Edades del Ateísmo, Parte I

“Edades de Ateísmo”
“Razones por las que es dificil ser Ateo del primer dia hasta la muerte
.”
por James Luce, ciudadano Americano, Psicólogo, y miembro de American Atheist Center (www.atheists.org/about-us ), un articulo publicado anteriormente en American Atheist Magazine, con Pamela Whissel editora, ahora compartido con Iniciativa Atea REVISTA como muestra de cooperación y solidaridad entre estas dos entidades.
[Traduccion del Ingles al Castellano: Ambrose, 18 Dic 2014]

Parte I
Primeros Años

No existe tal cosa como un Ateo de nacimiento, así como no existen Cristianos de nacimiento, Musulmanes de nacimiento, Hindues de nacimiento, etc. Pero es mas fácil para un niño ser religioso que ser Ateo. Este hecho explica en parte porque hoy dia somos pocos los Ateos. Este articulo es el primero en una serie de cuatro (4) que examina las razones por esta situación. En cada articulo hablaré acerca de una etapa diferente en nuestras vidas. Aquí quiero explicar porque una fe religiosa u otra forma de creencia mística, o creencia no científica está presente en todo el alrededor de una persona joven, hasta en el caso de que esa persona haya crecido dentro de una familia Atea. Compartiré algunas medidas contra las fuerzas que confunden, el Mundo de la Confusión.

Evolución

Una de las mayores ironias de la vida es la creencia de que un creador originó o fue causado por la evolución. La Teoría de la Evolucion de Darwin en realidad explica porque existen tantos “científicos” de la creación que desprecian y temen el concepto de la evolución, pero también porque existen también científicos reales que no creen en la evolución aunque no pueden explicar esta forma de pensar.
La evolución a generado dentro de nuestra especie de Homo Sapiens Sapiens un numero de necesidades e instintos genéticos, entre ellos el hambre, la sed, y la reproducción. El instinto genético en este articulo es el de la supervivencia. Para contribuir a su supervivencia, nuestros genes han conectado nuestro cerebro en maneras ingeniosas, teniendo en cuenta que los genes no planifican o conspiran, ellos simplemente tratan de mantenerse en buena salud para continuar desplazándose a través de esa cadena de billones de años.
Una de esos instintos genéticos es tal que los niños(as) tienden a creer todo lo que les dicen sus padres y mayores durante los primeros 3-7 años, variando con la variedad cerebral y su desarrollo. En las primeras etapas de la evolución humana los niños estaban sin protección alguna y sin equipos para sobrevivir, tal como lo son hoy dia. Por ejemplo, si a un niño de 3 años se le dice no gatear cerca de un barranco, pero insiste en hacerlo, entonces esos genes muy probablemente no pasaran a la siguiente generación porque ese niño se caerá por el barranco y no tendrá la oportunidad de reproducirse.
La evolución no nos ha proveído con genes cognitivos que se expresan por si mismos durante los primeros años de nuestras vidas. A esa edad los niños no tienen suficiente información o experiencia para criticar lo que sus padres les piden hacer. No imparta la carencia de valor científico o racionalidad en la petición de los padres. Carezca de racionalidad, lógica, o valor científico, lo que dice un padre o una madre es aceptado como una verdad absoluta por el niño(a). Una vez que ese niño empieza a pensar y a observar la evidencia (entre los 2-4 años), puede llegar a desobedecer, pero continuará creyendo lo que se le dice.
La evolución también nos ha proveído con circuitos cerebrales que tratan de interpretar los billones de “bytes” de información sensorial, a veces caótica, que recibimos cada dia. Esta cascada de caos es aun mayor durante la infancia cuando los niños no tienen grandes almacenes de experiencia con la cual comparar la realidad con la percepción. La existencia de estos circuitos “combinados para explicar” es evidente cada vez que nos confunde una ilusión óptica o tromp l’oeil. Nuestros cerebros quieren entender la información que reciben, aun cuando es incorrecta, falsa, o ilusionaría. Esto explica, por ejemplo, porque los ordenadores no siempre producen una solución correcta. El modelo (el cerebro del programador) puede tener sus defectos y, por lo tanto, los datos (input sensorial) introducidos en el proceso de modelado llegan a carecer de veracidad.
Pongamos estas dos herramientas evolucionarías poderosas para ver como una creencia en dios u otras fuerzas místicas ocurren. Es decir, ¿cómo el tener el cerebro ya conectado de cierta forma, tal que uno crea en sus padres, pero también conectado de tal forma que quiere entender la información que procesa, inevitablemente lleva a un sistema de creencia mistica? La respuesta es que la Evolucion trata a la variación en la misma forma que trata a las mutaciones genéticas. Algunas mutaciones genéticas hacen a un organismo más apto que a otros en la misma especie. (Notar que no he usado la palabra “fuerte”. La teoría de Darwin no tiene nada que ver con la supervivencia del más fuerte.) La evolución del ojo es una buena comparación. Hace Billones de años una porción de la piel de los animales marinos se mutó tal que se hizo sensitivo al tacto y a variaciones de luz y oscuridad. Los animales con esta mutacion tenían una mejor oportunidad de sobrevivir porque el movimiento de comida y de los predadores en las cercanías podían ser detectados, mientras que anteriormente ese no era el caso. Mutaciones subsecuentes también fueron de beneficio a la hora de mejorar la vista, y esas mutaciones quedaron en el conjunto de genes y, voila, los ojos evolucionaron, no por azar y casualidad, sino por selección natural.
Ese es el caso también con una “mutación de creencia”, es decir, un nuevo grupo de datos dentro del cerebro humano. En algún punto en nuestro lejano pasado, un humano formó la creencia de que un pedernal produce una chispa mientras que otras rocas no lo hacen porque había un espíritu dentro del pedernal. Esa creencia no iba en contra de la supervivencia, y por lo tanto permaneció en el conjunto de genes que pasaría de padre a hijo. La creencia en una roca con un espíritu dentro poco a poco evolucionó en la creencia de que la gente tenía espíritus también dentro de sus cuerpos.
Similarmente podemos asumir que en ese lejano pasado los humanos eran como otros animales, y no poseían creencias o conocimiento sobre el cosmos. Hace un millón de años nuestros ancestros no cuestionaban porque ellos(as) existían. Al contrario, como en otros animales, teníamos genes que nos empujaban hacia la supervivencia, y genes que nos forzaban a tratar de entender la información que entraba en nuestros cerebros. Así como un gusano marino se aparta de algo que le causa dolor, se le puede entrenar a permanecer fuera de un entorno de agua con el uso de dolor causado (e.g., introduciendo una sustancia química dañina en una area de un tanque de agua). Tal como en el caso del gusano marino, los humanos aprendemos de la experiencia.
Una de las pocas cosas que diferencia a los humanos de otros animales es el hecho de que nuestros cerebros ya están conectados para producir un lenguaje, para hablar, y nosotros somos la única especie que ha evolucionado de esa forma. Los monos y otros animales pueden aprender a usar símbolos, pero sus cerebros no vienen ya conectados para usarlos. Una vez que símbolos complejos y sutiles fueron introducidos en la comunicación entre padre y niño(a), los niños podían ya aprender no solamente a gatear a lo largo del barranco sin caerse, sino también a creer en dioses, demonios, eventos místicos, y magia. Causa y efecto es una forma eficiente de mirar al mundo pero solamente cuando se tiene suficiente información correcta. El lenguaje imparte datos complejos, aunque no necesariamente información correcta. Ciertamente, el creer no solamente no requiere la verdad, la información correcta, sino que a menudo prescinde de esa información correcta.
Padres, influencia del grupo, y otras Pestes

Padres

Después de que la práctica de la agricultura nos hiciera a todos amontonarnos en ciudades, llegó a ser evolutivamente productivo para la comunidad entera en creer los mismos mitos. Esto promocionó una cantidad pequeña de harmonía necesaria para una especie que había evolucionado para vivir en pequeños grupos, tribus, pero que ahora estaba amontonada en ciudades sedentarias. Cuentos de hadas, mitos religiosos, y jerarquías religiosas se hicieron parte de nuestra caja de herramientas evolucionaría.
¿Pero cómo es posible que con toda la información científica a nuestro alcance hoy día todavía sigamos enganchados a esas creencias y mitos de un pasado lejano? Una de las respuestas tiene que ver con esos padres problemáticos de hoy día, una vez más. En mi caso, habiendo leído la Biblia a la edad de siete y después convirtiéndome en un Ateo fuera-del-armario con padres inteligentes pero que eran Presbiterianos (Protestantes) me sometieron a ver películas como Milagro en la Calle 34 (Miracle on 34th Street) y a Es una Vida Maravillosa (It’s a Wonderful Life). Mi actividad favorita la ir a la cama era la de mi madre leyéndome historias y cuentos, siendo mi favorita la de Las Crónicas de Narnia (The Chronicles of Narnia). Cada una de estas historias son no solamente entretenimiento, sino piezas de propaganda Cristiana pura y dura.[1]

Uno puede preguntarse “Qué tiene de malo el creer en Santa Claus, en un angel guardian, y en un león benevolente que habla y que ha creado el universo? ¿Porque estas historias son dañinas para las mentes de niños? Uno puede tambien preguntarse “No es todo ello bueno para promocionar la imaginación, la creencia de que el bien triunfa sobre el mal, y la idea de que hay alguien allí afuera que nos cuida y protege?
No hay nada malo con la idea de promocionar la imaginación, el enseñar que el bien es una gran fuerza, y que existen altas autoridades (de la variedad mortal) que pueden ser de beneficio. Lo que sí es muy terrible es el añadir ímpetus al proceso de evolución de miles de años de alentar mitos como parte de nuestra forma de criar a nuestros niños.
Es completamente posible criar niños sin mentirles sobre las razones por las que deben empatía y buena voluntad. Se que este es el caso porque mis dos hijos fueron criados sin cuentos de hadas y mitos, y ellos poseen una gran voluntad y empatía. Mi hija es una enfermera y mi hijo es un director de cine y actos que ya es famoso por ser capaz de entretener a ambos, niños y adultos.
Influencia del Grupo
Una vez que un niño(a) deja su cuna y entra el mundo salvaje y social con sus contemporáneos, la propaganda religiosa toma una nueva fuerza. En vez de mitos anunciados por padres y seres queridos, esos mitos son arrojados a las caras de niños no creyentes. En mi caso yo solía recibir palizas regularmente enfrente de la escuela de los Domingos a manos de “Cristianos rurales” a quienes no les gustaba la gente que no creyese y no actuara como ellos.
Los niños(as) tienen una gran necesidad de ser aceptados. Es parte del proceso de evolución y cultural. Si todos los niños son religiosos, entonces un niño tratara de ser como los demás. ¿Cuántas veces ha escuchado uno –en la vida real o en una película—a un padre decirle a un niño “Bueno, Carlitos, solamente porque Gorka se tira de un barranco ello no quiere decir que tu debes hacer lo mismo”? A esta pregunta generalmente le precede una confesión del niño que ha robado una barra de chocolate de la tienda porque “Bueno, Mama, todos los otros chicos lo hacen”. La parte triste es que Carlitos probablemente se tiraría por el barranco si Gorka lo hiciera, especialmente si Gorka es un líder del grupo.

El mundo de las fantasías

Finalmente, entramos en el mundo de Pinocho y Disneyland. Estas dos entidades son típicas de las fuerzas inducidas por padres como el Milagro de la Calle 34 y Es una Vida Maravillosa, pero que tienen un efecto más profundo que el causado por padres y la influencia del grupo. Las fuerzas del tipo Pinocho son esas que ayudan a un niño a internalizar las lecciones enseñadas por buenos padres, así como las lecciones aprendidas de compañeros crueles. Santa Claus, el Angel Guardian, y el Olentzaro son todos “visibles” a los niños, de cerca y enfrente de sus narices. En contraste, la estrella brillante (el Dios)[2] sobre la que Pimocho desea cosas esta lejos y no interviene para convertirlo en un niño de verdad, no de madera. Pero esa estrella sí le concede ese deseo enviando a la tierra un angel en forma de un saltamontes, un grillo.
Este tipo de propaganda es realmente el mas difícil de combatir. A medida que el niño crece el/ella ve evidencia de que la Buena Hada o Santa Claus no existen. Pero las estrellas si existen y esa estrella de la noche (generalmente el planeta Venus) brilla en el firmamento. No es dificil para un niño a medida que ese crece que la estrella es solamente un símbolo de Dios, quien está lejos en la distancia y nunca enfrente de ti, pero que interviene de todas formas para salvar el dia…y algún dia tu alma. Esto no representa un gran salto de fe. Simplemente consiste en sustituir un ser intocable, un cuerpo celestial que satisface deseos, por otro. Y “Dios” es aun mejor porque se parece a un Abuelo.

Como ayudar a nuestros niños(as) a ser Ateos
Nosotros los adultos Ateos estamos en contacto con mentes en proceso de desarrollo, sean nuestros niños, sobrinas, sobrinos, nietos, y vecinos. La clave es estar listos para responder a sus preguntas “espirituales” en una forma clara que entiendan, que no les asuste con contradicciones de lo que puedan decir sus padres, y que les hará reflexionar sobres nuestras respuestas (para que internalicen nuestras respuestas). Esto suena tal vez un poco astuto, mañoso, pero tener en cuanta que estas son las mismas técnicas utilizadas por cada iglesia y culto desde el principio de la civilización. El cura nunca comunica a los pequeños ninguno de los detalles crudos de la Biblia (y créanme, hay cantidad de detalle crudo y criminal en la Biblia, si no la han leído todavía). El cura mantiene la historia de Jesus en términos sencillos. No hay discussion acerca de la sangre en las calles en camino a la Colina de las Calaveras. No habla de las Doce Pruevas de la existencia de Dios de Tomas de Aquino. Al contrario, se limita a las simples parabolas de pastores salvando a sus ovejas, y otras parecidas. Y por supuesto el cura no les recuerda a los niños que el pastor se porta bien con las avejas para después matarlas y comerlas.

Entonces, ¿cuales son algunas de las cosas practicas a realizar?
1. Leer libros sobre las bases del Ateismo y la larga cadena de razones por las cuales la religión, el misticismo, y la magia son un montón de tonterías. Un buen principio es El Dios del Engaño (The God of Delusion) de Richard Dawkins. Volver a leer ese y otros libros sobre la materia para internalizar tus razones por las que no existe un dios, o grupo de dioses.
2. Mantener los ojos y oídos abiertos para captar oportunidades que explican cosas a los niños como porque el perrito de la pequeña Elena fue atropellado por el camión de bomberos, a donde se fue la Abuela al ir al hospital y no regresar, de donde vienen los bebes, otras situaciones verídicas. A los niños les gusta hacer estas preguntas, por lo que es importante tener respuestas verídicas y adecuadas por anticipado.
3. Leer la Biblia, el Koran, el Tao y todos los otros libros espirituales a los niños lo antes posible. No cada libro entero. Solamente una pagina o dos antes de irse a dormir. Explicar en términos simples lo que una historia o cuento religioso es. Sí, evitar leer aquellas situaciones en las que Lot comete incesto con sus dos hijas vírgenes después de que su mujer se convierte en una estatua de sal. Guardar ese relato para tus propios hijos ya adolescentes. El cuento de Noah, por ejemplo, es perfecto para explicar de que hay mitos de diluvios en cada cultura, y que la versión de la Biblia fue tomada del mito de los Sumarios 2.000 años antes. El leer una variedad de “escrituras sagradas” comunica al niño(a) que no existe un tal libro “sagrado”, sino docenas de ellos, y que todos ellos dicen las mismas mentiras, historias falsas, básicamente.
4. Si uno no lee a los niños, entonces es importante monitorizar lo que él/ella ve en la TV, por lo menos en casa, y también introdúceles a películas de propaganda no-Cristiana que muestra a la gente actuando éticamente sin la ayuda de dios. Una película para niños de siete años y mayores es la clásica Mediodía (High Noon) con Gary Cooper y Grace Kelly. No solamente aparecen cuatro caracteres muy morales in esa película, sino que muestra como Grace Kelly tira al suelo sus lecciones de la Biblia para parar al hombre que está tratando de matar a su marido. Un Ateo no podría encontrar una mejor historia. Hay otras. Para niños menores de siete años, ver Sesame Street en la TV y sus películas equivalentes.
5. No te espantes si un dia tu hijo(a) dice que cree en dios. Con el tiempo saldrán de esa situación con tus buenos ejemplos, moralidad, y formas de razonar. Los niños(as) están ansiosos de aprender de ti y, como ya hemos observado, están genéticamente programados para ello.

References

[1] En El Milagro en la Calle 34 Santa Claus is claramente un sustituto de Dios. Él hace milagros, lleva el baston del pastor, castiga a los malvados, y salva a las personas buenas. En Es una Vida Maravillosa no existe la metáfora. Se muestra a Dios interviniendo en la Tierra enviando a Gabriel y el bien gana sobre el mal. Narmia fue escrito por el converso más famoso, del Ateismo al Cristianismo, C.S. Lewis (ver http://es.wikipedia.org/wiki/C._S._Lewis).
[2] El Sr. W. Disney siempre pasa un mensaje Cristiano en sus películas de “cartoons”. Hasta en “Jiminy” Cricket toma su nombre a razón de una palabra en el Viejo Inglés que quiere decir Jesus.

Final de Parte I