Siguiendo los pasos de la British Humanist Association, un buen número de asociaciones de librepensadores ateos decidimos en 2008 apoyar la campaña del «Bus Ateo» en España.
El objetivo era sensibilizar a los ciudadanos ateos, no creyentes y librepensadores en general sobre la necesidad de «hacernos visibles», de sentirnos orgullosos de nuestras convicciones y de reivindicar un mundo laico y racional. También con esta campaña se pretendía conseguir que las personas creyentes reflexionasen tranquilamente ofreciéndoles una alternativa al margen de dogmas y radicalismos.
La respuesta que tuvo la campaña fue inesperadamente ruidosa, y a ello contribuyeron la Conferencia Episcopal y los obispos con sus declaraciones. El eco duró el tiempo suficiente como para que incluso se le dedicara un amplio reportaje en televisión.
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| [Bus ateo en Madrid] |
La campaña, que no satisfizo con su lema a muchos ateos militantes, mostraba únicamente una duda con su lema “Probablemente Dios no existe”, considerado por muchos excesivamente recatado y pacato. Pero cumplió su objetivo de provocar el debate, y consiguió que muchos ateos salieran de su aislamiento.
Su éxito, además, se evidenció en la reacción de los prelados más radicales, que se mostraron indignados, ofendidos y atacados en su línea de flotación -la imposición-, simplemente por la exposición pública de una duda razonable frente a su dogma incontestable. Fueron ellos quienes, como es habitual, se excedieron en su victimismo, descalificaciones e insultos contra los organizadores de la campaña. No dudaron en gastar una parte de esos 10.000 millones de euros que todos los años les regalamos los españoles, para contraatacar mediante una constante aparición en los medios y ejerciendo presión sobre los ayuntamientos para que la campaña no pudiera ser llevada a cabo en el mayor número posible de ayuntamientos.
A pesar de la oposición de muchos de éstos -como el de Zaragoza con un «socialista» como Belloch en la alcaldía-, que no dudaron en atentar contra la libertad de expresión para favorecer a la iglesia, la campaña fue un éxito sin precedentes.
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| [Cartel desplegado en la procesión de Zaragoza] |
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| [Ariane Sherine y Richard Dawkins] |