende cuando se habla de “preguntas” y de lo que son estas cosas. Lo que digo es que una definición completa de un concepto no requiere solamente una plantación de ideas y palabras que le son atinentes, sino que requiere a su vez de una clarificación de las bases y los conceptos dados en esta definición.
Nos hacemos preguntas todos los días, preguntas sencillas y preguntas complicadas. ¿Por qué nos hacemos preguntas? ¿Qué es una pregunta? ¿Qué cosa es el mismo acto de preguntar? Talvez es algo propio de razonamiento, quien razona se pregunta. Una pregunta talvez es algo que se corresponde directamente con una respuesta, algo complementario con ella, dos caras de la misma moneda, una misma realidad desde dos enfoques. Una pregunta puede ser algo así como un hueco, una ausencia de entendimiento, siendo así quien fuese sabio seria alguien que no tiene preguntas. Pero esta respuesta no es nada, falta más. Una pregunta no es algo tangible, es una idea, una realidad mental; así como el color es propio de la vista, la pregunta es propia del razonamiento. Una pregunta es también una necesidad, un deseo de saber, un invocar de una respuesta. Pero eso aún no es suficiente, falta más. Una pregunta es el eslabón de una cadena, hay una afirmación en cada pregunta, una respuesta a cada pregunta y muchas preguntas a una respuesta. Y aún no es nada, falta más, siempre se puede ahondar más en una pregunta.
Las personas tenemos algún nivel de entendimiento sobre la realidad, algún nivel de conciencia, pero podemos saber que este es muy limitado. Nosotros únicamente conocemos de la realidad a través de las impresiones que nos dejan nuestros sentidos. Sabemos que no lo vemos todo, algunas cosas son muy pequeñas, otras están muy lejos, no vemos todo desde toda perspectiva, desde todo tiempo, no vemos el universo contenido en un milisegundo ni el paso de las montañas con los siglos, tenemos una única escala temporal. No sentimos todo, no oímos todo, no sabemos todo, no entendemos todo. Entonces, ¿hasta qué punto podemos decir que entendemos esta realidad? ¿Hasta qué punto podremos llegar a ahondar en ella con nuestro entendimiento? y ni tan siquiera podemos saber si el entendimiento es todo, si es que todo puede llegar a ser entendido o si es que existe algo más a lo cual el entendimiento no le es pertinente. La respuesta de toda pregunta conduce a otras preguntas, difícilmente una persona logre responder una pregunta hasta su quinto “eslabón”. Si preguntamos el porqué de algo, y luego hacemos lo mismo con los fundamentos de esa respuesta y de la misma forma con su respuesta, pronto toparemos con barda. Nadie entiende toda cosa, palabra, idea, concepto en toda su profundidad. Recuerdo cuando estaba en la Universidad, en el curso de Humanidades 2, y el profesor de filosofía, nos lanzó la pregunta ¿Quién es usted? Pero él demandaba una respuesta completa, hasta sus últimos conceptos, y eso es imposible. ¿Qué podemos decir si alguien nos pregunta quién es usted? Si decimos nuestro nombre, fatal, uno se llama “Fulano” pero uno no es un “Fulano”, porque “Fulano” no es más que un nombre, una palabra que se escribe y se expresa con sonido, una persona no es eso. Muchos decían “yo soy yo”, pero esto no clarifica nada, que es “yo”, no se puede definir eso y nadie es un “yo”. Dar una definición más compleja solo complicará más las cosas, decir algo como “soy un ser humano, una persona, un ser inteligente”, es decir, ¿realmente comprendemos de qué hablamos cuando decimos “ser humano”, “inteligencia” o “ser”? Siendo así pronto topamos con una pesadilla existencial, no sabemos quién somos.
Después de esto yo creí que la pegunta ¿Quién es usted?, era una pregunta especial, una que es especialmente difícil de responder por atender directamente a el problema del ser. Pero luego reflexioné y ahora pienso que no es así, porque pasa exactamente igual con cualquier pregunta. Yo puede preguntar sobre que es cualquier cosa y no conformarme con la respuesta corta, puedo preguntar más por aquellos conceptos incluidos es esta respuesta, y a su vez lo mismo con la definición que se me dé de este concepto contenido en la respuesta de la pregunta inicial. Siendo así se forma un efecto en cadena inacabable, donde no sería posible dar la respuesta completa a absolutamente ninguna pregunta. El resultado es la incertidumbre y el escepticismo, y en sus más extremas manifestaciones se puede llegar a concluir que el conocimiento es imposible, que nadie puede llegar a saber nada.
Veamos algunos ejemplos, una pregunta simple como ¿Por qué la pared es azul? Una pregunta que muchos podrían creer que es simple de responder, pero realmente es imposible hacerlo si se toma hasta sus últimos conceptos como lo hiso el profesor con la pregunta ¿Quién es usted? Por ejemplo podemos decir “la pared es azul porque la pintaron con pintura azul”, pero esto no explica ¿Por qué la pintura es azul? Entonces tendríamos que hablar de lo que es la luz y de los colores contenidos en ella que son reflejados por los objetos. Pero esto no explica porque la luz reflejada en la pintura es de ese color y no de otro, la cual no es una pregunta nueva, es la misma, ¿por qué la pared es azul? Siendo así tendríamos que hablar de cómo las diferentes propiedades químicas y cuánticas de los objetos materiales provocan que la luz sea reflejada en uno de sus espectros de honda provocando así el color. La cual diste de ser la respuesta completa y solo suma un eslabón más a la cadena interminable, porque sería pertinente preguntar ¿Por qué las propiedades químicas y cuánticas del material del que está hecho la pintura que está en la pared refleja el espectro de la luz azul y no otro?, y ¿por qué la luz es de esa manera, que se deja reflejar en formas diferentes según alguna propiedad de cuerpo en el que se refleta? la cual no es un pregunta nueva, sigue siendo la misma, ¿Por qué la pared es azul? Y en este punto he llegado ya a mis axiomas, simplemente no tengo idea, pero sé que para dar respuesta a esta pregunta habría que echar mano de física de la luz y de la química cuántica, pero aun los científicos en estas áreas no tardarían en llegar a un punto muerto si continua reformulándose la pregunta.
Cuando respondemos una pregunta con conceptos que no podemos explicar, estamos usando un axioma. Un axioma es algo que se toma por obvio, por natural y entendido por todo ser dotado de razón, pero resulta siempre difícil darle explicación. Todos tenemos axiomas, solamente un sabio no los tendría y hasta donde sé, nadie es sabio. Si a una persona se le hace una pregunta, y luego se le pregunta por los conceptos que participan en la repuesta dada, pronto esta persona llegará a sus axiomas, ideas que emplea para dar una definición o explicación pero es incapaz de definir o explicar. La gravedad fue un axioma durante mucho tiempo, algo que todo el mundo “sabía”. Las personas sabían muy bien que toda cosa se cae, y lo tenía por naturalísimo. Lo tenían por tan natural que les pasaba desapercibido, ni tan siquiera se preguntaban ¿Cómo? o ¿Por qué? opera esta misteriosa fuerza que hace que exista un “suelo” un “abajo” que atrae todos los objetos. Y aun hoy en día, ni los más distinguidos físicos entienden por completo qué es la gravedad. Los axiomas como este, son prueba de que tenemos un entendimiento limitado, son prueba de que no podemos dar una respuesta a todas las preguntas.
Los alcances de las preguntas:
En la búsqueda del conocimiento a través de las preguntas, tiene especial relevancia el enfoque con el que se plantea una pregunta. En este caso me gusta mucho utilizar el ejemple de Isaac Newton y su teoría de la gravedad. Cuando Isaac Newton tuvo un momento de inspiración que lo llevó a su teoría de la gravedad, él estaba tratando de encontrar una verdad a través de preguntas como ¿por qué la Luna y las estrellas no caen a la tierra? ¿Es que están pegadas a un techo?, y si es así, ¿Qué le da soporte a este techo? Entonces, según la anécdota, Newton caminaba pensativo cuando vio caer una manzana de un árbol, y este simple hecho le inspiró a cambiar de enfoque sus preguntas. Ya no era ¿Cómo es posible que los astros del cielo no caigan? sino que se preguntó ¿Cómo es posible que la manzana caiga?, lo que hizo fue cambiar de enfoque su pregunto, desde una negativa a una positiva, y esto le llevó a postular su teoría de la gravedad. No es posible explicar por qué algo NO es, pero lo posible es explicar porque algo SI es. En realidad es difícil explicar por qué algo no es, porque es en sí mismo una ausencia, cuando se hace un pegunta desde su enfoque negativo generalmente se recurre a otro hecho que si es.
El enfoque con el que se hace una pregunta cuenta mucho, encontrar las preguntas correctas es la mitad en el camino para solucionar un problema. Uno de los enfoques más desfavorables en los que se puede hacer una pregunta es plantearla desde una negativa. Solamente lo que existe tiene un explicación, lo que no es no necesita ninguna explicación, y si la tiene lo es solo en algo que si existe, porque solamente lo existente es sujeto de la razón. Si preguntamos ¿porque algo no está aquí?, la respuesta sería porque si esta halla. Si preguntamos ¿por qué algo no es? la respuesta sería, porque otra cosa si es. Siendo así, las preguntas tienen este alcance, esta característica, deben plantearse desde afirmaciones, desde positivas, porque, como dije antes las preguntas son herramientas para ir tras la verdad y solamente lo que existe puede ser conocido, lo que no existe no.
Existen otros alcances y limites en las preguntas, las preguntas pueden formularse de distintas maneras y todas ellas persiguen un aspecto de la verdad y no pueden superarlo. De todas las preguntas que solemos hacer, existen tres formatos básicos que incluyen todo lo que puede ser abarcado, lo que podemos preguntarnos. Estas son “¿Qué es?”, “Cómo es” y “¿por qué es?” ¿Qué tipo de verdad busca cada una de estas preguntas? ¿Existe algún tipo de conocimiento que no podemos si quiera preguntarnos? Si queremos conocer de la naturaleza del conocimiento y darle una respuesta satisfactoria a nuestras preguntas, debemos antes entender la naturaleza misma de nuestra pregunta, de cuáles son sus alcances. La pregunta ¿qué es?, es la más profunda, porque esta va directo a los axiomas y los supera. Esta es una pregunta de la cual no vemos un horizonte, una pregunta inagotable que parece abarcarlo todo, y no se decir que tipo de respuesta no es pertinente a una pregunta como esta. La pregunta ¿Cómo es?, es un tanto menos profunda, atiende a forma, manera, método, circunstancia; y no siempre va directo a los axiomas. Pero de igual manera es una pregunta inagotable. La pregunta ¿Por qué es? Claramente busca una razón. Pero ¿Qué es una razón? ¿Es que todo lo que existe tiene una razón? ¿Son las razones cosas atinentes al conocimiento?, esto es si la razón puede saberse o no saberse. Y si es así, ¿porque saber las razones de las cosas? Talvez preguntarse porque es preguntar cuál es el razonamiento de algo. ¿Por qué es relevante conocer el razonamiento que algo tiene? ¿Es que las razones están en todo? Otra pregunta también muy relevante es ¿para qué es?, la cual tiende a confundirse con ¿por qué es? Es una pregunta que pide un propósito, cosa que difiere de razón. De igual manera surgen las preguntas de ¿Qué es un propósito?, no puede responderse la pregunta de ¿para qué? de forma apropiada si no tenemos un claro entendimiento de lo que es un propósito, y si ¿es que todas cosa que existe tiene un propósito?
Muchas son las preguntas que nos hacemos, encontrar una respuesta satisfactoria a todas ellas puede parecernos fácil o imposible. Una pregunta de vital importancia e inagotable es ¿Quién somos? Esta pregunta en toda su profundidad no puede ser respondida fácilmente, de la cual no podemos hacer más que dar una respuesta de pocas palabras como “somos personas, humanos, animales con inteligencia”, pero ¿es esa toda la respuesta?. ¿Qué es una persona? ¿Qué es una animal inteligente? Y estas preguntas nos llevan a “chocar con barda”, a ver nuestros axiomas. ¿De qué forma podemos dar respuesta a una pregunta que no sea echando mano a nuestras palabras? Palabras que aluden a conceptos que entendemos de forma muy limitada. ¿Es el lenguaje que tenemos capaz de dar expresión a todas las respuestas? O es que existen respuestas que tienen sus bases en conceptos de los cuales ni tan siquiera tenemos una palabra que los abarque, o capacidad intelectual para formularlos? ¿De verdad es posible poner toda la verdad que existe en los términos de nuestro leguaje y de nuestra capacidad para entender?
La pregunta ¿Quién somos?, evidentemente alude a un quién. Solamente un “quién” sería una respuesta pertinente a una pregunta como esta. Pero ¿Qué es un quién? ¿Somos un quién? Existen alguna cosa que no sea un quién? Salvo la pregunta ¿Qué es?, todas las demás preguntas atienden a una característica en específica, y no cualquier respuesta es atinente a cada pregunta. De igual manera, no todas las preguntas son atinentes a una cosa, no podemos preguntar por el lugar de algo que no se haya, el propósito de algo que no lo tiene, o el ser o la forma de algo que no es.
Conclusión:
Primeramente planteo la verdad aceptada de que somos seres que buscamos la verdad, desde la filosofía. Después planteo los conceptos de “axioma” y “cadena de preguntas”, donde describo como nuestro entendimiento de la realidad tiene sus alcances que lucen interminables e infranqueables. Luego planteo que el lenguaje mediante la cual buscamos la verdad es la pregunta, es la interrogante, pero esta tiene sus limitaciones y sus características que suele pasarnos desapercibidas.
El propósito de este escrito es exponer las dificultades de la búsqueda de la verdad completa, un conocimiento tal de la realidad con el cual apenas podemos soñar. Sé que hablar de que tenemos axiomas tras todo lo que creemos entender, y decir que estos son fundamentales en nuestro entendimiento pero son insuperables, es platear el escepticismo, la incertidumbre. Y es que tal es mi punto de vista, ya que todas las explicaciones que creo conocer tienen sus bases fundamentales en conceptos inexplicables para mí. Buscamos la verdad con preguntas y las respondemos con nuestro lenguaje, pero las preguntas tiene alcances y nuestro lenguaje tiene límites.
Como enfrentarnos a vitales preguntas como ¿Qué somos? ¿Quiénes somos los seres humanos? o ¿Porqué o para qué o como existimos? ¿Extendemos siquiera cuales es la verdad que buscamos con esta preguntas? y ¿es realmente toda la verdad está que nos preguntamos o es que nuestras preguntas siquiera pueden apuntar a toda la verdad? Somos una especia, somos vida y somos vida inteligente, somos realidad mental y química también, somos seres humanos. Estas respuestas fáciles a ¿qué somos?, pero ¿Qué es la inteligencia? ¿Qué es la vida? Qué es un ser? En fin, solo estas preguntas dan para otras tantas páginas de desarrollo que con el mejor trabajo posible lograrían plantear ordenadamente donde están nuestro limites en cuanto al entendimiento de lo que somos. Pero hasta este punto he logrado plantear los límites que tenemos ante un entendimiento completo de la realidad, si lo he logrado entonces he cumplido mi propósito.
Saludos a todos los miembros de esta wed! Este es un ensayo que tenía olvidado en mi ordenador desde finales de 2013 , le hice algunos añadidos y me he decidido a publicarlo . Desde entonces no me ha dado por escribir tanto, he escrito otros no tan voluminosos pero no se si decidirme a publicarlos tambien. Se que es muy largo, incluso para un foro de lectura es mucho texto, pero escribí un muy leve resumen al principio y si gusta pues, a leerlo todo!!!.
Este foro me parece que esta muy apagado, es difícil ver comentarios nuevos en las publicaciones . Espero que mis intervenciones motiven a otros a replicar y a participar!!!!
Mi ensayo: El Origen de las Preguntas
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- Sunami
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Re: Mi ensayo: El Origen de las Preguntas
Sin acritud, pero el planteamiento deberías reconsiderarlo. Las preguntas no son el origen del conocimiento, sin apoyos fiables, sin límites ni criterios previos, las preguntas terminarán siendo mal planteadas y no podrán resultar en ningún tipo de conocimiento. Las preguntas son el fundamento del pensamiento mágico.
Conocimiento hay por grados y categorías. El primero es el de las ciencias, intersubjetividad, conocimiento positivo (propositivo) del mundo. Que conste que no es una, sino distintas, porque cada ámbito del conocimiento del mundo no es reducible a la escala de otro. Los fenómenos biológicos no son meramente físicos, pues la percepción de la realidad no es unicategorial, no puede serlo, ni es práctico, ni es posible.
Después están los conocimientos que los oficios y acciones humanas condensan, es decir, los conceptos, como por ejemplo en la herrería, yunque, martillo, fragua.
La filosofía es un saber de segundo grado en tanto a que no tiene como objeto a la realidad, sino que necesariamente ha de beber del conocimiento que emerge de las ciencias (conocimiento fiable) y del uso (lenguaje, los conceptos).
Aquí nacen las ideas de relación entre los saberes y los conceptos. Éstas sí competen a la filosofía, eso define su ámbito.
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Conocimiento hay por grados y categorías. El primero es el de las ciencias, intersubjetividad, conocimiento positivo (propositivo) del mundo. Que conste que no es una, sino distintas, porque cada ámbito del conocimiento del mundo no es reducible a la escala de otro. Los fenómenos biológicos no son meramente físicos, pues la percepción de la realidad no es unicategorial, no puede serlo, ni es práctico, ni es posible.
Después están los conocimientos que los oficios y acciones humanas condensan, es decir, los conceptos, como por ejemplo en la herrería, yunque, martillo, fragua.
La filosofía es un saber de segundo grado en tanto a que no tiene como objeto a la realidad, sino que necesariamente ha de beber del conocimiento que emerge de las ciencias (conocimiento fiable) y del uso (lenguaje, los conceptos).
Aquí nacen las ideas de relación entre los saberes y los conceptos. Éstas sí competen a la filosofía, eso define su ámbito.
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"Marx decía que la religión es el opio del pueblo, yo digo que el opio del pueblo es la expansión crediticia" - Huerta de Soto